compass » f1 drivers

12 | confesiones y un poco de drama

Perth.

Daniel y Kaia llevaban ya una semana con la familia del chico, ambos estaban disfrutando mucho de los sobrinos del australiano, más que nada de Isaac que los hacía reír con todas sus ocurrencias.

Kaia se encontraba un poco nerviosa porque no sabía si debía decirle a Daniel lo que había pasado meses atrás con George, en un inicio no pensaba contarlo porque era un secreto entre ambos, pero al parecer a George se le salió contárselo a alguien y ese alguien terminó contándoselo a todas las chicas de la casa.

Sabía que era un tema serio pero tenía que hacerlo antes que su prometido se enterara por otro lado.

La española acababa de terminar de ayudar a su suegra con la cena, era hora de irse a dormir y como ya se le había hecho costumbre Isaac dormía con ellos, ya que no quería separarse ni un instante de su tío.

El pequeño en cuestión de minutos se quedó dormido y fue ahí cuando Kaia tomó valor para hablar con Daniel.

—Venga Kai, deja de dar muchas vueltas que me estoy empezando a marear —dijo Daniel abrazando a su sobrino—. ¿Te sientes bien?

—Dan, tenemos que hablar —la chica se estaba mordiendo las uñas de los nervios.

—Cuando una persona dice eso las cosas nunca terminan bien —el chico zafó lentamente su brazo para no despertar al niño y se acercó a abrazar a su novia—. Venga amor ¿qué pasa? Sabes que sea lo que sea no cambiará nada las cosas —le dio un beso en la frente.

—¿Me prometes que no cambiará nada entre nosotros? —preguntó la chica nerviosa.

—Te lo prometo, mi vida —Daniel empezó a jugar con la mano de Kaia—. No tengas miedo, sabes que me puedes decir lo que sea.

—Daniel, antes de que fuéramos novios, tuve un romance con George —soltó la chica y Daniel se quedó callado unos segundos.

—Lo sé, Kai —respondió muy tranquilo Daniel—. George me lo dijo después de que te pedí que fueras mi novia, realmente no tienes porque explicarme nada, el mismo me contó como sucedió todo y lo entiendo.

Kaia estaba sorprendida, por un lado quería golpear a su amigo, ya que habían quedado que sería un secreto y al parecer resultaba que ya todos lo sabían.

—¿No estás enojado? —preguntó la chica un poco tímida.

—¿Por qué debería estarlo? Eso pasó antes de que tú y yo fuéramos algo —Daniel abrazó a su novia—. No tengo porque enojarme de algo que sucedió antes de mi, el pasado ya fue y solo tenemos que vivir el presente.

—No creí que lo tomarías así —Kaia tomó un respiro, ya se encontraba más tranquila.

—Vamos, o sea si soy un celoso sobreprotector pero tampoco soy un tóxico que odia a todos los tipos con los que estuviste antes de mi —el chico rió.

—Tenía miedo de decírtelo —confesó la chica.

—No importa ya, cariño —Daniel le dio un beso corto en los labios a su novia—. Yo también tengo que decirte algo y si decides que después de esto todo termino, lo comprenderé.