Capítulo 6

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Louis, quien siempre se ha descrito a él mismo como un alfa capaz de permanecer ajeno a cualquier situación que pueda distraerle de su labor, ahora se encuentra escribiendo garabatos en una hoja en blanco mientras piensa en él otra vez.

De nuevo, Louis encuentra el tono exacto de verde de los ojos de Harry cada vez que cierra los suyo propios, y le gusta tanto, que termina recostándose en el espaldar de su silla con la imagen del omega colándose en sus recuerdos.

Él puede volver a sentir la piel de Harry debajo de sus huellas. Y como no hacerlo, si ese omega posee el toque más suave que alguna vez Louis se ha atrevido a imaginar. De solo recordarlo su corazón se acelera y los vellos de su nuca se erizan, y todavía no es capaz de tomar el teléfono móvil y llamarle, pedirle un nuevo encuentro, confesarle que no ha pasado un día sin que no piense en él, en su mirada, en su rostro genuino y sus gemidos tan suaves, en su lechoso color y el hoyuelo en su mejilla que aparecía después de cada orgasmo.

Louis no puede creer todo el tiempo que le ha tomado dar un solo paso, y normalmente no le disgusta, pero cuando a las tres de la tarde la imagen del omega pasa por su mente, Louis solo quiere lanzar lejos su trabajo y escabullirse de nuevo a la ciudad vecina para buscar Harry y darle paz a su alma. ¿Por qué no lo hace, de todos modos?

Niega con la cabeza antes de fingir volver a su trabajo, y mientras desliza el mouse del computador, se da cuenta que nunca antes en su vida había dudado tanto antes de acercarse a alguien que le interesara. Pero no es que Harry le interese, se convence, es que el omega lo tiene enamorado.

Louis nunca antes ha sentido un verdadero enamoramiento, y es que ni siquiera sabe cómo se siente el amor. Sin embargo, si se asemeja a un corazón acelerado cada vez que las imágenes del omega llegan a su mente, o a la sonrisa inconsciente que le llena el rostro cuando recuerda la sonrisa ajena, o al corazón apresurado siempre que intenta presionar al botón verde en su móvil seguido del 'H' en el nombre del contacto, entonces, definitivamente, Louis está terriblemente enamorado.

¿Qué es peor que un amor no correspondido? Louis sabe que la respuesta es; un enamoramiento sin confesar.

Entonces, con el corazón latiendo con la audacia impregnada en la sangre bombeada; Louis se vuelve a arrepentir un segundo antes de presionar el botón que haría sonar el teléfono de Harry en otra ciudad.

  

(...)

  

El otoño entra tan lento a finales de septiembre, que Harry apenas se da cuenta cuando las hojas de los árboles se encuentran secas en el suelo.

Por supuesto, Kenai no para de hablar sobre eso. Él realmente espera con ansias la llegada de su estación favorita cada año, solo porque su pasatiempo preferido es obligar a los omegas a ir al parque para pisar las hojas secas y hacerlas crujir. A Harry le gusta, por supuesto, pero se está volviendo difícil hacer que el cachorro se concentre en otras cosas un poco más importantes, como sus sencillas tareas del jardín.

—Oye —le llama Harry al pequeño una de esas tardes donde pasan demasiadas horas en el parque solo conviviendo. El cachorro desvía su atención de la rama en sus manos, y mira al omega con sus ojos azules causando caos en la estratosfera. —¿De qué color es la cosa que tienes en tus manos?

Kenai observa por unos segundos, parece demasiado concentrado y, después de un momento, su mirada se vuelve hacia Harry.

—¿Marrón?

—¡Ah, muy bien! —Le aplaude unas pocas veces. —¿Y cómo se llama lo que sostienes?

El cachorro mira a su madre como si estuviese a punto de enseñarle algo demasiado importante.

Amateur ꩜ abo! larryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora