Mi teléfono seguía vibrando, Ron me miraba inquisitivo. Y después del tercer tono, dijo algo exasperado.
-¿para qué me lo pediste si no ibas a contestar?-
-no sé si son buenas o malas noticias, mi madre está en el hospital y puede decirme que ya murió- omití a quien me refería porque a fin de cuentas él no necesitaba saberlo.
-debe ser un amigo muy especial, como para que hasta tu madre lo visite-
-lo es, lo conocemos de hace muchos años- era una verdad a medias, mi padre era como mi mejor amigo y pues lo conocía desde que nací.
-contesta, después de todo si es una mala noticia tu madre estará ahí para ayudarte a sobrellevarlo, sería peor si enfrentaras el duelo sola- sus palabras llevaban mucho peso, y no sólo por la situación, si no por el tono en que lo dijo.
- tienes razón- dije mirando al vacío.
-mis mejores ideas nacen cuando estoy ebrio- mostró expresión de orgullo que me hizo reír. Mi móvil sonó de nuevo, y con una mirada de apoyo moral por parte de mi acompañante, contesté.
– ¿hola?-
- ¿Dónde te has metido Kiara Stone?- mi madre al habla.
-estoy en camino al hospital mamá, ¿Qué sucede?-
-Eathan ha estado buscándote como loco, dice que no te encuentra por ningún lado y que no respondes a sus llamadas. ¿Qué clase de educación es esa?, yo no formé a un joven insolente. –
-¿Eathan?- me desconcertaba que mi madre dijera eso pero seguro era otro plan de Eathan para que Margiorie no dudara en ser su alidada – estaba ocupada mamá, no me sentía bien, Eathan prefirió ir a atender sus inconvenientes que llevarme al hospital. Decidí ir por mi cuenta porque quiero ver a mi mejor amigo. Estoy por llegar-
-¿Cuánto tiempo tardaras en llegar?- alejé el móvil de mi oreja y le hice la misma pregunta a Ron.
-quince minutos, o antes- respondió
-más o menos un cuarto de hora ¿Por qué?-
-las horas de visita terminan a las seis, deberías estar mejor informada, es tu padre de quien se trata-
-lo sé madre, pero tú fuiste quien le metió en la cabeza a Eathan que me llevara a cenar, después de lo sucedido ayer-
-él sólo estaba tratando de ser cortés Kiara, quería disculparse, además te he dicho que no es para tanto-
-no entiendo tu actitud, ¡Eathan intento abusar de tu hija! ¿No tienes la menor intención de mantenerlo lejos de mí?- Ron frenó de repente y su mirada parecía divagar.
-era una cena, estarían rodeados de personas-
-eso no es suficiente para mi tranquilidad-
-debes ser más amable con Eathan-
-así,- mi voz se cargó de ironía - ¿y porque debería portarme de esa forma con él?-
-por todo lo que ha hecho y está haciendo Kiara-
-por favor dime ¿Qué es lo ha hecho Eathan?
-salvó a tu padre de la quiebra, lo ha estado apoyando todo este tiempo, y además ahora en esta situación, está cubriendo los gastos del hospital sin mencionar que te está dando la oportunidad de administrar los negocios de tu padre- la voz de mi madre ya estaba alterada.
-entonces tú lo planeaste con él, ¿cierto?-
-pero que cosas dices Kiara, él me lo comento antes de que llegaras y bueno a mí me pareció una gran idea, por eso sugerí que salieran a cenar juntos para celebrar-
-¿para celebrar qué? Madre, que Eathan quiere comprarme como a una zorra- Ron soltó una risa aunque no se a que se debía, le dedique una mirada furiosa y se concentró de nuevo en la carretera.
-No hablaremos de esto por teléfono Kiara-
-lo haremos al llegar a casa- terminé su frase.
-no creo que sea posible hija; necesito llegar a casa a descansar, mañana iré a cuidar a tu abuela, ¿en qué vienes?-
-un amigo me lleva, le diré si nos puede llevar de nuevo a casa- las comisuras de los labios de Ron se curvaron – por muy cansada que te encuentres hablaremos sobre Eathan- le espeté.
-ya veremos, esperaré dentro del hospital cuando hayas llegado me marcas-
- si madre, te quiero- el sonido cortado al otro lado de la línea me indicaba que mi madre no estaba contenta. Solté un suspiro ante la agitada noche y lo que me esperaría al llegar a casa.
-¿quieres explicarme algo muñequita?- la sonrisa no se borraba de su rostro.
-depende de lo que sea- ya me imaginaba de que se trataba.
-¿en qué momento pasé a ser tu amigo?- me reprendí interiormente por hablar de más.
-ante los ojos de mi madre, serás mi amigo-
-¿Por qué?, mamá no deja que te subas a autos con extraños- aunque estaba burlándose, sus palabras eran ciertas.
-tú lo has dicho, no debería estar con extraños, que andan persiguiendo chicas para ver quién paga las cenas del restaurante de Barry la siguiente semana-
-si me conoces hasta ese punto, yo no diría que somos extraños- me sorprendía la poca importancia que le daba a lo que las personas pensaran de él.
-además de tu afición por este extraño deporte, sólo conozco tu nombre y que tienes problemas con la bebida-
-es suficiente por ahora-
-¿acaso no te sientes del mismo modo conmigo?- me atreví a preguntar para que mi argumento tuviera más peso.
-en absoluto- se encogió de hombros- tu nombre es Kiara Stone, tienes una madre que te ha enjaulado por las dos décadas de “vida” que llevas, no te gusta el alcohol, las peleas y los chicos como el tal Eathan. Amas leer y probablemente escuches algo de música clásica.- era increíble lo mucho que había aprendido de mí en tan poco tiempo.
-¿Cuántas han sido?-
-si te lo dijera, no lo creerías- me miró de soslayo – si este auto hablara, ese asiento trasero es mi fiel testigo- no pude evitar voltear y la imagen de Eathan con aquella chica vino a mi mente. Pero fue borrada por una bolsa con una forma extraña, definitivamente antes eso no estaba ahí.
-¿Qué hay en la bolsa Ron?- el imitó mi acción.
-bueno, ya que no cenaste, le pedí Barry que pusiera para llevar tu licuado de fresa y ahí está, puedes tomarlo si quieres muñequita-
-gracias- quería abrazarlo porque realmente moría de hambre y aunque no era una comida completa me aliviaba el sentir algo en mi estómago- en serio gracias-
-es algo que un amigo haría por su amiga- me picó de nuevo.
-¿no vas a ceder con eso cierto?- ya tenía el licuado en mis manos y el sabor realmente era agradable.
-que te digo muñequita, es parte de mi sistema-
-¿tu sistema?- el licuado ya iba por la mitad, Ron lo notó y de inmediato sus ojos se alteraron.
-Kiara tranquila, te vas a enfermar si lo bebes tan rápido- titubeó.
-oye, es sólo licuado de fresa, no sucede nada-
-si tú lo dices-
No entendía porque reaccionó de esa forma, pero lo único que tenía en mi pensamiento, era el gran sabor de mi licuado. Y claro, reunir todos los argumentos para que mi madre desistiera de mantener cerca de nosotras a Eathan. Ron pasó el resto del camino en silencio aunque puso música, canciones que jamás había escuchado y que eran un poco escandalosas pero, no me molestaba, después de todo no tenía un género favorito y mi padre me decía que de vez en cuando era bueno probar cosas nuevas. Una de ellas me llamó la atención, no era estruendosa pero la letra vaya que llamaba la atención.

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Love Is Enough
Teen FictionKiara, esta atrapada en el peor de los clichés conocidos. Un chico modelo aprobado por sus padres y un chico peligroso al que le vale el dia a dia. ¿Con quien de los te quedarás?; el cabrón de Aaron o el romántico Eathan. Descubre los oscuros secret...