1. Un Pequeño Instante*

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-Por favorrrr. - sigo a mi mamá a la cocina. - Quiero saber a donde ir, no pido mucho sabes.

-Ya te dije que vamos con unos amigos de tu papá. - comienza a sacar unos sartenes. - ¿Quieres que haga pasta o ensalada?

-Mmm, qué te parece. - coloco mi dedo cerca de mi boca. - Decirme a donde irán tú y papá. - le hago un puchero.

-Mmm, no. - dice imitando mi gesto.

-¡Mamá! - le suplico. - Le diré a papá, él si me ama.

Cruzo mis brazos y me doy la media vuelta.

-Por Dios, eres igual de dramática que él. - niega riéndose.

Veo a mi mamá y sonrío antes de irme a la oficina en casa de mi papá.

Lo observo y esta en llamada. Parece importante porque reconozco su lenguaje corporal cuando está tenso. Se toca su frente y trata de tronarse su espalda.

En cuanto me ve, parece que se le iluminan sus ojos y me da una cálida sonrisa. Me hace una seña de que lo espere un momento.

Entro sigilosamente en su oficina. Agarro una foto que esta en su escritorio y es una foto de nuestro último viaje en familia en Italia.

Estoy abrazando a mi mamá junto con mi papá y mi hermana. Devon Becker. Siempre he considerado a mi mamá una mujer muy hermosa y me siento tan afortunada de haber sacado su pelo rojizo y sus pecas. Aunque no hay día que no la vea siendo sarcástica y con una sonrisa, ese día ya era el último en Italia y mi querida madre estaba tan cansada y molesta. Era entendible porque aún no habíamos comido y eso la puso de mal humor.

Por otro lado, mi papá, Noah Becker, siempre a complementado muy bien a mi mamá y sabe como tranquilizarla. Es el hombre más amoroso que he conocido y si a mí me trata como la princesa de la casa, mi mamá es la reina o hasta podría decir que su diosa.

Justo aquel día en el viaje a Italia, los tres, en un intento de animarla, abrazamos a mi mamá y mi papá tomó la foto, capturando el momento justo en el que mi mamá al fin sonrió en ese día.

- Ey, dachs rot. - me trae a la actualidad la voz de mi padre.

Sonrío.

-Hasta no ver mi carta de aceptación en howgarts, no puedo decir que soy o no de hufflepuff. - vuelvo a dejar el cuadro en el escritorio.

-Espero si seas porque ya tienes la bufanda. - se quita sus lentes y los deja en su escritorio. - ¿Quieres saber a donde vamos?

Se cruza de brazos y una de sus cejas se arquea.

-¿Por qué tanto suspenso ustedes? - digo en tono molesto pero a la vez divertido.

-Solo iremos con unos amigos, mi niña. - se levanta y tengo que alzar un poco la cabeza.

Ruedo mis ojos.

-Llevenme a mi también. - me acerco y le abrazo. - Por favorrrr.

Comienzo a rogarle como a mi mamá, la diferencia es que sé que con mi papá puede que lo logre.

-No, no, no, no, ni lo intentes. - enseguida entra mi mamá. - Noah, resiste a sus encantos.

-Yo no hago nada. - hago un puchero.

-Te prometo que regresaremos lo antes posible. - me dice mi papá acariciando mi pelo. - Si quisiera que vinieras, pero no se si tenga espacio en su casa.

Sé que me puedo aburrir al acompañarlos pero no quería quedarme sola. En estos momentos extraño más que nunca a mi hermana.

Tiene un tiempo que no se de ella, pues se mudo hace cuatro años en un lugar retirado de aquí. Nunca supe el porqué, pero principalmente supongo que por las peleas que habían entre ella y mi mamá.

El Bosque del Silencio (+18) ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora