El Bosque del Silencio (+18) ||TERMINADA||

56. La Promesa

4 AÑOS ANTES ⏰

*N. ZARA*

Dos meses.

Dos meses sola, sin amigos, sin ver a más personas que no sean el estúpido de Arthur, dos meses sin salir para nada. Me siento sola y perdida. Hoy después de esos meses, decidí salir, solo para comprar café y leche, es lo único que quita mi estado tan melancólico y desesperado por alguna llamada de Cassian diciéndome que escuchó y leyó todos mis mensajes, pero no lo hará, él cree que soy la villana pero no fui yo y no hubiera hecho algo así.

Una vez que vuelvo a la cabaña veo a Arthur bajar las escaleras solo con su pantalón de su pijama, sin camisa y su pelo desordenado. Se ve molesto pero preocupado también.

-Solo fui por café y leche. - digo antes de que se ponga como loco.

Solo asiente y sube.

Cada día me arrepiento de haberme casado con él y haber venido a mudarme con él, fue una tontería creer que fue amor real. No quiero volver con mi mamá ya que en si, ella me echó por ser una ingenua. Nunca la entendí hasta ahora que me doy cuenta.

-Oye, mi amor, ¿podrás hacerme unos panqueques? - dice y no me deja contestar. - Gracias.

-No dije nada. - lo veo y sonríe.

-Pero lo harás por mi. - se pone detrás de mí y me besa el cuello con delicadeza.

-Déjame. - lo empujó y voy a agarrar la harina para hacer su maldito desayuno.

En serio ya estoy harta y lo peor es que por mi loquera, soy dependiente de él y lo que gano en mi trabajo es poco, no me alcanza para comprar una casa propia. No tengo a donde ir.

-Ey, calma. - me gira poniéndome enfrente de él.

Su mano acaricia mis muslos, mientras la otra me sostiene de mi espalda baja para que su boca vuelva a atacar mi cuello.

-No quiero esto ahora. - lo empujo.

-Pero tu haces lo que yo quiero. - tensa su mandíbula.

-Hoy no, estoy cansada de hacerlo. - me giro. - toda la semana lo hicimos. No soy un juguete, enfermo.

-A mi me importa poco. - va a mi a queriendo quitarme mi vestido.

-Para. - quito sus manos de mi vestido y voy a la mesa para alejarme.

Me sorprende cuando me agarra del hombro y me empuja a la pared con brusquedad para morder mi cuello y labios.

-¡Estas loco! - trato de empujarlo pero sus manos me aprietan contra la pared.

-Cállate.

Alzo mi pierna dándole un rodillazo en la parte que más sensible y solo así se aleja gimiendo del dolor. Agarro mi celular y las llaves de su carro para alejarme pero antes de abrir la puerta me agarra del pelo para volver a estamparme contra la pared, pero esta vez si me hizo caer.

Con el impacto en la espalda y cabeza se me nubló la vista un poco.

-¿Querías escapar? - espera mi respuesta pero no digo nada. - Vamos.

Me agarra de mi brazo con un fuerte agarre que duele mucho. Mientras sube las escaleras, trato de alejarme pero es imposible, él no lo hará.

-Me duele. - digo conteniendo las ganas de llorar.

-Esto comparado a lo que te haré no es nada.

Okay, corre.

Muerdo su mano con la suficiente fuerza para que me suelte y corro saltando escalones para ir a la cocina y agarrar uno de los cuchillos de la barra.