32. Un Buen Esposo

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4 AÑOS ANTES ⏰

*N. ZARA*

-¿Dónde estás? - su tono es muy autoritario.

-Ya voy, Arthur, cálmate. - ruedo mis ojos.

-Si estas con ese imbécil de Cassian, vas a estar en problemas.

-Okay, papá. - bufo. - No estoy con él, por última vez.

No dejo que hable y le cuelgo. Me siento en la cama y me giro para ver a Cassian aún durmiendo, su brazo está debajo de la almohada y el otro brazo encima la almohada. Acaricio su pelo provocando que se despierte.

-¿Ya te vas? - me pregunta.

-Si, Arthur está molesto. - le doy una sonrisa triste.

Si, Cass ya sabe lo de mi esposo y nos vemos en secreto.

-Zara, si por mi tienes problemas solo dejamos de hablar. - hace aún lado el mechón de mi cabello.

-Pero te quiero a ti. - veo borroso. - Si tan solo no hubiera aceptado casarme con él.

Digo eso último y la habitación queda en silencio. Cassian fácilmente pudo haberme ignorado he irse como si nada hubiera pasado, pero al no haberlo hecho me ayuda un poco.

Me visto para salir de la habitación de Aslan, dormimos aquí ya que a Cassian se le quedó su llave adentro de su habitación y pues somos algo desesperados.

Salgo de la casa sin que Cassian me haya dicho ni una palabra más. Al salir una chica rubia esta afuera esperando algo, supongo. Su maquillaje está corrido por haber llorado, su ropa es negra, su pelo es un desastre y sus ojos me miran con mucho odio.

-Zara Becker. - dice mi nombre y paro en seco. - Si, se tu nombre hija de puta.

-Okay, no se que hice pero bueno. - sigo caminado pero ella me sigue.

-Acostarte con Cassian. - dice y la veo raro.

-¿Quién eres? - ladeo mi cabeza.

-Soy April, soy amiga de Cassian.

-Ah, pues que bien por ti. - la veo raro y le paso por un lado.

Estamos justo en la entrada del bosque, así que empiezo a adentrarme para ir a la cabaña y estar lejos de la amiga de Cassian, la cual ni sabia de su existencia.

A menos que ella sea...

-Por ti casi ni se de él. - dice a mis espaldas.

Me detengo para verla, sus lágrimas corren por sus ojos.

No me parece que tanto llanto sea normal para solo ser amigos.

-Mira, en serio lo siento. - hago una pausa. - Pero igual y ya no te quiere cerca, yo qué sé.

Me doy la vuelta para seguir caminando por el bosque antes de que Arthur decida ir a buscarme. Agarro mi teléfono para ver mis llamadas y siento como jalan mi pelo por detrás.

-¿Estás loca? - grito de dolor.

-¿Por qué él? - dice entre lágrimas.

-April, yo no lo escogí él solo se acercó a mí. - le digo.

-¿No te contó sobre mí? - me ve dolida y niego.

-Lo último de lo que hablamos es sobre sus amigas. - alzo mis hombros.

Rueda sus ojos.

- Sabes que, pudransé los dos juntos, al parecer él está mejor sin mi. - se da la vuelta y yo sigo sin entender porqué tanto enojo de su parte.

No digo nada, solo dejo que se vaya, mientras que yo vuelvo a caminar para ir a mi cabaña con mi amado esposo. Notese el sarcasmo. Al entrar lo veo sentado en el sofá viendo la tele mientras sostiene una vaso con lo que parece ser whisky.

-¿Ya me dirás con quien estabas? - suena molesto pero sobre todo ebrio.

-Con una amiga. - digo y él se ríe.

-Si, claro. - me voltea a ver. - Ven.

Dudosa voy hacia él sentándome a su lado. Mi respiración es irregular, estar con él me da un pánico, no sé qué vaya a pasar estando a su lado. Estar con Arthur es como un regalo que viene del mismísimo infierno.

-Zara. - me acaricia. - Mi bella esposa que me engaña.

-Solo estaba con Azalia. - me alejo de él.

-Y yo no te creo. - sostiene mi mentón. - Eres mentirosa, Zara Becker. - aprieta más mi mentón.

-Déjame. - tomo su muñeca y lo alejo. - Arthur, no te amo y me niego a hacerlo.

-Zara, ven aquí. - me dice y yo me levanto.

Me dirijo a las escaleras para ir a mi habitación, pero me agarra. Toma mi muñeca y me jala estampándome con la pared y rodeando mi cuello con su mano.

-Me tienes que amar, no me importa. - me aprieta más y mis lágrimas no se contienen.

-Ya, basta. - mi voz es casi un susurro.

-Te crees una persona independiente que puede hacer lo que quiera al salir. - dice.

-Yo soy independiente. - sostengo su mano que esta en mi cuello. - Tu no eres mi esposo, eres un idiota.

-Yo soy tu esposo, linda. - una de sus manos recorre mi cuerpo haciéndome temblar. - Yo que tu dejaría de retarme, no quieres saber lo que puedo llegar a hacerte.

-Sueltáme ya. - mi vista se nubla con mis lágrimas. - No puedo respirar. - trato de respirar por mi boca. - Arthur, por favor.

Su expresión cambia y me suelta dejándome sin fuerzas. Aprieta sus manos a los lados de sus piernas, yo solo lo veo mientras quito mis lágrimas de mis mejillas. Me toma de los hombros y me abraza.

-Eres un enfermo. - lo empujó y subo las escaleras.

Me encierro en el cuarto, sentándome en el suelo mientras abrazo mis piernas recordando esa imagen de Arthur que vi, no es como lo conocí, no es de quien alguna vez me enamoré.

Es increíble como la persona que amabas te termina lastimando y a veces peor que cualquier otra persona. A pesar del poco tiempo de conocerlo, me enamoré de él, caí en la cara bonita y no me fije en los sentimientos o pensamientos. Se que fue mi error haber aceptado casarme con él en pocos meses, pero en ese momento simplemente no pensé y todo para seguirle la contraria a mi mamá.

Hubiera preferido los regaños de mi mamá mil veces más que los maltratos, la obsesión y los gritos de Arthur. Me dio su lado lindo y amable para enamorarme, envolverme con él y aceptar a todo lo que me diga. Por haber sido tan idiota no pensé.

Las personas que amas también pueden lastimarte.

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Pobre Zara :') en multimedia el hdp de Arthur :D

BESITOOOS

:3

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El Bosque del Silencio (+18) ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora