《 CAPÍTULO TRES 》

1.2K 95 40
                                    


-¿Eso crees? -preguntó Blake fingiendo tranquilidad. Él asintió.

-Eres una de esas agentes que tienen la intención de venir a querer controlar todo por aquí. -hablaba el Capitán-. Pero en realidad, desestabilizas todo a tu paso. -una carcajada salió intencionalmente de la garganta de la castaña, negó con la cabeza burlándose.

 -una carcajada salió intencionalmente de la garganta de la castaña, negó con la cabeza burlándose

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-¿Qué crees que podría desestabilizar, Capitán? -preguntó con ironía-. Es divertido que intentes descifrarme, sigue haciéndolo.

-Intento advertirte que esto no es un juego. Eres buena, pero eso no significa que tengas un puesto seguro aquí. -dijo Steve endureciendo la expresión, Blake lo miró extrañada, no eran las palabras que esperaba, sin embargo, se habían encargado de darle un inmenso alivio.

-Creo que iré a desestabilizar mi habitación, estoy exhausta. -dijo Adler fingiendo un bostezo y llevándose la mano a la boca para cubrirlo, Steve echó la cabeza ligeramente para atrás, completamente incrédulo.

-Descansa, Adler. -contestó el semi-rubio volteándose hacía la barra de bebidas.

Un suspiro de alivio salió de los labios de Blake en cuanto salió de la estancia con prisa. Por un momento había creído que todo se había jodido por completo y que el Capitán la había descubierto, sin embargo, fue en ese momento que comenzó a creer que era una persona con suerte.

-El Capitán va a recibir los camiones mañana por la tarde, el Director ordenó que solamente fuera él quien los revisara. -escuchó a dos agentes que caminaban detrás de ella, por lo que ralentizó su paso para no perderlos.

-¿Nuevas armas? -preguntó el otro agente de una voz más gruesa.

-No sé, el contenido es clasificado, así que no lo creo. -contestó su compañero-. Pero cuéntame más sobre tu nueva chica...

Blake apresuró el paso de inmediato, antes de escuchar cualquier cosa que no le fuera útil en lo absoluto, subir al elevador y caminar a su habitación lo había hecho en la mitad de tiempo que le hubiese tomado realmente.

Las palabras de los agentes rondaban una y otra vez en la cabeza de la chica. Camiones ¿para qué camiones? Sólo el Capitán ¿Qué contenían esos camiones que únicamente Steve Rogers podría ver además del Director? Definitivamente no eran armas.

-Los veo mañana, les sugiero que sigan entrenando, pronto llegará su segunda prueba y será en los exteriores, así que espero que puedan pasarla todos. Creo que no necesito recordarles que ahora son 19, lo más probable es que esa cifra disminuya dentro de un día. Todo está en ustedes. -les hablaba el Capitán a los reclutas, que no dejaban de transpirar dramáticamente, todos estaban agotados ante los duros entrenamientos a los que los sometía -. Pueden irse. -dicho esto, todos comenzaron a salir aliviados.

Steve caminaba a paso lento y tranquilo hacía el hangar, donde no solamente llegaban las naves, sino también los cargamentos pesados en enormes camiones. Al escuchar un ligero movimiento detrás de él se detuvo casi de inmediato y se dio la vuelta para mirar a los alrededores de los pasillos, cuando no se encontró con nada, siguió su camino.

Agente Secreto | Steve Rogers Donde viven las historias. Descúbrelo ahora