Capítulo 15

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– Ahora si sumas el sustraendo y la diferencia te debe dar el minuendo

Me encontraba ayudando a Peyton con su tarea de matemáticas; las últimas tres semanas habían sido de altibajos, por un lado mi recuperación física mejoraba bastante rápido, ahora ya no usaba la silla de ruedas a menos que tuviera que caminar mucho, el collarín se me había retirado aunque aún continuaba sin poder hacer mucho esfuerzo; por otro lado estaba mi estado mental, me daba miedo salir de casa, a estas alturas ya había experimentado un ataque de pánico, las pesadillas atacaban cada noche y ni qué decir del terror que sentía de solo pensar en ver a Colton de nuevo, en unas horas estaré frente a él

Mis padres han vuelto a casa hace dos semanas pero volverán mañana temprano junto a mis hermanos, todos estarán a mi lado en el juicio, al parecer mi tío también vendrá, no me quieren dejar sola; todos estos días he tratado de mentalizarme que no me pasara nada al estar frente a él porque habrá policías custodiando la sala, pero me es inevitable no temer, Colton casi me mata aquella noche

– Rose me salió – la pequeña hija de mi abogado me abraza – ya aprendí a restar tres cifras

– Te dije que lo aprenderías – la abrazo de vuelta – eres muy inteligente

– Y ¿Cómo sé si una suma está bien?

– Bueno para la suma debes...

– Peyton – la voz de Klaus hace que la pequeña se tense – creí haberte dicho que no molestaras a Rose

– No me está molestando

– A tu habitación ahora

– Solo estamos haciendo su tarea

– No debes de preocuparte por eso – Klaus me mira – alguien más se hará cargo

– ¿Alguien más? – Dejo salir un suspiro de frustración – ¿No es mejor decir yo me hare cargo?

– ¡Te dije que subieras! – El grito de Klaus hace que Peyton brinque del susto, sus ojos se llenan de lágrimas que no derrama, me coloco de pie inmediatamente – ¡ven aquí!

– Deja de gritarle

– Peyton – la pequeña se esconde detrás de mí – te estoy hablando

– ¿Qué te pasa? ¿Por qué te la vives regañándola? – Mi mano busca abrazar a la pequeña que solloza detrás de mí, desde que llegue a esta casa Klaus siempre se la pasa evitando que su hija y yo estemos en contacto, la reprende por todo – es tu hija no cualquier extraña

– No te metas en la forma en la que educo a mi hija

– Pues más que educarla parece que la odias, le gritas, la castigas a cada momento – Klaus coloca sus manos en su cintura – es más te enfada que me diga buenos días ¿Qué te pasa?

– Basta Rose, no te metas en esto – señala a Peyton – ven – cuando Klaus se acerca, Peyton sale corriendo hacia las escaleras, va llorando y gritando que no la toque – ¡Peyton!

– Déjala – me interpongo para que Klaus no vaya tras ella – no vez como la has puesto

– Fue culpa tuya

– ¿Mi culpa?

– Por consentirla

– Si consentirla significa ponerle atención, jugar con ella, hablar de sus cosas o de cómo se siente entonces si lo hago – Klaus me mira sin decir nada – ¿Qué tan mal padre debes de ser para que tu hija te tenga miedo?

– ¿Qué?

– Peyton me lo dijo – estoy más que enojada – tu hija te tiene miedo, de su boca salió que tu no la amas, tu estúpida actitud ha hecho que piense eso – su mirada se suaviza ante mis palabras – ¿A caso sabes cuánto daño le has hecho a tu propia hija? Deberías sentir vergüenza por como la tratas

Obsesión Peligrosa. [COMPLETA ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora