– Ahora si sumas el sustraendo y la diferencia te debe dar el minuendo
Me encontraba ayudando a Peyton con su tarea de matemáticas; las últimas tres semanas habían sido de altibajos, por un lado mi recuperación física mejoraba bastante rápido, ahora ya no usaba la silla de ruedas a menos que tuviera que caminar mucho, el collarín se me había retirado aunque aún continuaba sin poder hacer mucho esfuerzo; por otro lado estaba mi estado mental, me daba miedo salir de casa, a estas alturas ya había experimentado un ataque de pánico, las pesadillas atacaban cada noche y ni qué decir del terror que sentía de solo pensar en ver a Colton de nuevo, en unas horas estaré frente a él
Mis padres han vuelto a casa hace dos semanas pero volverán mañana temprano junto a mis hermanos, todos estarán a mi lado en el juicio, al parecer mi tío también vendrá, no me quieren dejar sola; todos estos días he tratado de mentalizarme que no me pasara nada al estar frente a él porque habrá policías custodiando la sala, pero me es inevitable no temer, Colton casi me mata aquella noche
– Rose me salió – la pequeña hija de mi abogado me abraza – ya aprendí a restar tres cifras
– Te dije que lo aprenderías – la abrazo de vuelta – eres muy inteligente
– Y ¿Cómo sé si una suma está bien?
– Bueno para la suma debes...
– Peyton – la voz de Klaus hace que la pequeña se tense – creí haberte dicho que no molestaras a Rose
– No me está molestando
– A tu habitación ahora
– Solo estamos haciendo su tarea
– No debes de preocuparte por eso – Klaus me mira – alguien más se hará cargo
– ¿Alguien más? – Dejo salir un suspiro de frustración – ¿No es mejor decir yo me hare cargo?
– ¡Te dije que subieras! – El grito de Klaus hace que Peyton brinque del susto, sus ojos se llenan de lágrimas que no derrama, me coloco de pie inmediatamente – ¡ven aquí!
– Deja de gritarle
– Peyton – la pequeña se esconde detrás de mí – te estoy hablando
– ¿Qué te pasa? ¿Por qué te la vives regañándola? – Mi mano busca abrazar a la pequeña que solloza detrás de mí, desde que llegue a esta casa Klaus siempre se la pasa evitando que su hija y yo estemos en contacto, la reprende por todo – es tu hija no cualquier extraña
– No te metas en la forma en la que educo a mi hija
– Pues más que educarla parece que la odias, le gritas, la castigas a cada momento – Klaus coloca sus manos en su cintura – es más te enfada que me diga buenos días ¿Qué te pasa?
– Basta Rose, no te metas en esto – señala a Peyton – ven – cuando Klaus se acerca, Peyton sale corriendo hacia las escaleras, va llorando y gritando que no la toque – ¡Peyton!
– Déjala – me interpongo para que Klaus no vaya tras ella – no vez como la has puesto
– Fue culpa tuya
– ¿Mi culpa?
– Por consentirla
– Si consentirla significa ponerle atención, jugar con ella, hablar de sus cosas o de cómo se siente entonces si lo hago – Klaus me mira sin decir nada – ¿Qué tan mal padre debes de ser para que tu hija te tenga miedo?
– ¿Qué?
– Peyton me lo dijo – estoy más que enojada – tu hija te tiene miedo, de su boca salió que tu no la amas, tu estúpida actitud ha hecho que piense eso – su mirada se suaviza ante mis palabras – ¿A caso sabes cuánto daño le has hecho a tu propia hija? Deberías sentir vergüenza por como la tratas
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Obsesión Peligrosa. [COMPLETA ✔]
Novela Juvenil¿Cómo fue que llegue a esto?, mis ojos se han cerrado desde hace un buen rato, solo mi audición sirve, escucho levemente como caer y se rompen cosas, pero de ahí nada más; todo se fue a la mierda cuando él llego ebrio al departamento en donde vivo...