CAPÍTULO 34

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Karol

   -Mami por favor ¿puedo quedarme en casa de mi amiga a dormir? – me suplico Valentina.

   -Está bien pero solo si terminas de comerte las verduras – le digo sonriendo.

   - ¡Las odio! Yo no me las como – dijo cruzando los brazos.

   -Bueno, entonces no vas a casa de tu amiga – digo.

   -No, mira ya me las como – dijo para después empezar a comer las verduras con cara de asco y solté una pequeña risita al mirarla.

   -Esta bien, si quieres ya no te las comas y ve por tu mochila para que te lleve a la casa de tu amiga – en cuanto digo eso deja el tenedor en el plato y sale disparada para su habitación – ¿Qué haré con esta preciosa niña?

   -Listo mami ya podemos irnos, que se nos hace tarde – pero que rápido es mi hija, me empieza a jalar hacia la puerta.

   -Está bien, ya voy tranquila – le dije.

Nos subimos al coche y manejo aproximadamente por unos veinte minutos. Y al fin llego a la casa de la amiga de Valentina.

Me bajo con el, toco el timbre y esperamos. En cuanto la puerta se abre, Valentina entra corriendo y abraza a su amiga, las dos niñas se van corriendo muy contentas y yo me quedo hablando con su madre.

Una vez que llego a casa de nuevo, me siento extraña es la primera vez en años que Valentina  no está en casa. Mi niño lo extraño. Pues como tengo la casa para mi sola no sé qué hacer. El timbre suena y camino lentamente a abrir la puerta.

   - ¿Ruggero? – dije en cuanto abrí la puerta.

   -El más sexy, guapo, bueno en la cama, que tanto te gusta – me rio.

   -Que modesto – le digo y el solo sonríe – y bueno dime ¿a qué se debe tu grandiosa visita?

   -Pues una pequeña me dijo que viniera a cuidarte porque hoy te ibas a quedar sola y pues aquí estoy en tu perta con una botella de vino para pasar el rato – Valentina, pienso y después veo que saca la botella de su espalda – además de que me pidió que te convenciera para que le hagamos un hermanito.

   -Buen intento, pero eso no pasara ruggero – le digo y me hago a un lado para que pase.

   -¿ya has cenado? – pregunta y yo niego - ¿Qué te parece si hacemos una rica cena?

   -Me parece perfecto – le dije.

Nos pusimos a preparar la cena. Entre besos y risas por ver como cocinaba ruggero, terminamos de cocinar. Para después pasar a la sala a cenar.

Durante todo el rato nos la pasamos conversando de que cosas hicimos en el tiempo que nos separamos y le empecé a contar de mi embarazo y parte de su infancia. Traje un álbum que tenia de el. Se lo di a ruggero y el solo se quedó ahí callado escuchando la historia de cada foto que veía.

EL REENCUENTRO [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora