EL REENCUENTRO [TERMINADA]

CAPÍTULO 55

Karol

Subo las escaleras corriendo. Entro en mi habitación y me cambio con unos simples vaqueros y una camiseta. También tomo mi bolso y salgo de mi habitación para después dirigirme a la habitación de Carolina y agus. Por las prisas ni siquiera toque la puerta solo entre como si nada.

- ¡Joder! - grito en cuanto veo que Carolina y agus están teniendo sexo - por dios ¿no pueden esperar hasta que sea un poco más tarde? - les digo a los dos con los ojos cerrados para no verlos desnudos.

-karol ¿Qué ocurre? - pregunta Carolina.

-Venía a decirte que voy a salir con ruggero y pedirte que cuides a Valentina esta noche, no creo que regrese hasta en la mañana - le digo aun con los ojos cerrados.

-¡Genial! Si, si yo lo cuido, pero la próxima vez llama a la puerta - me dice riendo.

-Cállate tonta, más bien ustedes deberían cerrar la puerta con seguro para que no los interrumpan - le digo y me doy la vuelta aun con los ojos cerrados - ¡mierda! - digo cuando cocho con la pared y escucho las risas de Agus y Carolina detrás de mí. Cierro la puerta y bajo para ir con ruggero...

Al poco tiempo ya habíamos llegado un precioso hotel. Rápidamente nos entregaron las llaves de una habitación. Estábamos en el ascensor besándonos con mucha pasión que casi sentía que nos desnudaríamos en este preciso momento. El sonido de las puertas al abrirse nos interrumpió. Dejamos de besarnos cuando escuchamos a alguien toser.

-Que irrespetuosos - dijo un señor y pude ver que aun lado estaba una niña quien tenía los ojos cerrados con la mano de su padre para que no viera nada de lo hacíamos.

Ruggero no dijo nada solo apretó el botón para que se cerraran las puertas de nuevo y el ascensor tomara su nuevo curso. En cuanto las puertas se cerraron, ruggero y yo nos empezamos a reír como locos. Casi traumatizamos a una niña pequeña. Entre risas y besos llegamos a la habitación.

La habitación estaba hermosamente decorada con muchos pétalos de rosas. Amabas las rosas y ruggero lo sabia por eso las puso por toda la habitación.

Gire sobre mis talones para darle una de mis mejores sonrisas, pus mis brazos alrededor de su cuello para pegarlo más a mi cuerpo y darle un gran beso en sus deliciosos labios.