De la Tierra a la Luna (Charles Leclerc)

Capítulo 1

Domingo 09 de Abril, cuatro año atrás:

Emma, M.

Listo. Maletas listas y todo empacado. Ya solamente falta que me vengan a buscar.
Estoy tan feliz, no puedo creer que pude lograrlo.
Luche mucho para que mis padres me dejen estudiar diseños de interiores, según ellos es una carrera que va directo al fracaso y que jamás conseguiré empleo, pero voy a demostrarle que no es así. Tengo fe, voy a cumplir mis sueños.

Me costó mucho conseguir la beca y más convencer a mis padres para que me dejen irme a estudiar a otra ciudad, al principio se negaron porque es un lugar totalmente desconocido para mí, una ciudad más grande...pero con mucha insistencia los convencí.

Ellos querían que me anote a estudiar otra carrera en la universidad pública de mi ciudad, una carrera que me "asegure el futuro" según ellos, pensaron en estudios con salidas laboral pero yo quiero trabajar de lo que me gusta y estoy muy segura de mi elección.

Me siento feliz, nerviosa y triste. Feliz porque siento que estoy comenzando el camino para lograr mis sueños, nerviosa porque no sé lo que me deparará y triste porque es difícil alejarse de tu familia cuando nunca antes estuve tanto tiempo lejos de ellos.

Días Después...

Ya hace dos semanas que estoy en mi nuevo hogar, vivo en una pensión. Mis padres me ayudaron con dinero para pagar la renta los primeros meses, pero hicieron mucho esfuerzo para juntarlo. Ahora toca buscar empleo, esa era la condición para venir.
Nuestra familia jamás tuvo dinero, siempre la economía arruino todos nuestro planes y yo voy a cambiar eso, mi vida no será así. Ya no me humillaran.

Los primeros días de clases fueron los más divertidos, era todo una nueva experiencia que estaba feliz de vivir, el ir a la universidad es increíble! Me encanta ir con mis compañeras de la pensión charlando en el camino, ame todas las materias, realmente se siente bien estudiar lo que uno quiere.
La universidad es enorme, muy grande, tiene una terraza muy linda con vista a toda la ciudad, van todos chicos de mucho dinero. Todos visten súper elegantes para ir a clase y yo...bueno voy con lo que tengo.
Por suerte mis compañeros fueron ambles conmigo y no me hicieron desprecio al saber que era una "pobretona", de hecho la mayoría me agrada.

En la actualidad:

Maldita sea! Estoy jodidamente mal ¿Qué voy hacer ahora?
La peor noticia que podía recibir, el bar para el que trabajo va a cerrar y me despidieron. Pienso en todos mis gasto, en la renta, no sé que voy hacer.

Apenas me dijeron que me había quedado desempleada me frustre, regrese a casa llorando, supongo que a nadie le gusta escuchar que te despiden. Me puse muy triste, pase por tantas cosas malas por culpa de la economía que lo menos que deseaba era regresar a esos tiempos.
Seque mis lágrimas, con llorar no iba a ganar nada. Salí llena de esperanzas a buscar empleo ¡Voy a lograrlo!—pensé.

El problema es que ya voy meses buscando empleo y aún nada!

Leonardo, V.

Sinceramente no veo la hora de acabar con la carrera de administración de empresa, me gusta, me va muy bien pero casi no tengo tiempo de respirar. Dedico mucho tiempo a mi carrera deportiva y me cuesta demasiado hacerme tiempo para estudiar, lo hago por mi padre. Él siempre me apoyó a seguir mis sueños, a que continúe con mi carrera deportiva pero con la condición de qué estudie para que pueda manejar la empresa familiar.

Hoy por la tarde salí de entrenar y fui a la empresa, teníamos una reunión con los nuevos socios.
Cuando salimos me crucé con Sabrina, la encargada de recursos humanos, la oí hablar por teléfono.
Estábamos en remodelación de una gran parte de la empresa y siempre nos destacamos por la elegancia, por fin tendré oficina propia y mi padre me la ha diseñado a mi gusto, ahora solamente falta la decoración. Le pedí a Sabrina que me buscara algún decorador para comenzar y tenerla lo más pronto posible:

—Leonardo, ya encontré a la decoradora de interiores. Mañana se presentará.

—Está bien. Mañana a las 09 estaré aquí.

—Pero le dije que venga a las 10...

—¿No me escuchaste? A las 09, más tarde no puedo. Llámala y decile que este acá a esa hora puntual ¿Ok?

—Sí, está bien.