De la Tierra a la Luna (Charles Leclerc)

Capítulo 8

Emma, M.

Creo que cuando somos jóvenes estamos presionados por un sistema muy absurdo: "Estudia una carrera, termínala, busca un trabajo, junta dinero, ahorra para un casa, cásate, trabaja hasta morir sin saber que viviste"

¿Qué hay de viajar, conocer el mundo, de aquellos sueños de ganarse la vida  haciendo lo que uno ama?
Sí, la juventud necesita ser educada, pero no se puede confundir tu carrea con tu vida, quien lo hace de esa forma termina por tener un corazón conforme e infeliz.
Vivimos en un mundo donde se nos enseña que es más importante hacer dinero que hacernos personas. Donde la capacidad intelectual se mide por el poder que tengas, no por la inteligencia. Donde hay personas que valoran más unos billetes, que vidas inocentes. Donde la forma de vestir se valora más que el pensar. Donde el amor se prostituye, la justicia se soborna y las promesas se rompen.

Vivimos en un mundo donde se valora más la posición económica que la calidad humana, donde no se toman en cuenta las ganas de salir adelante, donde ya no importa qué tanto has leído, qué tanto sabes sino qué tan popular eres, qué tan comercial es tu imagen.
Vivimos en un mundo donde sólo unos cuantos luchan por cambiar las normas y son tachados de locos o ridículos pero son esos cuantos los que aún creen que se puede mejorar.

Desearía tanto que mis padres pensaran también de esta forma, pero es absurdo. No piensan igual, hoy llegaron a la ciudad para el casamiento de Isa. Mientras almorzábamos no falto el tema de mi trabajo y sobre todo el del dinero.
A veces me enojo con ellos porque parece que lo único que importara en esta vida es tener un "gran empleo" que se traduce a "ganar buen dinero" y no en "hacer lo que uno ama" es patético!
Sé que mis padres quieren lo mejor para mí, no quieren que sufra y pase por lo que ellos pasaron, pero el caso es que tengo otros propósitos para mi vida. A mí no me va eso de estudiar otra carrera que no te gusta solamente con el fin de ser exitoso en un futuro, tener trabajo seguro, casarte, tener hijos y morir.

¡No!  Absolutamente No.
Acepto que él tener un "súper título" puede llegarte a dar muchas oportunidades y no tener que sufrir por la falta de dinero, pero también es absurdo estar trabajando en algo que te desgasta y hacerlo por pura obligación. Obviamente que quiero trabajar pero quiero aspirar a cumplir mis sueños ¿Acaso está mal luchar por lo que uno quiere?
Bueno, al parecer eso creen mis padres:

—Quizás ahora que ya estás viviendo en esta ciudad podrías intentar estudiar otra carrera. Una mejor—sugirió mi madre.

—¿Una mejor carrera? —típico, estaba ninguneando mi profesión.

—Sí, quizás sería lo mejor.

—Tengo empleo, no puedo dejarlo para estudiar.

—Eres recepcionista, Emma...—agregó mi padre—No estudiaste para trabajar de eso.

¡Uf! Siendo sincera amo a mis padres, pero cuando empiezan con esas conversaciones paso de amor al odio. Me hacen poner súper nerviosa, aunque con los años ya me dejo de importar. Sus insultos hacia mi profesión ya no me hieren porque se perfectamente que estoy ejerciendo como diseñadora.

Ya no le prestó atención a los malos comentarios, a todo lo negativo. No hay nada más lindo que lograr tus propias metas sin ayuda de nadie, yo le voy a demostrar a mis padres de lo que soy capaz.

Yo puedo.

VIERNES:

Salí de trabajar y pase por mi vestido para la boda. Me hace mucha ilusión ir porque es mi mejor amiga pero siendo realista detesto la idea de que haya invitado a muchos de nuestro ex compañeros de la escuela ¡Los detesto!
Bueno creo que detesto a todo el mundo, suerte que al menos puedo mirarme al espejo y no intentar golpearme.