Capítulo 1: Desborde

6 2 0
                                    

El dolor formó parte de mi toda mi vida. Pero siempre supe controlarlo.

Reprimir.

16 años reprimiendo sentimientos llevan a uno al desborde.
¿Cuál fue la gota que derramó el vaso? Eso es lo demenos, el vaso siempre estuvo roto.

Uno, dos, tres. Ya llegué.

Lo dejé, no luché para que no encontrara lugar entre mis piernas. Le hice creer que ya no lucharía por paz esta noche. Ya había tocado fondo.

—A papá le gusta que seas buena niña.— sus manos arrugadas tocaban y el toque ardía. Su cuerpo en placer y mi mente tranquila, ya todo terminaría.

—Yo no soy buena niña, nunca fui una— murmuré con pesar, mis venas palpitaban en busca de la venganza y mi cuerpo lo hacía con anhelo.

Uno, dos, tres. El juego terminó.

Los gemidos ya no eran placenteros sino dolorosos. El cuchillo que escabullí bajo mi almohada relucía el color carmesí con gloria.

—Adiós papito— su cuerpo cayó con agonía al suelo, bañada en sangre caminé al último cuarto. Dónde otro monstruo se escondía, dormía y está vez; solo. Botellas de alcohol regadas por el suelo y cama. Me posicione frente a él, qué inquieto, se removió.

—Ya acabó el juego hermanito, saluda a mamá por mi— con gala y destreza el arma afilada se lució desgarrando su garganta. Mi mente estaba hecha un caos y los murmuros se convirtieron en una sola voz.

—Ya no habrá dolor, la agonía cesó y con ello mi dolor. No hay cura para esto, ahora te pertenezco. Un cuerpo y dos mentes, dónde una ya desistió.—

Porque, el desborde hizo esto. Ya no habrá más lamentos.

_________
Hey! Me disculpo por lo que acabas de leer, soy nueva en esto y espero sepas entender. No soy la mejor escribiendo pero me encanta hacerlo así qué ¿Por qué no intentar?

Iré a maltratar a mi mente para que sea un poco más lista y cretiva, adiós.

Con odio y karma.

As.

INEFABLE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora