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Justo cuando estaba entrando a escondidas por la cocina para salir de la vista de mis padres, mi mamá empezó a llamarme. Gemí en voz alta, porque no quería tener nada que ver con ninguno de mis padres en ese momento.

- ¡Danielle, ven aquí! - Ella gritó, agitandome en la cocina.

- A ella le gusta ser llamada Dani, Samantha - Mi padre suspiró. Finalmente comprendió que no me gustaba el nombre de Danielle.

- Bueno Charles, La llamé Danielle, ¿no? Puedo llamarla como se me dé la gana - Mi madre le devolvió la mirada.

- ¿Qué quieres? - Pregunté. Yo no tenía que estar en ninguna parte, pero prefería estar sola en mi habitación que hablar con mis padres.

- Tu padre y yo seremos socios en los próximos meses y mi empresa será la publicidad para su empresa, por lo que nosotros solo...

- ¿Por qué siquiera me dices esto? No me importa - la interrumpí, rodando los ojos.

- ¡Te gustaría simplemente dejarme terminar! - Mi madre resopló. - Bueno, vamos a invitar a muchos de nuestros colegas a una fiesta el próximo mes, y nosotros sólo queríamos que supieras que tienes tiempo para invitar a algunos de tus amigos.

- ¿Quieres que lleve a mis amigos a una de tus fiestas de trabajo? - Me burlé. Cuando era más joven ni siquiera aceptaba estas fiestas, y mucho menos ninguno de mis amigos.

- Decidimos que sería un momento de diversión para ti y todos sus amigos - Mi padre se encogió de hombros.

- ¡Invita a Taylor y a Erick, también a ese chico moreno con el que andas! - Mi madre dijo, sacando su teléfono y mirando hacia abajo de nuevo, como si hubiera comenzado a desconectarse totalmente.

- Su nombre es Richard y no ando con él - dije con cautela. Sólo me había visto con Richard una vez antes, y ni siquiera sé cómo mi madre pudo recordarlo. Por lo general, le toma por lo menos algunas visitas más recordar a mis amigos.

- Lo que sea, sólo tienes que preguntarle a algunos amigos si quieren venir. No tendrás mucha diversion si eres la única persona joven aquí.

Estaba a punto de responder, pero fuí interrumpida por el sonido del timbre. Me levanté de un salto de la silla en la que había tomado asiento y fui a abrir la puerta antes de que ninguno de mis padres pudieran, y salir completamente de la conversación.

Abrí la puerta para ver a Joel allí de pie, con una enorme sonrisa estampada en su rostro. Tan pronto como me vio su sonrisa desapareció y cruzó los brazos sobre el pecho.

- Oh, es sólo que... - Joel gimió. Comenzó a buscar en sus bolsillos, ya sea por su cigarrillo o su encendedor o ambos.

- ¿A quién esperabas? - Le pregunté.

- Bueno, yo no quiero que tus padres piensen que soy una chimenea si aparezco fumando y mirando como si odiara el mundo - Joel rió ligeramente.

- Dani, ¿quién está en la puerta? - Mi padre se puso detrás de mí y Joel dejó de buscar en sus bolsillos. Miró a mi padre y colocó su mano para saludarlo.

- No es más que...- Empecé a hablar pero Joel me interrumpió.

- Hola, Sr. Brown. Soy amigo de su hija. Tomo el autobús con ella - Joel dijo rápidamente

- Bien - Mi padre asintió, soltando la mano de Joel

- ¿Está bien si Brown, me refiero a Dani, viene conmigo a comer? - Preguntó Joel.

Mi padre volvió a asentir, sin decir nada a Joel mientras se alejaba de nosotros. Creo que él sentía que todo era extraño, normalmente esto no sucedia. He tenido chicos que han venido a recogerme antes, pero que casi no querían conocer a mi padre.

07:10 | Joel Pimentel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora