De pie frente al edificio mirando a las personas entrar y salir, Hiromu Sakurada no pudo evitar dejar escapar una sonrisa. Sentía nostalgia al ver restaurado el Transport Research Center, recordando a sus padres y esa navidad que hace años cambio su vida para siempre.
-¿Pensando de nuevo, Jefe Sakurada?- dijo Ryuji a sus espaldas, haciéndolo volver a la realidad.
-Creo que sera siempre así mientras trabajemos aquí- respondió.
-¡Quien diría que seriamos precisamente nosotros los que aceptaríamos estar aquí!
-Nadie más quería tras lo que paso.
-Eso es cierto- dijo Yoko, acercándose con una sonrisa. -Pero de alguna manera, siento felicidad al estar aquí. Siento a mi mamá más cerca- puso una mano en su pecho.
Los 3 miraron nuevamente al edificio, sintiendo una enorme alegría por los recuerdos. Hiromu abrazó a Yoko, quien le dedico una sonrisa. Ryuji al verlos no podía sentirse más feliz por ellos.
-Al menos ya todo esta en paz- dijo.
-Bueno, un poco- rió Hiromu.
Cuando los otros 2 estaban a apuntó de preguntarle porque lo decía, un grito los detuvo.
-¡Atrapen a ese niño!
Los 3 miraron en esa dirección, por la que Nick, Usada, Gorisaki y J venían corriendo con todas sus fuerzas. Miraban hacia los edificios, buscando en las alturas. Al ver a los chicos, Usada se detuvo repentinamente, causando que todos cayeran al suelo.
-¡Usada!- dijo Yoko, corriendo a ayudarle -¿Estas bien?
-¡Nick! ¿Qué creen que hacen?- dijo Hiromu.
-Estamos buscando a...- comenzó a decir Gorisaki poniéndose de pie, pero un golpe de Nick lo hizo callar.
-¿A quién?- inquirió Ryuji.
Nick comenzó a dar pasos hacía atrás, jalando a los otros Budduroids. Con excepción de J, quien miraba a otro lado mientras sostenía una lata de Enetron.
-¡Ahí!- exclamó de repente el robot plateado, señalando hacía arriba del edificio.
Sentado en el borde del techo, un niño de unos 7 años los saludaba de forma burlona. Vestía un uniforme de la EMC completamente negro y jugueteaba con sus piernas.
-¡J!- lo reprendió Nick -¡Tenías que haber sido más discreto!
-Así que, ¿se les escapó otra vez?- rió Ryuji, cruzándose de brazos.
-¡Es difícil de vigilar!- se quejó Usada -¡Es la mezcla perfecta de ambos!- señalo a Hiromu y Yoko.
-Pero por algo ustedes lo ciudan- dijo Hiromu.
-Corre demasiado rápido, salta demasiado alto y es muy listo- dijo Nick. -Y además, es un niño con mucha energía.
Hiromu soltó a reír, pero Yoko no parecía tranquila. Permanecía mirando hacía arriba, angustiada con la idea de que su pequeño estaba a la orilla de un edificio de 4 pisos.
-¡Jin Sakurada! ¿Qué crees que estas haciendo?- exclamó ella.
-¡Escapando!- respondió el chico -¡Usada y Nick querían obligarme a comer vegetales!
-¡Tienes que obedecerlos, ya lo sabes!
Hiromu se aproximó más al edificio, quedando justo debajo de su hijo. En cuanto lo vio ahí, Jin dio un salto impresionante, cayendo sano y salvo en brazos de su padre.
-No vuelvas a hacer eso- le dijo él a su pequeño. -Sabes que a Okaa-san le preocupa mucho cuando desapareces.
-¡Gomen, Otou-san!- dijo Jin.
Apenas el pequeño estuvo sobre sus pies, su padre comenzó a hacerle cosquillas. Jin reía con fuerza, mientras que Yoko se acercaba preocupada.
-Portate bien con ellos, Jin-kun- dijo ella, arrodillándose para estar a la altura de su hijo. -Solo quieren lo mejor para ti.
-¡Gomen, Okaa-san!- el niño hizo una reverencia.
Yoko lo despeino, abrazándolo.
-¡Jin, Jin!- rió Ryuji, quien estaba a unos pasos. -¡Eres demasiado inteligente!
El pequeño asintió orgulloso, haciéndolos reír.
-¡Vamos a comer algo!- exclamó Usada -Mi Yoko necesita recargar baterías.
-A pesar de ya tenga quien me cuide no dejas de preocuparte- dijo ella.
-Si somos 2, mejor- sonrió Hiromu, ayudándola a ponerse de pie.
-¡3!- exclamó Jin.
La familia Sakurada, junto con Ryuji y los Buddyroids, se dirigieron a la cafetería del lugar en busca de un refrigerio. Pero apenas iban a entrar cuando una alarma los detuvo, silenciando sus risas.
-¡Jefe Sakurada!- exclamó un chico en bata, corriendo hacía él -¡Hay un problema con la computadora principal!
Hiromu le lanzó una rápida mirada a Ryuji y ambos se apresuraron rápidamente al interior del edificio, seguidos de cerca por Nick, Gorisaki y J.
Como un reflejo, Yoko tomó a Jin en brazos. Seguida de Usada, se dirigió con pasos firmes hacía el laboratorio principal, rogando en su interior que nada la alejara de los que amaba de nuevo.