Cambio

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Afuera de la torre del EMC estaba estacionada una camioneta roja, con la puerta de la cajuela abierta. Hiromu, Ryuji y Morishita-san acomodaban maletas en su interior, tomandose su tiempo mientras conversaban casualmente.

Saliendo del edificio, los Buddyroids traían su propio equipaje, que consistía en una reserva bastante grande de Enetron.

-Sigo pensando que no es buena idea- dijo Usada, mientras dejaba la bolsa que llevaba en el suelo. -A pesar de que las intenciones de Yoko-chan son buenas, esa niña me da algo de miedo.

-¡Igual a mi!- secundó Gorisaki. -Tiene una mirada tan fría... Y cuando esta cerca, algo muy extraño altera mis circuitos.

-¡Ya basta ustedes 2!- intervinó Nick. -¡Es solo una niña!- miró al Buddyroid amarillo. -Usada, me sorprende que no estes completamente de acuerdo con Yoko- luego miró al azul -, y Gorisaki, solo estas exagerando. ¡Vamos! A mi me parece una buena idea.

-No lo creo- dijo Usada. -Que viva con nosotros, sin ni siquera saber nada sobre su pasado, me parece una idea de locos.


Ryuji alcanzó a escuchar su conversación, hechandose a reír.

-Parece que han cambiado de compañero- le dijo a Hiromu. -Tú y Usada contra Yoko, Nick y Jin. Parece que la familia esta dividida.

Hiromu solo lo miró de forma inexpresiva, soltando un suspiro y tomando las reservas de Enetron, para guardarlas en el coche y cerrar la cajuela.

-¡Muy bien, todos arriba!- exclamó, mientras acomodaba a Usada en un espacio entre la cajuela y los asientos.

Nick se acomodó en el asiento detrás del copiloto, abriendo la ventana con gran emoción.

-¿Dónde estan Yoko-chan y Jin?- preguntó Morishita-san, mientras él y Ryuji miraban alrededor.

-¡Aquí!- exclamó el pequeño, quien parecía haber salido de la nada.

-Jin...- dijo su padre, mirandolo con gesto recriminatorio.

-Lo siento, Otou-san- dijo el pequeño -, ¡pero es que estoy muy emocionado! Y cuando estoy feliz, olvido las reglas.

El pequeño Sakurada se subió en el auto rápidamente, acomodandose junto a Nick. Traía unos pantalones de mezclilla y una camiseta negra, que tenía un dibujo de los Buddyroids, y que había sido el regalo que su tía Rika le había dado de cumpleaños.

-¿Y Okaa-san?- le preguntó Hiromu.

-Dijo que ya venía- respondió Jin con una sonrisa algo extraña. -Quería estar segura de no olvidar nada.

La expresión de su hijo provocó que comenzará a sospechar que algo ocurría, pero antes de poder preguntarle, Yoko abrió la puerta del copiloto y se subió en el auto, acomodando sobre sus piernas y comiendo una paleta.


-¡Gomen!- exclamó sonriente. -Serena-san necesitaba algo que la protegiera del viento, así que tuve que buscar entre nuestros viejos uniformes.

Hiromu escucho como la puerta detrás de él se cerraba y a los Buddyroids soltando susurros de asombro.

-¡Te queda bien!- dijo Jin, con su entusiasmo reflejado en su voz.

-Arigatou- dijo Serena, en una voz silenciosa y tímida.

-¿Pero..? ¿Cómo...? ¿Cuándo...?- Usada no podía completar ninguna frase por el asombro.

Evitando incomodar a la chica, Hiromu utilizó el espejo retrovisor para ver que sucedía y se quedó impactado con lo que vió: Serena traía puesta una de sus viejas chamarras de su uniforme de GoBuster.

De inmediato le lanzó una mirada a Yoko, quien solo le sonrió retadoramente mientras decía:

-Las mias no le quedaban.

La camioneta de la familia Sakurada arrancó, mientras Ryuji y Gorisaki la veían alejarse. Se quedaron ahí quietos por unos segundos hasta que Gorisaki habló:

-¿Por qué no fuimos también nosotros?

Ryuji se giró, dando una respuesta que extraño demasiado a su compañero robot:

-Es una cuestión familiar.

Y mientras entraba de nuevo al EMC, dijo para sí:

-Aún así, la tengo vigilada- y tomó un folder que había dejado sobre una mesa donde se veía una hoja con datos:

"Nombre: Serena J.

Edad: 13 años y 10 meses

Caracteristicas: Ojos marrones, cabello oscuro, piel clara y cicatriz en el hombro derecho.

Familiares conocidos: Ninguno.

Canalizada: Orfanato de Tokyo, Japón."

Fue a su habitación y guardo esa hoja en un cajón bajo llave, pero antes leyó la frase que estaba anotada en el final de la hoja:

"Mentalmente inestable. Adoptada a la edad de 8 años."

-Es mejor que ninguno sepa nada aún- Ryuji dió un suspiro y salió de su habitación.

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