-¿Memoria fotografica?- exclamó Hiromu, asombrado.
-Eso parece- dijo Yoko. -No entendí muy bien si Jin ya lo sabía o no, pero ella es capaz de reproducir una imagen con exactitud con solo verla una vez. Cualquiera.
Ryuji se le acerco, pidiendole la hoja que sostenía entre las manos. Yoko dudó por un segundo, pero aún así se la dió. Era el dibujo que Serena habpia hecho ese día en la azotea.
-Eso es peligroso- dijo él, después de contemplarlo por un rato. -Podría ser capaz de reproducir cualquier detalle del EMC a la perfección- miró a Hiromu, quien solo permanecía cruzado de brazos con un gesto serio.
Yoko se mordió el labio inferior. Había esperado que Hiromu la apoyara, pero al parecer él también sospechaba lo peor de la pequeña Serena.
Suspiró. Debía decirles algo más, pero no sabía como. Se armó de valor, tomó una bocanada de aire y dijo:
-También hay algo que tienen que ver.
En silencio los guió hasta uno de los laboratorios, donde Nakamura-san y Morishita-san se encargaban de darle clases a Jin. Desde la puerta abierta observaron como Serena y el pequeño Sakurada escribían rapidamente en el pizarrón, cada uno en una mitad como si estuvieran compitiendo.
-¡Tiempo!- exclamó Nakamura-san, deteniendo un cronometro.
Morishita-san se acerco al pizarrón, revisando los complejos calculos con ayuda de un libro.-Punto para Serena- exclamó, colocando una palomita hasta arriba del lado izquierdo, donde estaba anotado el nombre de la chica.
Al parecer ya llevaban un rato así, ya que ella llevaba unas 5, mientras que donde decía "Jin" se veían 6.
-¡Otra vez!- exclamó el pequeño niño con entusiasmo.
Ambos se colocaron en posición tras haber borrado la operación anterior y Nakamura-san comenzó a tomar el tiempo, mientras que Morishita-san les dictaba otro problema.
-Tiene el coeficiente de una universitaría- dijo el comandante Kuroki, sobresaltando a los GoBusters. -Y aunque solo tiene 14, fue capaz de reprogramar una de las Buster Machines dañadas, que estaban inservibles en el hangar.
-¿Desde cuándo lo saben?- preguntó Hiromu, que aunque miraba al comandante, lanzaba miradas furtivas a Yoko, sabiendo que a pesar de que ella ya lo sabía, no había querido contarle nada por miedo a su reacción.
-Hace solo unas horas- respondió el comandante con tranquilidad. -Fue una casualidad. Ella y Jin estaban curioseando en el hangar y el chico pidió ayudar. Serena estaba junto a él, pero de repente se alejó y dicen los ingenieros que lo siguiente que supieron es que ese helicoptero funcionaba de nuevo media hora después. Luego de eso, se le hizo una prueba de IQ- miró hacía el interior del laboratorio -, y nos dimos cuenta que su nivel es casi igual al de Jin.
-¿Y no tiene ninguna alteración genética?- preguntó Ryuji. -¿Ningun sistema como el Anti-Vaglass o algo así?
Kuroki negó con la cabeza.
-Es una niña ordinaria de 14 años- intervinó Yoko, mirando fijamente a Hiromu, quien permanecía con la vista fija en otro lado y con una expresión seria. -Solo tiene una gran mente.
-Y memoria fotografica- dijo Ryuji. -No lo se, me sigue pareciendo que tenerla aquí es una gran para el EMC.
-¿Y qué esperas que hagamos con ella?- Yoko parecía en serio ofendida. -¿Dejarla sola en la calle ahora que esta mejor? ¡No tiene a nadie! Es solo una niña.Viendo que comenzaban a subir el tono de sus voces, Kuroki los alejó de la puerta para que así ni Jin ni Serena pudieran escuchar.
En un tono más silencioso, Hiromu por fin intervinó.
-No estas segura de ello- dijo, mirando a Yoko. -Tú dices que esta sola en el mundo, pero no tenemos la seguridad de que así sea.
-¡Solo mirala, Hiromu!- respondió ella, con algunas lagrimas comenzando a asomarse por sus ojos. -Solo se que si tuviese a alguien no sería tan feliz aquí. ¡Se ve en sus ojos! ¿No lo ves?
Él se limitó a observarla en silencio.
-Yoko-chan- intervinó Ryuji, tomandola por los hombros para que lo mirara. -Entiendo la simpatía que tienes por esa niña, pero Hiromu tiene razón. No sabemos de donde viene, si tiene una familia.
Ella estuvo a punto de contestar, cuando una voz infantil intervino.
-No recuerda nada- dijo Jin desde el marco de la puerta, sosteniendo la mano de Serena, quien se veía triste.
-Todo lo que sé- intervinó ella, sonando avergonzada. -Es que de donde sea que venga, no quiero volver allá- levantó la vista, mirando a cada uno firmemente. -Confien en mi. No le haría daño a quienes me han salvado la vida. Es una deuda de honor.
Detrás de ellos, Morishita-san y Nakamura-san asintieron, asegurandole a los GoBusters que era de fiar.
-Yo confio en ella- dijo Yoko, colocandose al lado de la chica y abrazandola por los hombros. Serena la miró sorprendida y ella le dedicó una sonrisa. -Si Jin lo hace, yo también. Él es muy listo.
Jin asintió sonriente, abrazando a Serena con fuerza.
-Además- añadió, sacando una barra de chocolate de su bolsillo y dandole una pequeña mordida. Espero unos segundo antes de continuar -, si lo que les preocupa es que ella este en el EMC, creo que ya tengo la solución para eso.