Mata de mangos.

126 22 9
                                    

Estos eran descubrimientos que valen oro, agradecida con el de arriba por esto.

El vecino de atrás tenía una mata de mango, ¿Lo mejor? La vaina estaba cargada de mangos pintones.

¿¡Por que coño yo no estaba al tanto de esa información!?. A por supuesto, porque desde mi cuarto no podía curusiar pa la casa de los vecinos.

Y obviamente, yo tenía que robarme unos cuantos manguitos.

— ¿Que se supone que...

Shh, si no vas a colaborar no habléis mejor — le dije a Ha Ru que me veia como si yo hubiese perdido el último tornillo que me quedaba. — vayese pa su matine mejor.

— ¿Matine? ¿Por que llamas a mi fiesta con un nombre tan marginal?

— Ha Ru, música, bebida, gente a las 11 am ... matiné.— le expliqué mientras buscaba un condenado palo que me sirviera para bajar aunque sea una manguita de esas.

— ¡es un Launch party! Por dios.

— aja, aja lo que tu digas. ¿Donde hay un palo grande y resistente que me sirva?

Ha Ru me miró, después entendí el chinazo. Fuck.

prueba con el rastrillo de allá — me señaló el que estaba en el cuartico de herramientas — mira, solo vine a decirte que no vayas a hacer una tontería delante de mis invitados — pidió.

Aja, chama relajala que ni me van a sentir — dije separando el palo del rastrillo

bueno, deberías ir. Es un almuerzo social y creo que papá se enojara si no te ve ahí— explicó — los chicos no tardan en llegar tampoco.

Que raro.

La cosa estaba así, en el último mes lo de la campaña publicitaria era más serio y como ellos y nosotros nos veiamos más seguido se puede decir que además solo ser la imagen de la empresa se volvieron más cercanos hasta el punto de venir a nuestra casa algunos fines de semana, mi papá hacía sus famosas parrillas o cuando Solhee se ponía muy fastidiosa contrataban a un chef que hacía comida tradicional coreana de pinga.

Hoy era uno de esos días, y a parte de los chamitos de BTS, vino el novio de Ha Ru, Joon Hyuk y otros panas que no conozco. La verdad es que no me gustaba ser rompe grupos ni nada por el estilo pero tampoco me llamaba la atención sentarme a escuchar y medio entender lo que hablaban, y pues lo único que hablaban era de negocios, giras, contratos y vainas de esas que acostumbra a hablar la gente con plata. Daba ladilla.

Incluso las reuniones de diciembre de mis tíos eran más divertidas, y eso que nada más eran un poco de viejos borrachos hablando mal del Gobierno mientras se atragantaban de cocuy y hayacas. Y cuándo se ponían muy curdos nos regalaban plata a mis primos y a mí.

déjame que baje esos preciosos de haya y después vemos — le dije concentrada en buscar un alambrito para hacer un gancho en la punta y llegar al racimo de mangos que me tentaban.

bueno, tu decisión. Nos vemos — dijo dando una vuelta para entrar de nuevo a la casa. — y de nuevo, no hagas una estupidez.

No le paré mucho por que yo estaba pendiente de hacer mi arma y poder cumplir mi misión, comer mango.

Es decir, desde que llegué aquí no había visto en los patios pero es que ni una mata de malojillo en los patios, y se me hacía extraño por que, ¿Con madres patios que haría yo? Aunque sea una matica de platano siembro, pero bueno eran chinos con plata supongo que no necesitaban nada de eso.

Naguará! JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora