LA COLA

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- Papá.

Lo llamé pero su atención seguía pegada en la pantalla de su teléfono, estaba esperando una llamada y un correo importante o algo así y no dejaba ese perol ni para comer.

- Dime hija, hable que yo la escucho... - dijo apenas apartando la mirada para meterse una cucharada de arroz.

- Bueno... Este... ¿Que tal te va en el trabajo, todo bien todo correcto? - le pregunté como para romper el hielo, mira sa vaina, tratar de romper el hielo con tú propio papá. Hay que echarle bolas.

Me miró extrañado. Aleluya. - Si, bueno algo estresante pero bien.

- Ah, que bueno. - respondí jugando con el pollo que parecía medio crudo, le eché salsa negra como me dijo la señora de la tienda. - En realidad, yo quería hablarte de una cosa.

Así, es después de como 5 intentos de que me pusiera cuidado al fin logré encontrar un chance de hablar a solas sobre lo del asuntico con el Kyuho.

- Ujum, ¿Que pasa? - y el bendito teléfono.

Suspire - Bueno, es que aja. Tu ¿Te acuerdas de Kyuho? - asintió - bueno es que la otra noche cuando fue a la casa el...

Fui interrumpida por el sonido de su celular y su grito eufórico. Era la llamada que esperaba.

- Espera un momento hija. Contesto esto y vengo - se levantó del lugar y se dirigió a hablar afuera.

Suspire cansada.

Y pensar que al principio el plan era quedarme aquí para pasar tiempo con mi papá y recuperar nuestra quebrada relación,pero no mano, que cagada. No estaba más lejos de la realidad, el era un hombre muy ocupado y podía entenderlo rial es rial y negocios son negocios, pero coño no se le caía nada por escuchar a uno como se debe. Estoy segura que su mamá, digase mi difunta abuela le enseñó modales.

Había estado muchos años sin mi papá y me había acostumbrado a solo tenerlo como un buen recuerdo, y nada más. Nunca tuve la necesidad de un padre, o eso pensé. Porque ahora que vivía con el me doy cuenta que no fue así, y que ahora que al fin puede decirce que tengo un Papá, y éste no me pare bolas... es decepcionante he de decir.

Ay no, pero que puedo hacer. Tragarme la decepción y nada más.

- Dime hija, me decías que Kyuho... - se sentó y comenzó a comer más rápido, estaba apurado.

Y yo no lo iba a ser la causante de su retraso.

- nada, que la otra noche que fue a a casa fue muy pana. Ya. - mentí y me terminé de comer el pollo con salsa negra, estaba bueno a pesar de parecer crudo.

- Si, el es un buen muchacho. No puedo decir lo mimo de su papá - contestó terminando su comida y sacando la tarjeta para pagar - El viejo ese es un vivo, quiere siempre sacar algún beneficio de más en todo. Ay el viejo Bae - dijo divertido, sonreí sin ganas.

Y así fue como mi intento de socializar con mi papá fracasó.

Los objetivos no fueron alcanzados camaradas, por ahora.

***

Llegué a mi habitación y lancé el bolso a su suerte, donde cayera el bicho ese. Busqué el teléfono que me había obsequiado mi apa y me puse a jugar cualquier jueguito estúpido para matar tiempo, debería estar haciendo la tarea de matemáticas y estudiando historia de Corea pera aj, siempre podía copiar antes de entrar al salón. Mis ánimos habían decaido luego de el intento de socialización padre/ hija en el restaurant, no me gustaba admitirlo pero tampoco podía engañarme a mí misma. Necesitaba salir, hacer algo antes de deprimirme más.

Naguará! JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora