Kai está equivocado.

81 21 4
                                    

Era como una nubesita mi nueva almohada.

Me encataba mucho, era como dormir entre nubes, pero... ¿Porque mi almohada se está moviendo tanto?

Sin abrir los ojos puse mi pierna por encima de la almohada, quedese quieta pues. ¿Vas a seguir moviendote? Te voy a amarrar vas a ve.

Me levanté para hacer que esa bicha se quedara quieta entonces me encontré con una sorpresa.

¿Y desde cuándo mi almohada es tan bella?

—Buenos días —dijo simplemente

Eso si me terminó de espabilar —aguanta... ¿Que hice? ¿Que me hiciste? ¿Porque estoy aquí?

No me respondía, me asusté. Ques que yo dormía no se ni de mi existencia.

CARA E CHANCLA RESPONDE! - le lancé una almohada - ¡QUE PASÓ!

- Ya, ya calmate - dijo entre risas evitando las almohadas, ¿Te parece gracioso condenao? - No paso nada no te preocupes.

- ¿Entonces porque amanecí aquí y no en la silla dónde estuve anoche? ¿Mágia?¿Brujería? - pregunté

- Sólo quería que estuvieras cómoda, por eso te iba a prestar mi cama mientras yo iba al sofá. - explicó sentandose en la cama - Pero al parecer alguien me utilizó de almohada humana.

AY SEÑORRRRR QUE PENA
..
- ¿Yo? Estas drogao — dije disimulando la cosa. — Mira, y como te sientes ya. ¿Ya se te pasó la Cosa? — dije caminando la tema.

Se veía mejor que ayer, definitivamente.

— Si, no me sentí mal en toda la noche — Dijo — Gracias a ti. —agregó con una de esas sonrisas que tanto me encantaban.

— Bueno, cuando usted quiera. No hay de que — dije sin más.

Por la ventana pude apreciar el hermoso paisaje que se veía desde aquí el cuál por el tormenton de lluvia de anoche no pude apreciar. El sol brillaba demasiado esa mañana.

Un momento.

— Ay Dios mío. — de repente recordé un detalle importanticimo. — Jungkook que hora es. — pregunté sin querer averiguarlo por mi misma.

— 9:30 am por q...?

Ni siquiera lo dejé terminar cuándo ya yo estaba volando de dónde estaba para buscar mi unifome.

— Kim, ¿Que ocurre?

Maricoo, Tengo clases, voy tardisimo — le expliqué mientras terminaba de buscar mis pertenencias. — ¿Pasan taxis por aquí no? Porque si no ahí si es verdad que estoy frita.

— Puedo llevarte.

Ah, fino.

— ¿No hay problema con eso? — pregunté por si a las moscas. El mientras se colocaba una gorra y un cubrebocas negro, y unas llaves que estaban en la mesita cerca de la puerta.

— Tranquila, vamos. — Dijo tomando mi mano. La que estaba libre, porque la otra venía full con el uniforme y los zapatos.

Eso me hizo notar otro detalle.

Aún tengo puesta la ropa de mi suegra. Digo, la mamá de Jungkook.

Manooooo, No me cambié de ropa, voy a tener que cambiarme en un baño público— eso significa perder más tiempo, pero bueno.

— Puedes cambiarte en el auto. Hay suficiente espacio. — sugirió.

Lo mire — Ujum, mosca pues. Que más me va a tocar así, no hay de otra.

Naguará! JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora