Estrellas [SuLay]

02

—¿Cómo fue que los conociste, Abuelito?

El pequeño DongHae acurrucaba más su pequeño cuerpo en el pecho del Anciano, el frío comenzaba a meterse por sus pequeñas manitas y sentía helados los pies. Aún así esperaba la respuesta a su pregunta, quería saber más sobre la historia que su Abuelito estaba contándole.

—Fue casualidad, pequeño. Simple casualidad...

<<Casualidades ocurren cada cierto tiempo, donde los ancestros desean que alguno de nosotros, seres inferiores para algunos y seres sin conciencia para otros; intervengan en las decisiones nefastas de algunos.

Los besos y las sonrisas destacaban a la pareja que la Estrella y el humano protagonizan. Los ojos pequeños y risueños de Yixing hacían suspirar a cada minuto y el corazón del pobre JunMyeon parecía querer escapar de su ser.

Las Estrellas mayores intentaron a cualquier costa llegar a la pequeña Estrella en la Tierra, querían de regreso a su ser más puro y limpiar de él cualquier suciedad y pensamientos impuros que el humano le hubiese metido. Querían decirle a Yixing que su enamoramiento solo era admiración por lo que los humanos hacían cada día, querían alejar a la pequeña Estrella de su más grande amor.

¿Qué podían hacer si solo los Demonios podían pisar la tierra cuánto les apetecía?, ¿Qué podían hacer si su ser más sabio les ha dicho que JunMyeon jamás lastimaría a su ser más puro?

—¡Debemos regresarlo a la pureza de nuestro reino! —bramó Jaemin, la estrella del Norte—. ¡Usted no puede decir que ese humano no lastimaría a nuestro pequeño chico!

—¿Cómo estás seguro que lo hará, Jaemin? —habló con calma el Viejo y Sabio DoJoon—. El destino de nuestra hermosa y pequeña Estrella depende de lo que decidas en este momento y en lo que decida JunMyeon en el futuro.

—¿Decidir ese inconsciente sobre el futuro de nuestro ser más puro? —sonrió sarcástico Jaemin—, lo más recomendable es mandar a alguien y traer a nuestro pequeño chico de regreso.

Las demás estrellas querían estar de acuerdo sobre lo que Jaemin estaba dictando, sin embargo la mirada confianzuda que el Viejo y más sabio DoJoon mostraba, les hacía arrepentirse de querer estar de lado de la Estrella del Norte.

—¡Yo iré! —saltó entre las más jóvenes estrellas una melodiosa voz—, si esto les hace mantener la compostura, yo iré y vigilaré a Yixing.

La estrella del Norte miró con desconfianza al pequeño joven de rostro fino, sus palabras hicieron reír al Viejo y Sabio DoJoon.

—¿Qué harás en la tierra a parte de vigilar a nuestra más brillante Estrella? —cuestionó divertido el Viejo DoJoon—. Nuestra estrella no necesita vigilancia, pero si así lo deseas y las demás Estrellas presentes están de acuerdo. Te enviaremos.