— ¿Qué es esto? —repitió. — ¿Entraste en una residencia privada? —me escruto con la mirada. Mis piernas temblaban, mis manos sudaban en frio, mi corazón galopaba, nunca había estado tan asustada. —Esperaba que no tuvieran razón —se dijo a sí mismo.
Salió de mi habitación a paso rápido y corrió al primer piso.
Con manos temblorosas tome el pendrive y busque, con la mirada, un lugar seguro para guardarlo. Lo puse debajo de mi cama, en un intento estúpido de arreglar lo que había provocado. Mi curiosidad y mi estupidez me habían llevado al fondo de un gran hoyo.
No confiaba en nadie, excepto en Logan, solo en el, pero a veces me preguntaba si en el también se podía confiar.
No sé de que es capaz Jared, desde saber la verdad sobre la A.S.I. me he preguntado: ¿De qué tipo de personas estoy rodeada?
No se llevo los papeles, pero de seguro vendrá después por ellos.
De pronto deje se sentir mis piernas y mis brazos. Mi cabeza palpitaba como si tuviera a mi corazón ahí dentro. Y en mi cuello tenía una leve molestia.
Toque mi cuello con una mano y lo sentí. Una estructura delgada, larga y pequeña. Mis ojos pesaban demasiado. Estaba casi segura de que eso era un dardo tranquilizante, si bien nunca había recibido uno, podía apostar que lo que estaba sintiendo era como me había dicho que son sus efectos. Me di la vuelta pero mis fuerzas no eran suficientes y caí el suelo.
Lo último que mis ojos vieron antes de cerrase por completo, fueron un par de botas negras.
Mi despertador sonó estruendosamente. Con una mano, a ciegas, intente apagarlo hasta lograrlo.
De pronto recordé todo lo que paso la noche anterior. Me levante de donde sea que estaba acostada y me puse en posición de defensa asustada del lugar donde podría encontrarme. Cuando mis ojos se acostumbraron a la luz, vi que solo estaba en mi habitación.
Estaba tal cual antes de haber salido a la mansión Campbell.
Mi mochila con las cosas del instituto en el suelo, mi notebook con la ventana de reproducción de música abierta sobre el escritorio, donde también estaban algunos papeles. No había señales de los papeles o del equipo o de la mochila negra como tampoco de mi ropa. Llevaba mi casual pijama.
Extrañada baje las escaleras lentamente, se escuchaban ruidos en la cocina.
¿Cómo es que las cosas no estaban? No pudieron desaparecer. Tenía que llamar a Logan, sacarle información de lo que había pasado en su casa la noche anterior.
Apoye mi espalda en la pared en diagonal a la cocina, mi pecho bajaba y subía rápido. Incline la cabeza hacia adelante para intentar ver quien estaba ahí.
— ¿Alexa? —dijo la voz de Jared. —Despertó —le dijo a alguien.
Con algo de miedo, di un paso hacia la cocina para encontrarme con una escena nada tranquilizadora.
Jared cocinaba huevos mientras Sam, sentada en la mesa frente a él, me miraba sonriendo. ¿Hace cuanto tiempo estaba Sam, a solas, con Jared?
—Hola —me dijo sonriente Sam.
— ¿Hace cuanto que estas aquí? —dije con miedo mirando a Jared.
— ¿Diez minutos? —Sam miro a Jared y este asintió afirmando su suposición.
—Ven —tome el brazo de Sam y la arrastre por las escaleras hasta mi habitación.
— ¡Te dejare el desayuno aquí! —me grito Jared desde abajo, ignore su comentario. Iba a tener que votar un par de huevos.
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No es mi vida, es solo una misión más 2
Teen FictionLa vida de Alexa se llena de aún más problemas y secretos que descubrir. Por el bien de Logan lo mantiene en la ignoracia de sus planes. Nuevas y antiguas preguntas no resueltas llenan la cabeza de Alexa de incertidumbre. ¿Dónde esta Derek? ¿Cómo se...