¡Transmigré en mi personaje de drama!

Capítulo XXXII: Ciudad Yi (parte I)

Maratón 3/5

Ya había pasado mucho tiempo desde que ese idiota de Wei Wuxian había dicho que iba a tomar el aire y volver, Jiang Cheng al ver su hermana preocupada por su tardanza, tuvo que salir a buscarlo personalmente.

Lo que uno tiene que hacer, esperaba que no esté acosando alguna doncella o volviendo a sus "antiguos hábitos" de beber y hacer el vago en un árbol.

Al pensar en eso, Jiang Cheng frunció aún más el ceño mientras maldecía en murmullos inentendibles, aceleró sus pasos para acabar con toda esa estupidez lo antes posible y  volver con su padre y hermana.

Distraído con en sus pensamientos, de preocupación por su hermano mayor  que nunca diría en voz alta como todos sabemos, no noto a la persona frente suyo y acabó chocando directamente y cayendo sentado en el suelo.

"¡Es que no sab...!" cuando a gritarle a ese idiota que se le puso por delante, quedó callado al instante.

¡Mierda!

Su madre era ese idiota.

Si ella supiera de que la iba a llamar así, seguro que sentiría en carne propia a Zidian y mil torturas más. Con miedo y casi temblando, Jiang Cheng se puso de pie al instante bajando la mirada a sus pies.

Siempre que estaba junto con su madre, no sabía como reaccionar ni que decir o hacer.

Se sentía muy incómodo.

"Madre..."

Jiang Cheng trago antes de comenzar su, larga, disculpa a su madre por haberse chocado con ella y por no mirar a donde iba.

Pero...

No dijo nada.

Se quedó de piedra cuando unos brazos lo envolvieron, estrechándolo contra el cuerpo de su madre en un abrazo que Jiang Cheng no supo cómo reaccionar ni interpretar. Sus ojos se abrieron como platos mientras sus manos temblaban, se sentía muy raro y nervioso.

¿Cuándo fue la última vez que su madre lo abrazó?

"¿M-Madre?" su voz temblaba.

Yu ZiYuan no dijo nada, solo lo estrecho más fuerte y con una mano le acarició la espalda lenta y ¿cariñosamente? Su mano temblaba un poco mientras daba sus caricias, era una principiante en todo esto de mostrar afecto y esas cosas, por lo que no sabía si lo estaba haciendo bien.

Si estuviera en sus cinco sentidos, nunca lo hubiera hecho pero ese Wei Wuxian le dijo esas cosas y su cuerpo reacciono por sí mismo ignorando las órdenes de su cerebro.

Parece que siempre quiso abrazar a su hijo, como lo han hacen las demás madres.

Se sentía muy reconfortante, cálido y agradable.

Aunque Jiang Cheng se sentía incómodo y nervioso, con los brazos temblando envolvió sus brazos alrededor de su madre un poco temeroso de que todo sea un juego de su mente o un sueño, y si así fuera, no quería despertar.

Por otro lado, Xiao Zhan tenía la mirada perdida tumbado sobre su cama. Había llorado tanto tiempo que sus ojos estaban rojos y un poco hinchados, en sus mejillas brillaban el rastro de todas sus lágrimas derramadas.

Su corazón dolía cuando recordaba su otra vida, por lo que cuando estaba en el Receso de las Nubes se había prometido no volver a pensar en ella, para no sentirse triste y miserable, se había subestimado a sí mismo.

Tan patético.

Suspiro tapándose los ojos con su brazo, le dolía la cabeza por el recién llanto y seguía con un malestar en el pecho. Parece que esta noche no será una buena noche después de todo, pero al menos esperaba que de su charla con Madame Yu pueda entender que tenía que cambiar o sino iba a perder lo más valioso en su vida.