Adelante

Capítulo 7.

Si hay algún error no duden en hacérmelo saber. :D

***

No he hablado con Ethan, al menos no después de mi torpe revelación, tampoco es que él fuese de mucha ayuda. Pues luego de lo que le dije, el silencio fue demasiado como para soportarlo así que únicamente mascullé un gracias y bajé del jeep sin importarme que él saliese justo detrás de mí. Nos hemos encontrado es verdad, pero ninguno de los dos sabe exactamente qué decir, únicamente nos dedicamos una sonrisa incomoda y después cada uno sigue en lo suyo.

Al menos estaba agradecida porque él no le dijo a nadie más la verdad de mi estancia en la casa de Hilda. Ni siquiera a Dominic...Dominic, debería haberme enfadado con él por dejarme sola en aquella fiesta, claro que en cuanto nos encontramos al día siguiente él se disculpó de manera torpe y yo hice todo por dejarle claro que realmente no me importaba.

Así que ahora me encuentro aquí, metida en uno de los salones de Hilda mientras paso el paño húmedo por la barra donde las chicas se apoyan para hacer flexiones, luego de mi sesión de baile con Dominic, no he intentado practicar por mi cuenta nuevamente, aunque debo decir que estar metida aquí complica mucho las cosas, los deseos por intentarlo nuevamente cada vez son más difíciles de ignorar, probablemente lo haría, si al menos tuviese la certeza de que Hilda no va a reprenderme por ello.

Detengo mis labores en cuanto escucho la música procedente del salón contiguo, es demasiado llamativa, como si las notas hipnóticas te llamasen para no perderte ninguna cuerda involucrada en aquel sonido que emite el violín, dejo caer el paño húmedo y me encamino en puntillas para ver el espectáculo, pues esta música, a diferencia de la que Hilda emplea en sus ensayos, parece más atrevida y salvaje de lo que ella acostumbra.

La puerta del salón se encuentra entreabierta. Hilda al lado de Dominic observa fascinada a la chica que parece haberse apoderado por completo del salón, ella baila, pero no es la danza tradicional, por supuesto que hay poses propias del ballet, aunque más que eso, ella mueve las caderas de una forma que parece hasta sensual mientras salta, da giros que son acompañados por ese cabello de color cobrizo. Pareciera que su danza es complicada, pero a ella no le importa, no ha dejado de sonreír. Hilda la mira completamente complacida y diría que hasta orgullosa por aquel baile y Dominic se mantiene de brazos cruzados con aquella sonrisa torcida. La chica continua su danza, meneando las caderas al compás de la música, ni siquiera me había percatado de la presencia de Ethan hasta que ella le hace un ademán para que se acerque y entonces todo luce como magia pura, danzando como si se tratase de una sola persona, al tiempo que Ethan apoya sus manos en la cintura de ella para elevarla en el aire, aunque ella logra opacarlo bastante, es ella la protagonista y él un mero acompañante. Incluso yo me siento deslumbrada por la enorme confianza que proyecta, porque ella ha dejado atrás ese temor a equivocarse, hasta que la música termina y la chica se deja caer completamente agotada pero feliz.

Los aplausos no tardan en resonar en aquel salón, Hilda es la más complacida de todos ellos. Ethan se acerca a la chica, ayudándola a levantarse no sin antes darle un fuerte y sonoro beso en el cabello sudoroso.

—Excelente, Sonya —agrega Hilda con la enorme sonrisa adornando su rostro—. Veo que tu estancia en Rusia fue realmente provechosa. ¿No lo crees, Ethan? —Pregunta, él le extiende una toalla a la chica llamada Sonya y únicamente asiente.

Hay una extraña sensación en la boca de mi estómago, como una especie de vacío que amenaza con engullir todo a su paso. Trato de no prestarle demasiada atención, simplemente que es difícil ignorarlo cuando noto como Hilda e incluso Ethan parecen desvivirse en atenciones para Sonya. Ni siquiera debería haberme quedado a mirar, aunque para ser honesta, el baile de esa chica y la manera tan salvaje y suya de entregarse a el son demasiado intensas como para simplemente ignorarlo. Apoyo la palma de mi mano en la puerta para poder escuchar mejor lo que acontece ahí dentro que incluso me olvido de que la idea básica era la de hacer esto sin ser notada. La puerta se abre lentamente chirriando en el proceso, en cuanto lo hace me apuro a ocultarme en el muro contiguo, aunque parece que Dominic se ha dado cuenta de mi presencia.