Mi Verdadero Amor [Terminada]

Cap 8» Rompe El Hechizo

Narradora

Ya llevaban varios días "fingiendo" ser los más grandes amigos del mundo casi hermanos, Edward y Stefan no se soportaban, no exactamente porque se odiaran, si no por la comodidad que sentían estando juntos, tenían algunas cosas en común, eso hacia más amena su convivencia, por otro lado Itzel y Bella se comenzaron a unir, en este momento Bella se encontraba paseando junto a ella por los límites.

— ¿Entonces te atrae Damon?

Bella le asintió a Itzel.

— Siento que lo conozco de antes, pero no se que es, y tengo un lío en la cabeza que quiero resolver antes –le explicó rápidamente Bella a su madre, siguieron caminando en silencio hasta que Itzel decidió hablar.

— ¿De verdad te gusta Paul?, es lindo pero no lo veo contigo, además el solo esta enamorado y no se puede imprimir de ti ya que ya no puedes procrear.

Bella bufo y se giro para verla.

— Lo se pero eso no impide que la pasemos bien.

Itzel rodo los ojos y en eso le llegó el aroma del susodicho.

— Iré a ver que Ed y Stef no se maten, te veo en la noche.

Antes de recibir respuesta Itzel ya se había alejado, Bella se acercó más al arrolló y al llegar, Paul este hizo lo mismo.

— Te vez hermosa –le dijo Paul a Bella y esta en respuesta lo beso, pero ninguno de los dos se percató de que alguien se acercaba, Damon estaba buscando una buena presa pero cuando llegó al arrolló y vio que Bella, su amada de años se estaba besando con el pulgoso mal genio de Paul, no lo resistió y se fue de ahí con el corazón echo trizas, solo tenía claro algo y se dirigía a donde estaba, al encontrarla se acercó con cuidado, cuando ella se percato de la presencia de Damon se giro, esta vio la cara de tristeza que traía él, se le acercó y lo abrazo.

— Rompe el hechizo –le pidió él a ella en un susurro, este estaba sollozando y se sentía a morir.

— ¿La has visto? –pregunto Itzel separándose un poco y este asintió.

— Lo haré, además ese pulgoso no me caí nada bien.

Damon le medio sonrió, y ella lo volvió abrazar, duraron así unos segundos ya que Edward y Stefan aparecieron con una gran sonrisa falsa y llena de "hipocresía", al menos así los dos querían pensarlo, Itzel y Damon también pusieron su mejor sonrisa falsa para ocultar el momento de tristeza que acababan de tener hace unos segundos.

— Damon y yo iremos a Seattle, nos vemos en la noche –dijo Itzel y se llevó a Damon a jalones que realmente no eran necesarios, los otros dos se miraron entre sí confundidos.

— ¿A tu hermano no le gusta mi mujer, verdad? –le preguntó Edward a Stefan de lo más normal.

— ¿Tu mujer? , ya quisieras Imbécil –le contestó Stefan y así dieron inicio a una nueva discusión, aunque no parecía nada grave ya que se reían con cada estupidez que decían, esto fue visto por nada más y nada menos que Klaus que se estaba riendo de ambos en silencio.

— No tengo la culpa de que tú pene no sirva, Cullen –dijo Salvatore con una sonrisa burlona.

— Mi miembro sirve más que la tuya, yo le hice una hija y tu ni un orgasmo le provocabas.

Stefan asintió divertido para luego lanzarse sobre él y mantenerlo en el suelo.

— Pues al menos yo no me metí con mi hija.

Edward intento quitarlo de arriba, ya se estaba comenzando a molestar.

— No empieces con eso, yo no sabía que lo era y te lo he dicho mil veces.

Stefan asintió y le ofreció una disculpa antes de acomodarse mejor sobre él.

— ¿Sabes?, si no fueras tan idiota e inservible de seguro ella al menos te daba entrada como a mi.

Edward rio ante eso y se movió un poco hasta quedar apoyado sobre sus codos.

— Ella no te da entrada, que la besaras no significa nada ya que terminaste estrellandote contra un árbol.

Él sonrió recordando eso y mostrandoselo al lector de mentes.

— Al menos yo la bese, ¿tu que has hecho?, solo la has visto de cercas y eso cuando nos busca para procurar que no nos matemos.

"Lo menos que quiero es matarte"

Pensó Edward viendo los ojos verdes frente a él y una sonrisa involuntaria apareció, pero se fue al segundo de que alguien cayó desde lo alto de los pinos.

— En vez de estar perdiendo el tiempo con discusiones estúpidas les diré algo a los dos y que les quede claro, los penes de ambos no volverán a penetrarla si no dejan de actuar y pensar como ella quiere, no sean imbéciles, idiotas.

Y con eso dicho Klaus se marchó del lugar dejando a los dos perplejos y avergonzados, no por lo dijo por el mayor, si no por la posición tan comprometedora en la que estaban.

Continuará...

06-May-2020