-ˢᵘᶰᶠˡᵒʷᵉʳ ಿ-
Taehyung siempre amó la preciosidad de los girasoles, y aunque no lo dijera, siempre le pareció que el castaños de hermosos ojos era tan chillón y brillante como cientos de ellos.
Pero por desgracia la luz que irradia Jeon es una flor...
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Taehyung estaba un poco intrigado del porqué el Hanahaki de Jungkook era diferente al resto. No solo era una enfermedad hereditaria, sino que también contaba con un peculiar brote. Según lo que le había contado el lindo castaño, el Hanahaki de su madre era de brotes de Adelfa. Entonces, ¿por qué el de Jungkook se basaba en los llamativos girasoles?
Al investigar un poco se encontró con la hermosa metáfora —y realidad— de que estas flores «abrazaban» los rayos del sol.
A diferencia de otras plantas, los girasoles no esperaban al sol, sino que lo buscaban.
«Los girasoles persiguen al sol desde que nace hasta que muere al anochecer».
Entonces tuvo sentido. Jungkook era el sol de los girasoles que brotaban en su interior, lo seguirían hasta el final de sus días.
Un destino hermoso y bastante triste.
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Todo fue perfectamente bien por unos meses. Su relación con Jungkook se estrechaba más y más, a tal punto que, si no pasaba sus tardes con Namjoon y Yoongi, lo hacía en compañía del castaño. Gracias a eso se fue ganando un poco de aprecio por parte de SeokJin, seguía mirándolo de mala gana, pero esto se remontaba a unas cuantas veces. Parecía realmente feliz de que Jungkook sonriera.
Incluso, Taehyung mejoró su calificación en literatura gracias a las notas de Jungkook.
Las cosas con Minjae también iban bien, su hermano ya se iba acostumbrando a su nuevo trabajo a la par que sus experimentos en la cocina salían mejor cada día.
Hubo un día en el que Taehyung acompañó a Jungkook a una de sus citas médicas y pudo ver una radiografía del tórax de este.
Los girasoles realmente estaban ahí. Eran muchos y se enredaban y apretabas varios de sus órganos.
Jungkook realmente estaba enfermo.
Realmente moriría.
Estaba conmocionado.
🌼🌼🌼—
Un golpe de realidad llegó cuando las hojas de los árboles comenzaron a secarse.
Jungkook no asistió a clases por un mes. La versión oficial que daban los profesores fue que había tenido que viajar a Seúl ya que su padre estaba gravemente enfermo.
Taehyung aceptó dicha versión sin rechistar, era mejor creer eso a que la idea de un Jungkook hospitalizado invadiera su cabeza.
Finalmente, cumplido el mes, Taehyung se paró frente al salón de Seokjin y le pidió la dirección del hospital en el que Jungkook se encontraba. Había pasado demasiado tiempo, la espera lo ponía ansioso.
Seokjin le dio la dirección sin fulminarlo con la mirada, al contrario, parecía aliviado de que Taehyung al fin se dignara a verlo. Sin embargo, no le dio la dirección de un hospital.
