𝑺𝒖𝒏𝒇𝒍𝒐𝒘𝒆𝒓. |𝑻𝒂𝒆𝑲𝒐𝒐𝒌|🌻

🌻Seis| ೃ

—¡KIIIIM, espera!

El castaño se convirtió en una pequeña bola de molestia, bueno, al menos al inicio. Solía interceptarlo a unas cuadras del instituto y caminaba a su lado hasta un cruce donde se reunía con las usuales tres chicas del salón. Con el paso de los días, Taehyung lo acepto como parte de la rutina.

La noche anterior había llovido a cantaros, las calles estaban repletas de charcos y, por supuesto, resbaladizos. Jungkook corrió en un intento de alcanzarlo, tropezó y se deslizo hasta Taehyung. El rubio bien pudo sujetarlo del brazo para evitar su caída pero, en su lugar, se hizo a un lado dejando que Jungkook se estampara contra el suelo.

—¡Ahhh! ¡Eres tan malo! ¡Me dejaste caer!—se quejo a la par que se llevaba las manos a la cabeza para frotarse un poco.

Taehyung lo esquivo y continuo su camino indiferente.

—Y te lo dije, tú caminas por tu cuenta y yo por la mía.

El de castaños orbes asintió abochornado y se situó al otro lado de la calle, intentando mantener el ritmo del mas alto.

—Hoy iré a comer ramen picante con Jimin—canturreo—. ¿Vienes con nosotros?

—No.

Jungkook se detuvo de golpe y apretó sus labios, en verdad quería que Taehyung se les uniera. Tras pensarlo unos segundos sonrió de lado y fingió tristeza.

—Ya lo sabia, pasas mas tiempo con Yoongi que conmigo. Me engañas. ¡Que descarado!

Taehyung resoplo con molestia intentando mantener la calma, detuvo su andar y se giro hacia él, fulminándolo con la mirada.

—No engaño a nadie. Namjoon también esta ahí. Deberías cuidar tus palabras, podrías acarrear problemas más graves.

Jeon bajo la mirada y sonrió, esta vez en forma de disculpa. Cuando Taehyung se enfadaba parecía, realmente, el heredero del diablo.

Continuaron con su camino.

—Deberías tener cuidado—añadió JungKook tras varios minutos de silencio—. No lo digo por Namjoon-hyung, él es una buena persona, pero tiene un grupo... y ese grupo tiene problemas con otras personas y esos si que son malos. ¿Acaso has escuchado de los asesinatos? La situación esta peor cada...

—¿Eso te interesa?—Taehyung lo decía con genuino interés—. Morirás, tarde o temprano todos también lo harán. Inclinándome.

Jungkook sonrió, siempre lo hacia, cuando las palabras faltaban con ese gesto comunicaba todo. Esta vez era una sonrisa de tristeza.

—Hyung, creo que tienes una personalidad muy bonita pero sueles callarte. ¿Por qué? Me gustas más cuando hablas, así que deja de guardar silencio.

Taehyung ignoró su comentario. Suspiró.

—No importa, estoy familiarizado con las pandillas y pleitos entre estas. En Tokyo tenia... mi grupo, mis amigos. Eran buenos chicos, les agradarías.