25-El Señor Oscuro

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¿Horrocrux? ¿Qué es eso? ¿Quitarmelo? Una mierda.

Subí rápidamente a mi cuarto y escondí el guardapelo en la maleta.

No tardó en venir Hermione.

—Hola Herms, ¿qué se te ofrece?— le pregunto.

—Hola, ¿me dejas ver el guardapelo?

Hice como que me ponía triste. En otra cosa no, pero en actriz no me gana nadie. Hermione me miró confundida.

—Verás... Es que... Es que y-yo... Lo he perdido, cuando fui a por vuestros regalos se me cayó del bolsillo, tenía un agujero, cuando me di cuenta lo busque por toda la calle pero no lo encontré debió caerse en alguna alcantarilla.— dije.

Hermione se le creyó y salió de la habitación, yo la segui sigilosamente.

—Dice que lo ha perdido.— habló Hermione.

—Al menos no corre peligro pero tenemos que destruirlo si queremos derrotar a Voldemort.

Espera. ¿Qué?

Llamaron al timbre y corrí a abrir, ¿Draco?

—Hola, ¿qué haces aquí?— le pregunté.

—Venir a por ti, esa persona no puede esperar a verte y tu padre también a venido.

—Ah, que bien, voy a por la maleta.

En ese momento salieron todos de la cocina.

—Hola Draco.— habló Sirius.

—Hola tío.— diji este.

Para, para, para. Desde cuando llama Draco tio a Sirius, sé que son familia pero, nunca lo había hecho. Draco está cambiando.

Bajé con el baúl y le di un abrazo a Sirius y otro a Harry.

—Me la cuidas.— dijo Harry apuntando a Draco.

Reprimi una risa. Draco rodó los ojos.

—Te me cuidas.— le dije a Harry repitiendo su gesto.

Bese la mejilla de Draco y nos montamos en su coche.

—¿Qué piensa tú hermano? ¿Qué soy un criminal?— me pregunto Draco.

—Eso mismo piensa.— le dije.

Los dos reímos y no tradamos en llegar a la gran mansión Malfoy.

Narcissa abrió la puerta y me sonrió dulcemente pero se notaba la inquietud en sus ojos.

—Hola señora Malfoy, ¿está mi padre?— le pregunté.

—Hola Layla, si, si está. Está con Lucius en la sala, y llamame Cissy.

Asentí y entre seguida por Draco. Entre en la sala y vi a mi padre, Lucius, Bella y algún que otro mortifago, no había rastro de Voldemort.

—Hola padre.— le dije.

—Hola hija. En unos segundos llegará el señor tenebroso.

Asentí.

—Tú eres la famosa Layla Snape, un placer conocerte.— dijo un mortifago tocándome el pelo.

—Rokwood, deja a mi hija.— dijo mi padre.

Este me dejo en paz y en ese momento Draco me agarró de la mano, yo, estaba temblando.

—Hola mis fieless seguidores.— dejo una voz detrás de mi.— Querida Layla, al fin nos conocemos.

Me giré y era el mismisimo Voldy.

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