Capítulo 3: Un secreto

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Son las ocho y media de la noche. Álvaro está en la sala mirando la televisión, ya han pasado tres días desde que tera desapareció.

«¿dónde se habrá metido tera» –se preguntó Álvaro algo preocupado.

En algún bosque, un drimogemon ataca a tera, quien ahora medía cuatro metros, usando "taladro espina", golpeándola en el pecho, pero no le hace nada. Detrás de drimogemon estaba una chica de diecisiete años quien era su tamer.

–no... no puede ser –dijo la chica muy desconcertada.

–te dí la opción de irte, pero decidiste seguir y pelear –le dijo tera seria a la chica–. Casi todos los humanos son iguales, son buenos, se preocupan por los demás, pero cuando se trata de una gran suma de dinero son capaces de matar hasta a sus familiares –explicó, mientras caminaba lentamente hacia ella.

–¡¡y-yo lo lamento mucho, déjanos ir y no te molestaremos nunca más!! –exclamó asustada.

–ya es muy tarde –dijo, luego de aparecer en un pestañeo enfrente de ella, tirándola al suelo del susto.

Drimogemon se da la vuelta y la ataca usando "Uña taladro", pero no le hacer nada, de pronto estalla en pixeles y desaparece.

–¡¡Drimogemon!!

–ahora responde, ¿quién te envió?

–f-fue un hombre, no le vi la cara, pero ofreció 500 millones por tu captura –respondió aterrada.

–¿500 millones?, ¿das tu vida por tan poco?

–por favor no me hagas daño –dijo, antes de agarrar un montón de tierra y arrojársela a la cara, luego se pone rápidamente de pie para luego empezar a correr, pero tera la atrapa, envolviéndola con una de sus colas, después la atrae hacia ella.

–tratando de escapar –dijo, antes de apretar su cola, haciendo que se escuche un crujido.

–¡¡¡Ah Ah Ah!!! –gritó de dolor.

–esas fueron tres costillas. Podría matarte y dejarte aquí, pero tengo mis planes, por lo que necesito tu cuerpo.

De pronto, en la punta de la otra cola de tera aparece una gran hendidura que luego se abre, formando una especie de boca, después la cola empieza a engullir a la chica desde los pies.

–¡¡Por favor, no me comas!!

–necesito absorber mucha materia orgánica para cuando termine con mis planes, y también–dijo, acercándose a su oído–. Porque me gusta la carne humana.

–¡¡No, nooo!! –exclamó aterrada, forcejeando mientras que era tragada–. ¡¡Por favor, lo siento!!– exclamó, antes de ser engullida por completo.

–Álvaro está preocupado, mejor terminó ya.

–¡¡Sácame de aquí, por favor!! –lloró, desde dentro de la cola mientras forcejeaba, cubriéndose con saliva al hacerlo, luego ilumina con su digivice–. «¿me va a digerir con vida?» –pensó, antes de que toda la pared internas de la cola se llene de colmillos afilados–. ¡¡¡Ah ah ah ah,ag aggas da gsadagaga!!!...

la cola de tera empieza a contraerse, masticando el cuerpo de la chica, desde fuera se oían entre gritos desgarradores sus huesos quebrarse y siendo pulverizados, dentro su carne era perforada, rasgada y molida. Al cabo de unos segundos todo el cuerpo de la chica fue reducido a una masa de carne amorfa donde se podían distinguir algunos trozos de hueso, entrañas, algo de cabello y pedazos de ropa, todo bañado en sangre. La cola de tera se extiende hacia arriba, luego se contrae, enviando hacia abajo el bulto que formaba la carne, hasta entrar en su cuerpo.

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