Capítulo 7: La causa

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Son las cinco de la tarde del día viernes. Álvaro está abriendo la puerta de la casa, luego entra y la cierra.

–¡Ya llegué! –dijo Álvaro.

–bienvenido –le dijo tera feliz a Álvaro, luego de salir de la sala. Los dos caminan uno hacia el otro, después se abrazan y se dan un beso–. ¿cómo te fue?

–me fue bien. ¿no ha pasado nada?

–por inconvenientes, ninguno, pero tengo que mostrarte algo.

Ambos se van a la sala, allí teta chasquea los dedos, haciendo que el televisor muestre una noticia grabada, la cual mostraba a un funcionario diciendo:

Se les solicita a todos los individuos quienes posean a un monstruo digital o para ser más claros, se le pide a todos los tamers, como se hacen llamar, que se reúnan junto con sus digimons en el ayuntamiento mañana a las ocho de la mañana por motivos del gobierno.

–¿qué quiere el gobierno con nosotros?

–no sé y no me importa, pero si quieres ir te acompañaré.

–bueno, tal vez deberíamos pasar y oír lo que tienen que decir –dijo, antes de que él y ella se sienten en el sofá y pongan las noticias–. En serio, muchas gracias por el televisor y el equipo de sonido.

–ya es la decimoquinta vez que me lo agradeces, no tienes que agradecerme tanto.–es que siento que no es suficiente.

–ya te dije que los hice con basura.

–pero igual muchas gracias.

–decimosexta vez.

–je je je.

El locutor da una noticia que le llama la atención a Álvaro:

Durante esta semana han desaparecido cuatro personas más, las cuales eran jóvenes de entre quince y diecisiete años, los cuatro jóvenes también eran tamers, cada uno desapareció junto con su digimon a horas de la noche. La policía ha determinado que estas desapariciones le ocurren únicamente a los tamers, y que el culpable puede ser otro tamer, pero las pocas pistas que se encuentran en las escenas del crimen dificulta mucho el progreso.

–eso me preocupa un poco –dijo Álvaro.

–¿qué cosa?

–¿no estabas escuchando?, hay un asesino de tamers por las calles.

–¿y?

–¿no te preocupa que seamos los siguientes?

–si alguien trata de lastimarte lo destruiré.

–supongo que eso me tranquiliza un poco.

–debes estar algo estresado.

–¡¿qué haces?! –preguntó algo alarmado, luego de que ella empezara a quitarle el pantalón.

–voy a aliviarte un poco –respondió, antes de exponer so pene y comenzar ha hacerle una felación.

Ella continúa por algunos segundos, luego hace desaparecer su traje para quedar desnuda, después usa sus tetas para más estímulo, antes de ir más rápido.

–t-tera... si eres tan ruda yo... yo me voy.

–si te vas a venir, quiero que lo hagas dentro –dijo, para después subirse sobre él y sentarse, metiendo su pene en su vagina. Álvaro enseguida eyacula dentro de ella.

Tara empieza a moverse y a darle sentones.

–t...tera.

–¿qué... pasa?

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