El indicado

Capítulo 8: Sin descanso

Tera y Álvaro reaparecen en la casa.

–¿qué hiciste? –le preguntó Álvaro a tera.

–nos teletransporté a la casa –respondió tera.

–eso es increíble, pero, ¡¿qué está pasando?! –preguntó alarmado.

–ahhh, no te lo dije porque no quería preocuparte.

–¿qué cosa?

–han estado tras de mí, muchos otros tamers fueron a capturarme, pero ninguno pudo, ahora sé que el gobierno está detrás de esto.

–¿pero qué quieren de ti?

–ellos no quieren nada de mí, es solo que soy demasiado poderosa.

–¿y eso qué?

–la humanidad siempre a tenido miedo a lo desconocido, o a las cosas que no pueden controlar, no importa si soy buena o mala, si no estoy bajo el control de ellos soy una amenaza.

–¡¿te consideran una amenaza solo porque eres fuerte?! –preguntó algo molesto.

–el precio de ser tan poderoso es ser temido por todos, no importa si siempre muestras una cara de la moneda, los demás le tendrán miedo a la otra, aunque no exista.

–¡supongo que ahora somos buscados! –dijo un poco alarmado.

En el aire, un avión F 16 se está aproximando a la casa de Álvaro.

–Objetivo el la mira, permiso para atacar –dijo el piloto, a través de la radio.

–Permiso concedido –respondió la base aérea.

El F16 sobrevuela por la casa para bombardearla, destruyendola por completo.

–Objetivo destruido.

–Puede retirarse.

De pronto el avión se detiene, tera lo tenía sujeto por atrás, luego lo arroja hacia un lado y le dispara con la mano un orbe de energía, el cual lo destruye por completo.

Tres F16 más se acercan.

–objetivo en la mira –dijo el piloto 1.

–Fuego –dijo la base aérea.

Los tres F16 empiezan a dispararle a tera, pero las balas solo le rebotaban, después la atacan con misiles, los cuales le impactan y estalla. De repente, el avión 1 es partido a la mitad junto con su piloto, ambos pedazos se desintegran en el aire y explotan. 

Tera destruye los otros dos aviones, luego desciendo hacia los restos de la casa, ella mueve unos escombros y, debajo de estos estaba Álvaro dentro de una barrera de energía, sano y salvo.

–¿estás bien? –le preguntó tera a Álvaro, haciendo desaparecer la barrera.

–no... ¡No!, Mi casa, ¡¡No!! –exclamó Álvaro un poco devastado, tras ver su casa destruida.

–¿te preocupa más la casa que yo? –preguntó, antes de que él empiece a abrazarla.

–¿estás bien?, ¿estás herida?

–eso está mejor. Y no, ningún arma humana puede dañarme.

–¿ahora qué hacemos? –preguntó preocupado, antes de que tera atrape una bala calibre cincuenta que iba a golpearlo en la cabeza–. ¿Qué es eso?

–es una bala calibre cincuenta, disparada por un francotirador –respondió, para luego arrojar la bala al aire.

La bala viaja a gran velocidad, matando al francotirador que la disparó.