CAPITULO 7

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Por eso no le daba importancia a lo que sus compañeras de ramo pensaban de ella, ni siquiera le interesaba lo que Eunha pensaba. Eunha, esa chica, esa si que era una zorra, pero al completo descubierto Lisa sabía que se había acostado con casi media facultad ¿Cómo diablos Jungkook se hizo novio de ella? ¿Qué le pasó por la cabeza al pedirle estar con ella? ¿Jungkook estaba tan necesitado de sexo? No.. Puede ser que ella le haya pedido ser su novia, era lo más seguro. Pobre desgraciada, estaba tan necesitada de un hombre para cogerse y quién mejor que el popular y deseado, Jeon Jungkook.

Cerró los ojos una vez más y dio un último suspiro antes de incorporarse. Ya había estado lo suficientemente sola, desconectada de todo y de todos, pudo pensar en muchas cosas, aunque no llegó a ninguna conclusión. Caminó por el pasto reseco a lo largo del parque, hasta que a lo lejos pudo divisar una silueta apoyada en un árbol con las manos metidas en los bolsillos. Estaba molesta aún y pensó en cruzar la calle para no tener que mirarlo a la cara.

No deseaba hablar todavía con él, pero lo pensó mejor y decidió seguir su camino, debía aprovechar de que estaba solo, asi podría conversar sin que nadie los molestase. Cada paso que daba hacian que se acercara más a él.

Se puso adelante suyo y lo vio con los ojos cerrados, caminó rodeando el árbol y se afirmó en el otro lado. Ambos estaban en silencio, sin embargo Lisa sabía que Jungkook sentía su presencia.

- Discúlpa.. - músito, haciéndo que Lisa abriera a los ojos, pero ella no sé movió de su lugar, quería dejarlo hablar - No debí ponerme asi.. -

- ¿Por qué reaccionaste de esa manera? -

- ¿La verdad? No lo sé.. -

- Jungkook... - susurró.

- Si.. Se que no tengo derecho a pedirte ninguna explicación.. - reconoció - Somo amigos y no quiero perderte por mi estúpida reacción.. -

Lisa rodeó el árbol y se puso frente a él. Jungkook tenía la cabeza apoyada en la corteza y aún mantenía los ojos cerrados. Lo contempló por unos instantes. Si que era guapo, con razón las chicas estaban locas por él, sonrió. Jungkook media casi un metro noventa y su piel era blanca, sus ojos y su cabello eran cafes, tenía un hoyuelo en su mejilla izquierda y cuando se sonreía se acentuaba aún más. Siempre se vestía casual, pero con estilo. Jeans, camisas o poleras, haciéndo juego con sus converse. Tenía tan buen gusto el desgraciado.

A Lisa si le gustó y le gustó por mucho tiempo, siempre trató de no demostrarselo, si lo hacia lo más seguro que él se alejase de ella. Cuando Jungkook la buscó en la universidad, se dio cuenta que no había cambiado nada, es más estaba mucho más guapo que la última vez que lo vio, que había sido casi un año y medio atrás. Lisa ya no sentía lo mismo, estaba de novia con Zelan en ese momento y cuando él termino con ella, Jungkook se acercó y Lisa se dio inmediatamente cuenta de que no tenía ninguna posibilidad de estar con un chico como él y rápidamente lo alejó de su corazón, fue lo mejor que pudo haber hecho.

De a poco su amistad fue creciendo, al principió a pesar de que él la había buscado, era un pesado y petulante con ella, sin embargo algo cambió en él y se comenzó a acercar y a pasar mucho más tiempo junto a ella. El día que Jungkook le insinuó algo, Lisa se puso muy nerviosa, no sabía si era verdad o mentira, pero con el paso del tiempo se dio cuenta de que ese era su humor, un humor muy negro, por cierto.

- No seas tonto, nuestra amistad no sé rompera por algo asi.. - posó su mano en la fría mejilla del pelicastaño.

Jungkook al sentir el contacto, abrió los ojos y cuando la miró, Lisa le estaba sonriéndo, al ver su expresión supo que ella le estaba hablando con sinceridad. Se mirarón en silencio, pero no era un silencio incómodo, era tranquilo y relajante. Cada vez que uno de ellos tenía algún problema, buscaba al otro y se quedaban en ese silencio tan pacifíco que los reconfortaba tanto.

Jungkook, levantó su mano y la puso sobre la de Lisa, cerrando sus ojos, respiraba profundo. Afirmó su muñeca y deslizó la mano hasta su boca, ahí le dejó un beso, en la palma de la mano, Lisa se sonrió, ese chico si que era especial.

Aún apoyado con los ojos cerrados, alargó la otra mano y agarró uno de los mechones de cabello que caía por el brazo de Lisa, era tan suave como un trozo de seda y ese exquisito olor a flores y cerezos que desprendía lo relajaban por completo. Era un aroma natural de ella, no empalagoso y pesado como el que usaba Eunha u otras chicas con las que él había estado.

Este aroma era único, suave, refrescante, adicto para cualquier nariz que se acercara. Envolvía las finas hebras de cabello entre su dedo índice y pulgar, lo enrollaba con suavidad, formando remolinos. Se sentía tranquilo estando solo con ella. Lisa le daba la misma tranquilidad que cuando estaba en casa.

Le gustaba conversar con ella, tenía tema para todo, era una chica culta e inteligente y si no entendía algo de inmediato se instruía. Le gustaba escuchar música con ella, a pesar de no tener los mismos estilos músicales, ella igual se ponía el otro audifono, solo para acompañarlo. Le gustaba comer con ella y hacerla enojar cuando le picaba la comida. Le gustaba sentarse con ella bajo la sombra del gran árbol entre descansos. Le gustaba ver su rostro cuando la molestaba diciéndole cosas en soble sentido, ver su rostro tan rojo como un tomate, no tenía precio. Le gustaba su determinación a la hora de no tomar en cuenta a las envidiosas de la universidad. Le gustaba que cada vez que él tenía algún problema, ella era la que estaba ahí para brindarle su apoyo, sin cuestionarlo y sin pedirle explicaciones. Le gustaba jugar con su cabello cada vez que él quería, pero lo que más le gustaba era estar junto a ella, sin embargo, eran solo amigos.

- ¿Vamos? - dijo de repente sacándolo de su ensoñamiento.

- ¿A donde? - abrió los ojos confundidos, estaba tan ensimismado, que perdió la noción de donde estaban.

- A la residendia ¿A donde más? - rió.

Jungkook miró sus ojos brillantes, eran como un par de caleidoscopios. Fácilmente te perdías en ellos. Tenían un brillo desconocido, ante los ojos de Jungkook.

- ¿Qué sucede? - entrecerró los ojos inquisitivamente.

- Nada.. - se separó del árbol y tomó su mano. Lisa no se quejó y él no lo pudo evitar -Te gusta que te tome de la mano? ¿Eh? Ya no lo niegues más, yo sé que te gusta que te toque.. - levantó una ceja.

- ¡Jungkook! - golpeó su pecho.

- Ven acá.. - la atrajó hacía él y la abrazó por el cuello, haciéndo que Lisa metiera la mano por debajo de su chaqueta y lo abrazara enganchando el pulgar en la presilla de su pantalón.

Lisa por alguna razón sentía su pecho apretado. Era raro sentirse de esa manera, varias veces habían estado abrazados asi, sin embargo, en ese momento algo pasó. Su cercanía la descolocaba e incluso se sintió un poco incómoda, seguramente era porque acababan de hacer las paces.

Caminarón por el parque en silencio. Lisa levanto su mano y entrelazó sus dedos con los de Jungkook, él apretó de ella al sentir ese contacto. Siguierón caminando a lo largo de aquel parque, conversando cosas sin muchas importancia, trabajos que tendría que realizar, los examenes que se avecinaban, sus carreras como futuros médicos.

Se reían aún abrazados, perfectamente quienes no los conocían podrían pensar que eran un par de enamorados, la química que surgía cuando estaban juntos era muy fácil de envidiar. Quizás por eso Eunha le tenía recelo, al estar abrazada de Jungkook parecía ser Lisa su novia.




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Nos leemos pronto! :D








Amante De Medianoche-Liskook +18 PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora