cuerentena / litcko

*cinco

- Matías - dijo Mauro entrando a la habitación, y como no, me hice el dormido, no quería hablar, me moría de vergüenza - Dale, se que éstas despierto - lpm tanto me iba a conocer.

Giré un poco mi cabeza, lo suficiente para poder darme cuenta que me estaba mirando, mientras se cambiaba, no hagas esto Mauro.

- ¿Qué querés? - dije intentando parecer lo menos interesado posible.

- Un abrazo - dijo extendiendo sus brazos.

- ¿Q-Qué?

- Porfa - dijo y lo abracé me mantuvo allí, entre sus brazos - perdón, están siendo unos días complicados para mi.

¿Complicados por qué? ¿Será porque ya se está cansando de mi?

- Mauro, no tenés por qué quedarte acá, podés irte a tu casa cuando quieras, no te obligo a estar acá.

- Nono, a mi me encanta estar con vos, perdón, ¿sí?

- Perdoname vos, sabés que soy re sensible y que por cualquier cosa me pongo mal. Quiero dormir Mau - dije ahora separándome y poniendo mis brazos por su nuca.

- Dale vení - dijo acostándose y haciendo sitio, me acerqué y lo abracé, ay dios como lo amo.

- Mauro. Te amo - dije escondiéndome en su cuello.

Miedo. Sentía ahora mismo.

- Yo también Matías - dijo dejando un beso en mi frente. Basta Mauro - Gracias por todo - dijo acariciendo mi pelo, no tardé en dormirme.

Siento que de acá no voy a sacar nada bueno, y realmente temo por esto. Mauro lo es todo para mi, si no lo tengo a él, no tengo a nadie.

Tengo mucho miedo de perderlo por una boludez así, no quiero las cosas cambien entre nosotros, es decir, no quiero que empeoren.

He pasado muchos momentos con Mauro, es una persona maravillosa, con un inmenso corazón.

Nunca ha sido de demostrar sus sentimientos a nadie. Y que ahora me lo esté demostrando, significa mucho para mi, lo valoro.

Jamás tuve algo serio con nadie, ni di mi primer beso, ya sé, re virgo. Pero me encantaría que eso se de con Mauro, sería el pibe más feliz del mundo.

Nomas quiero un poco de amor y cariño, de Mauro, de nadie más obvio.

No he podido fijarme en otras personas, nunca me he sentido atraído a alguien que no sea Mauro, y eso me asusta, mucho.