"Era de noche en Las Vegas, Gerard no sabía qué diablos estaba haciendo ahí de pie en medio de una banqueta, con todas las personas pasando a su alrededor. Miraba a ambos lados y solo pasaban rostros desconocidos para él.
-¿Qué hago aquí? –Susurró acomodando su cabello.
De pronto entre toda esa gente, pudo divisar un rostro. Hace tanto que no lo veía, que tuvo que cavilar un poco en sus recuerdos para reconocerlo completamente.
Su pecho comenzó a subir y bajar con más velocidad, su corazón le avisaba que estaba nervioso. Sus puños se apretaron con fuerza, sus dientes mordieron sus labios. Estaba más que nervioso, estaba enojado, muy enojado.
Caminó hasta esa persona, estaba vestido como la última vez que lo vio, hace más de seis meses. Llevaba shorts color beige, una playera negra con un logo de una banda de metal, sus converse negras y su cabello despeinado.
Miró su rostro esperando que le regresara la mirada pero no obtuvo nada. Solo una mirada triste clavada en el suelo.
-¡Hey!- Le dijo Gerard, el chico no se movió. – Te estoy hablando...- lo removió con sus brazos, y finalmente recibió su mirada.
Sus ojos cafés estaban apagados, su ceño fruncido, y sus labios expresaban una mueca de dolor interminable, como si hace cien años que sufriera.
Gerard tembló.
-¿Estás bien? – El chico no dijo nada, ni se movió.- ¿Sebastián?
Sebastián se soltó a llorar en el hombro de Gerard, y a él no le quedo más que abrazarlo fuerte contra su pecho.
Estaba tan concentrado preguntándose a sí mismo porqué Sebastián sufría que no se dio cuenta que otros brazos se habían ceñido a ellos, que otra respiración invadía sus sentidos, que otro calor lo cubría.
-Debo irme...- dijo Sebastián, con la voz destrozada por el llanto reciente. Se separó de Gerard, obligando a la otra persona a separarse también. Era Frank. Gerard palideció.
-Pero hijo...- suplicó Frank intentando tomar la mano de su hijo y lo logró después de dos intentos.
-Perdón, ¿sí? ¿Eso es lo que quieres que te diga...?- tomó a Frank con sus brazos y se abrazaron por un momento.- Perdóname, perdóname...- susurraba.
Se separó y se fue, sin mirar atrás, sin esperar nada de su padre. Se perdió entre la gente, y Gerard solo pudo ver a Frank tirándose de rodillas a llorar.
-No llores, Frank...- le decía en susurros, sentado junto a él, acariciando su mano. – Yo voy a cuidar de ti... lo haré."
....
Gerard, despertó, abrió los ojos cuando el sol estaba por aparecer. Miró a su derecha y encontró a Frank dormido en su cama. Una terrible tristeza invadió su mente al recordar a Frank tan destrozado en su sueño.
No entendió el significado de ese sueño, quizá solo eran disparates de su mente, pero de igual forma, no podía sentirse tranquilo.
Fue como si de alguna manera viera en ese sueño todo el dolor que Frank guardaba dentro de sí, fue real, fue como conocer la faceta que Frank no dejaba que conociera.
Se quedó observando a su compañero durante minutos enteros, analizando su presencia y tratándo de descifrar su pasado.
Frank Iero era hermoso, pero en esa belleza también había tristeza y estaba casi seguro de haberla sentido.
"¿Quién en su maldita existencia, te causó toda la tristeza que veo cuando te miro a los ojos?" Pensó una vez tiempo atrás, cuando los policías lo llevaron hasta su casa. Levantó su mano hasta la cama de Frank pero no se atrevió a traspasar el límite y tocarlo.
![](https://img.wattpad.com/cover/42517647-288-k540648.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Después de un Suicidio - Frerard / 2018
Fanfic¿Qué hace un padre cuando se suicida su hijo? Frank ya no quería seguir viviendo, pero la vida le dio dos razones para continuar; tiene que encontrar la verdad y tiene que amar.