Harry fue tras Louis. Lo siguió hasta que Louis se acercó a la barra, pidiendo un trago.
―¿Desde cuándo bebes, pequeño? ―Harry le dijo mientras tomaba asiento junto a Louis. Él no estaba de humor para ser apaciguado en este preciso momento. Louis quería ahogarse en su miseria. No quería que William cambiara y eso era lo que pasaría si Harry hacía su vudú de mierda.
―¡Aléjate! ―Louis llevó el vaso a sus labios, tomando un gran trago. Gran error. Quemó al bajar, por lo que Louis se ahogó.
―¿Quieres otra? ―Harry preguntó, pero Louis podía decir que había un poco de rabia en la voz del vampiro. Le molestaba que Harry estuviera molesto con él, pero no podía ver a William pasando por el dolor de la conversión. Él no lo permitiría.
―¿Tú se lo propusiste para que él me lo preguntara? ―Louis tomó otro trago. Esta vez lo bebió. El alcohol no era de su agrado, pero Louis se negaba a soltar el vaso. Le daba algo que hacer mientras pensaba acerca de la situación.
―No. William vino a mí y me preguntó al respecto. Le dije que tendría que discutirlo contigo. Somos pareja. Ninguna decisión que pueda alterar nuestra vida debe ser considerada sin que todos nosotros lo discutamos primero.
Louis se sorprendió de que fuera William quien le pidiera a Harry que lo convirtiera. No era lo que esperaba. Pensó que sería Harry quien quería que ellos dos fueran como los demás. Eso le dio algo más a considerar. ―¿Cuáles son los pros y los contras? ¿Le hará daño a William?
―No, pequeño, no le hará daño. El pro es que va a ser más fuerte, más capaz de cuidar de sí mismo. A pesar de que ha sido aceptado como el Principito, todo el mundo será más tolerante con alguien de su propia clase.
Louis asintió con la cabeza. ―¿Y en contra?
―Los típicos del vampirismo. Beber sangre, no poder salir a la luz del sol, y sinceramente no puedo pensar en otra cosa.
Louis podía decir que Harry había evitado decir algo por la inocente mirada de su rostro. ―¿Qué más?
―Bueno, no es nada. Sólo tal vez, eh, pueda ser capaz de reproducirse. ―Harry casi susurró la última parte.
―¡Qué! ―Louis dejó caer el vaso de su mano y cayó sobre la barra, derramando su bebida por todas partes. ¿Había oído al Príncipe correctamente? Louis se sentía un poco mareado.
―¡Cálmate! Hay una forma para evitarlo. La única razón por la que será capaz es porque yo soy el único capaz de convertirlo. Puesto que ambos son mis parejas, no se les considerará como mis hijos. Lo que es una maldita cosa buena.
―Sí, muy bueno ―dijo Louis tragando con dificultad, mientras luchaba contra el mareo que amenazaba con hacerle perder el conocimiento. Tomó el vaso y echó hacia atrás la cabeza, sólo para darse cuenta que la maldita cosa estaba vacía.
―Sólo te pido que al menos lo pienses. William tiene su corazón puesto en ello, y si dices que no, quiero que tengas una buena razón respaldando tu respuesta. ―Harry se levantó y se fue, dejando a Louis para que lo pensara.
El Príncipe dijo que no le haría daño. Dijo que William realmente no cambiaría. La parte a la que Louis se aferraba era acerca de la fuerza sobrehumana que tendría si él decidiera cambiar. Miró alrededor del club, viendo a los vampiros bailar y mezclarse. ¿Sería tan malo?
―Aquí vamos. ―Buck se sentó en el taburete junto a Louis, con una enorme bolsa para llevar en su mano. El olor del pescado emanaba de la bolsa, haciendo a Louis inhalar profundamente.
―Debemos ir a la oficina de Harry. ―Louis se bajó del taburete, liderando el camino. Ninguno de los otros vampiros sabía que Buck y Jersey consumían comida de verdad y él no iba a descubrirlos ante los demás. Louis cerró la puerta una vez que Buck ingresó a la oficina.
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LA AMENAZA DE HARRY| Larry Stylinson| Adaptada
FanfictionEsta historia no me pertenece. Es una adaptación, todos los créditos son del autor. Personajes: Christian como Harry Styles Minsheng como Louis Tomlinson Yasuko como William Lewis