Solo necesito un heredero.

Capitulo 1

"Cuenta la leyenda que cada 20 años que pasen un humano deberá ser sacrificado para mantener la paz con los dragones".

-Que pasa con el?

-Eh?

-Que pasa con el humano que ha sido entregado?

-Nadie sabe... Pero no te preocupes Mirajane eres la prometida del hijo del alcalde dudo mucho que tu nombre entre en ese sorteo.

-Eso es injusto no crees?

Una pequeña risa brotó de los labios de su acompañante.

-Perdona, ojalá la vida fuera injusta de la manera en la que es contigo.

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La puerta rechino dejando saber a nadie que había llegado y es que no había ninguna persona en casa, hace menos de 1 año que sus hermanos murieron en una peste desconocida en su pueblo de origen siendo llevada a la fuerza no tuvo por opción quedarse ni siquiera despedirse.

Vacía. Adolorida.

Esas palabras definían su vida ahora y la llevaban, sentía que se movía por inercia no por sentirse viva y no sabía que hacer no quería sentirse así pero no podía deshacerse de su sentir, ni siquiera había pasado un año desde aquel día pero no sentía dicha por sobrevivir.

Volvía de una viaje largo cuando simplemente fue arrastrada.

-Esperen mis hermanos!! Mis hermanos!!!

-Tambien están enfermos ya olvidalos!!

Clavando sus dientes en las manos que tiraban de ella logra safarse más fue atrapada.

-Mirajane... Ya no hay nada que puedas hacer, por favor, vive por ellos.

-Yo no quiero vivir sin ellos.

Destrozada se dejó caer y aquel que la detuvo la tomo en sus brazos para continuar el camino.

Dejando la pequeña cesta a un lado masajeo su cuello con sus manos.

Los recuerdos se colaron y así la imagen de su prometido, aquel que la levanto para seguir el camino.

Suspiró.

Le debía la vida pero el matrimonio con el no era algo que deseara, no tenía nada que reprocharle a su persona pero tampoco algo que admirarle, desearle, amarle.

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-Mirajane ven, mira tu elegirás el nombre te parece?

-Me odiara.

-Nadie lo hará, todos saben que es una responsabilidad por la humanidad somos un pueblo nuevo así que nosotros debemos hacer el sacrificio pero en 20 años será otro.

-Eso te tranquiliza?

-Por supuesto... Nuestros hijos no se verán expuestos a eso ni sus nietos.

Su boca se abrió y cerro por sopresa y deseos de su mente no expresados.

Mirando aquella jarra aquel dragón tallado se veía hermoso. Una criatura capaz de infundir terror podría ser hermoso?

-Mi nombre está allí?

-Que? No, como crees.

-Por que?

-Porque eres mi prometida obvio.

-Es injusto... Colócalo.

-No, no lo haré...

-Por favor.

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Su prometido no había accedido a su petición sin embargó encontró una salida en aquel sacrificio a su constante dolor.

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Representantes de diferentes pueblos se hacían presentes en aquel acto todos con un objeto necesario para vestir a quien sacrificaría su vida por la humanidad.

Sus latidos habían aumentado más seguía segura de lo que haría.

Todos atentos a sus palabras mirando como sus manos revolvían los papeles en aquella jarra.

Tomando un papel entre sus manos miro atentamente el nombre escrito en este.

-Mirajane Strauss.

Los representantes de los pueblos miraron a todos lados al no ver a nadie avanzar.

-Quien es ella?

-Yo, yo soy Mirajane Strauss.

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-Toma esto, no sentirás dolor con eso.

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Recostada sobre una mesa de piedra entre las ruinas de una iglesia yacía su cuerpo inmóvil, vestida de blanco, bañada en rosas y con su cabello extendido por la piedra.

Le habían dado algo de beber para no sentir dolor pero no sentía nada, ni siquiera podía moverse, más no le preocupo sería devorada en cualquier momento o eso creyó.

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Su cuerpo llevaba 3 días reposando en la piedra no sentía dolor, no podía moverse. Se supone que sería devorada que acaso no existían, los dragones no existían?

Con cada hora su cuerpo se deshidrataba y su respiración se hacía cada vez más rápida así como sus latidos hasta que sintió que todo se detuvo.

Gigante. Simplemente gigante.

Cerro sus ojos con fuerza al sentir el fuerte viento que provocaban las alas de la criatura al descender.

Existían definitivamente existían y aquella garra tomando su cuerpo lo hacía aún un más definitivo.