Negó con la cabeza, no podía ser verdad... No lo era...
Ese presencial cosmos, estaba más cerca, detrás de él... Si se volteaba y no era verdad, no sabría que hacer... Su frágil corazón no lo soportaría más.
Fue rodeado por unos gentiles brazos, por la espalda, sintió ese cuerpo ajeno protegiéndolo, la sensación ya conocida que lo había hecho tantas veces.
La escena tan perfecta, el mayor lo abrazo quedando hincado a su mismo nivel, posando su cabeza en la espalda del menor. Lo extraño tanto, fue parte de algunos últimos de sus pensamientos.
-Ya volví Kiki- Su voz suave y gentil, que solo el aprendiz provocaba en él.
No podía hablar, estaba en shock, si esto era una ilusión, estaba demasiado bien hecha. Sus ojos de humedecieron tanto, prometió que nadie lo vería llorar, pero... No podía hacer nada, aquella presencia de agua salada, recorrió sus mejillas pálidas.
-¿Ma...Maestro...?- Fue una interrogante, que tuvo que hacer...
-No temas... De verdad soy yo- Se levantó, sin dejar de abrazar al pequeño. Pero se posiciono enfrente, para que lo pudiera ver.
Sus ojitos morados, miraban al suelo, no quería levantarlos.
Sonaba como el, se sentía como el, incluso tenía ese aroma tan dulce... Pero no...
Le levanto la barbilla, para que pudieran versé cara a cara.
-Kiki, en verdad soy yo- Llevaba una sonrisa simple, demostrado su alegría de verlo a su pequeño discípulo.
-Maestro...- Se arrojó a sus brazos, abrazándolo ahora el con firmeza –Señor Mu, es usted... Si es usted-
Ahora ambos correspondían a ese abrazo tan sincero, después de tanto tiempo que pasó.
Jamás se podrían haber vuelto a ver, si no existiera la intervención divina.
El Lemuriano mayor, no se pudo contener también derramo lágrimas de felicidad.
Antes de que todo ocurriera, el mismo había mandado su alumno lejos, para que no tuviera que verse enfrascado en esa guerra. Por lo tanto no tuvo la oportunidad de despedirse de manera correcta.
Incluso había mentido en decirle que se volvería a ver muy pronto.
Ahora estaba cumpliendo aquella promesa. Lo tenía en sus brazos, y derrababa en su hombro las lágrimas que el pobre niño tuvo que sufrir en silencio. Con el no había problema alguno de hacerlo, Mu nunca lo juzgaría ni nada, él siempre lo dejo ser como era.
Qué maravilla es cuando, la vida te da otra oportunidad.
---Fin Flash Back---
Volviendo al tiempo normal. Todo estaba yendo bien, parecía que cada quien seguía un ritmo de nuevo acostumbrarse a estar vivos.
Los que tenían discípulos se alegraban de pasar tiempo con ellos, mostrarles más el camino a los ideales para portar aquellas armaduras doradas.
Algunos solo pasaban sus días tranquilos, sin preocupaciones sin angustias, era lo que estaban tratando de hacer.
Otros solo disfrutar de la soledad.
O sufrir en silencio con ella...
Vamos a ver lo que ocurre en el sexto templo.
Su costumbre de vida pasada y de la nueva vida es siempre estar meditando en posición de loto.
En un principio tenía un solo cometido en mente y era poder estar con el primer guardián. Sobre todo al saber que Saga, también estaba interesado en él. No lo podía tolerar, le hacía experimentar sentimientos que según sus creencias estaban prohibidas, celoso y odio.
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El Sol De Jamir (ShakaXMu) Yaoi
Fiksi PenggemarLos dos poseían sentimientos íntimos el uno por el otro, situaciones que tuvieron oportunidad de hablar de ello, pues las acciones se apodero de ellos. Presos del pasado, en un presente glorioso, con un futuro incierto. Pero a veces existe una llama...