No es lo mismo sin papá

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La nieve seguía cayendo sin cesar, pero esta vez los niños no estaban ansiosos por salir de la casa. Por el contrario, aún estaban en la sala disfrutando de sus recientes regalos; los adultos daban miradas ansiosas a Harry y Hermione, esperando que alguno de los dos dijera o hiciera algo.

- ¿Cuánto más tendremos que esperar?-preguntó Charlie, impaciente.

- ¿El tiempo en el que se dignen a mirarse y a no tratar de ocultar esa sonrisa de idiotas que tienen estampada en la cara?- sugirió George, cruzando los brazos sobre el pecho.

- No los entiendo- murmuró Percy observando fijamente al azabache y a la castaña.

- Yo llevo intentándolo desde que tenía once años- Ron  suspiró resignado y metió las manos en los bolsillos de su pantalón.

- Tal parece que les gusta sufrir- opinó George meneando la cabeza.

- Apuesto que para Año Nuevo están juntos- dijo Bill con una sonrisa traviesa.

- No. En dos días- contradijo Charlie

- En dos semanas- replicó George.

- En dos y media- dijo Percy

- Se ve que no los conocen- rió Ron, pensativo
-Digo que para el cumpleaños de Lily-

- ¡Pero eso es mucho!- Exclamó Percy -No creo que soporten tanto.

-Por esta vez, concuerdo con Percy- dijo Charlie, aterrado ante la sentencia de Ron

-No creo que aguanten tanto- apoyó Bill sin dejar de mirar al amigo de su hermano y a su ex cuñada.

-Les llevará el tiempo que deba ser- la voz de Arthur sonó a un lado de ellos y los cinco hombres saltaron sorprendidos -Y dejen de hacer apuestas sobre eso; de todas formas van a perder...-
- ¿Ah sí, papá?- George levantó las cejas y su mirada se tornó interesada y divertida.

- ¡Claro!- Afirmó Arthur con una sonrisa -El amor les ganaría a todos-

Y con esas palabras el padre de los Weasley se alejó tan rápido como había llegado y fue a reunirse con su esposa. Los pelirrojos miraron a Arthur, luego a Harry  y Hermione, y comprendieron que el Weasley tenía razón.
El amor les ganaría a todos.




¡Maldito muérdago! ¡Bendito muérdago!... ¡Absurdas contradicciones!
¿Y ahora que se suponía que haría?
Sacudió la cabeza y se centró en Lily y en el pequeño manual de uso que la niña tenía en las manos.

-... y luego hay que colocar los palitos así- Lily iba haciendo los pasos mientras Harry la veía.

-¡Correcto, princesa!- Harry besó la mejilla de su hija y sonrió.

-¿Louis, Scorpius, quieren jugar?- les preguntó Lily a los dos niños.

-Sí!- aceptó Louis mientras dejaba su equipo de aurores de juguete en el suelo. Scorpius se reunió con ellos segundos después.

-¡Si alguien quiere desayunar será bienvenido en el comedor en unos minutos!- gritó la señora Weasley antes de salir de la abarrotada sala sin borrar la sonrisa alegre de su rostro.

-¡Qué bueno! Ya me está dando hambre- dijo Charlie, mientras se sobaba el estómago.

-¡Tenías que ser Weasley!- bufó George, negando con la cabeza.

-Tú también eres Weasley- le recordó Bill.

-En ese caso: ¡Tengo hambre!- exclamó George, mientras su hermano reía.

-Weasley tenías que ser- remató Ron mientras seguía a su hermano al comedor.

Del otro lado de la habitación Ginny y Luna estaban sentadas en el sofá mirando de Harry a Hermione.

Descubriendo El Amor Verdadero [Harmione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora