Percy

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Entre a ese departamento como cada mañana, deje el desayuno en la cocina y me dediqué a mirar los zapatos tirados a media escalera, caminé escaleras arriba hasta su habitación, él se encontraba en vuelto en sus sábanas y dormía profundamente, por la ropa tirada a un lado de la cama supuse que ayer salió de fiesta como es su costumbre.

—Nico despierta —dije moviendolo.
–Percy aún es temprano, silencio —dijo Nico tapándose todo con la sábana.
—Traje donas, tus favoritas —dije, él se destapó parte de la cara y abrió un ojo para mirarme, yo no pude evitar sonreír.
—¿Glaseadas? —preguntó.
—Sí, vamos a desayunar que tenemos que ir a la empresa —dije, él volvió a taparse.
—Sabía que había una trampa —dijo, yo reí.
—Nico tenemos que trabajar —dije dirigiéndome a su armario para sacar un sueter grande.
—Somos los jefes ¿no podemos faltar un día? —preguntó mientras se sentaba en la cama y me hacía un puchero.
—No lo creo —dije aventandole el suéter.
—Me iré a Acapulco en las vacaciones y donde me llamen por trabajo no regreso ¿oíste? —amenazó poniéndose el suéter.
—Si niño dramas, ahora a desayunar —dije jalandolo fuera de la cama, el suéter hizo su proposito tapando a Nico hasta por el muslo.
—Debiste ir con nosotros de fiesta, Annabeth dijo que quería verte —dijo Nico mientras bajabamos las escaleras.
—Sabes que Annabeth no me gusta —dije.
—Lo sé, eres un tonto, Annabeth es preciosa y por favor tiene a millones de chicos atrás de ella y te eligió a ti debe estar ciega —dijo bromeando.
—Soy mucho mejor que cualquier conquista de ustedes —bromeé, yo era el único chico con madures en nuestro grupo de amigos, tenía que cuidar a 3 chicas (Annabeth, Piper, Hazel) y 4 chicos (Nico, Leo, Jason, Frank) y ninguno es un ángel así que tengo mucho trabajo.
—Lo sé, porque los chicos son unos idotas, podrán ser cara bonita, pero son unos idiotas —dijo Nico molesto sentándose en la silla y abrió el paquete de donas.
—Ustedes se enamoran de los idiotas —le recordé. 
—Por eso decidí dejar todo eso del amor y ser feliz viviendo la vida al extremo —dijo Nico con una sonrisa.
—Nico el amor no es malo —dije preparando café.
—Es mortal —dijo dándole un mordisco a la dona.
—Hablo enserio di Angelo, el amor no te puede matar solo tienes que elegir bien —dije, él me miró.
—Si el amor es bueno como dices ¿Dónde esta tu pareja? —dijo y sonrió victorioso, si él supiera.
—Te he dicho que tienes que elegir bien —dije sirviendo el café.
—Tonterías el amor no sirve —dijo prendiendo la televisión.
—Mirame —le dije poniéndome enfrente de él, sinceramente no sabía que estaba haciendo, él me miro confundido.
—Percy la película —dijo haciendo señas para que me quité.
—Nico escuchame de verdad —dije, él me miro y apagó la televisión para verme.
—¿Qué pasa? —dijo, genial ahora ¿qué digo? No pensé llegar tan lejos, respire profundo y me senté frente a él, mirando lo a los ojos él esperaba mi respuesta, Dioses no puedo confesarme así.
—El amor no es malo Nico, tenemos que crecer y madurar, sal y busca el amor, prometo que no te arrepentirás solo tienes que ser valiente y creer en ti, hay una persona ahí afuera que muere por ti y va mover cielo, mar y tierra solo para que tú estes bien —dije, él me miro y bajo la cabeza lo que significa que estaba pensando un poco.
—Lo haré ¿Okey? Buscaré pareja, pero ahora vamos a trabajar —dijo, yo me sorprendí, había pasado 3 años intentando que Nico dejará de tener miedo y volviera a enamorarse.
—¿Es enserio? —dije asombrado.
—Sí tonto ahora vamos —dijo Nico yo sonreí.
—Ve a bañarte —ordené él se miro.
—Creo que sería buena idea —dijo para caminar escaleras arriba, yo desayune pensando en como hacer para enamorar a mi mejor amigo, lo convencí de que se diera una oportunidad en el amor, pero...ahora ¿Cómo enamoras a alguien que tiene el corazón roto? No quería equivocarme con él, podría ser un idiota con cualquiera, pero con él no, no pienso perderlo.

—Estoy —dijo bajando el último escalón de un brinco, tenía unos jeans negros rotos, botas y una playera blanca, su pelo azabache estaba desordenado, yo lo mire, él siempre será hermoso con lo que sea que se ponga.
—Vamos Enano —dije sonriendo.
—Turutu turutu —dijo tomando su teléfono y saliendo del departamento, amaba conocer esa parte infantil de él.

Al llegar a la empresa que por cierto es de aparatos electrónicos, la empresa se llama Ángeles y nos ha ido muy bien. Por algo tenemos una buena vida, Nico ama escribir en sus tiempos libres y por cierto lo hace tan bien y yo pues tengo una banda con 2 amigos Jason y Frank.

—Nico siempre tan cool, hola bro —dijo Jason mi mejor amigo, guitarrista de la banda.
—Gracias Jason —dijo Nico dando una vuelta para lucir su ropa.
—Perfecto —alajo él con amabilidad
—Bueno Jason nos vemos hoy para la reunión —dije.
—Claro te veo en tu casa —dijo Jason y se fue.
—¿No podemos ir a una fiesta? —dijo haciendo pucheros.
—Nico saliste ayer —dije tomando su mano para caminar a la oficina.
—Pero no contigo y no quiero estar en el departamento —dijo y entramos a la oficina, era un espacio grande la mitad eran colores oscuros que era la parte de Nico y mi parte eran colores azules con verde y era mas divertido que elegante.
—Nico ¿y lo de sentar cabeza? —dije, él se tiro al sofá que había en medio de la oficina.
—Necesito salir para conquistar chicos guapos —dijo cruzado de brazos.
—Ya conoces muchos chicos guapos Nico —dije.
—Eso es mentira, solo te conozco a ti, Jason y Frank, osea tus amigos —dijo Nico y se quedó pensativo
—No creo que —dije pero me interrumpió.
—Saldré con Jason —dijo.
—¿¡Qué!? —dije asustado, él se echo a reír.
—Obvio no tontito, Vaya deberías saber que Jason no es mi tipo —dijo Nico.
—¿A caso tienes un tipo? —dije confundido.
—Bueno no, necesito uno —dijo caminando a su escritorio para investigar en internet chicos más guapos, vaya llamar su atención sería más difícil.

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