Nico

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—¿Cuánto tiempo más estarán ahí arriba? —dije trazando círculos en el pecho de Percy mientras tenía una vista a su rostro, sus largas pestañas, sus labios rosados y gruesos adornando su bello rostro.
—Ayer llego Jason así que no sé —contestó sin abrir los ojos.
—Genial, están teniendo sexo en mi cama y nosotros aquí sin sexo —dije bufando y él se sonrojo, era un bonito sonrojo.
—Podrías dejar de decir la palabra sexo, estando arriba de mi —dijo y yo reí.
—¿Te parece bien si salimos hoy? —dije y él abrió los ojos para mirarme, sus hermosos ojos verde mar me examinaron.
—Bien te toca organizar la salida —dijo cerrando los ojos nuevamente.
—Perfecto —dije y me recoste en su pecho, la puerta se abrió mostrando a un rubio alto y otro más bajo con una sonrisa traviesa.
—Al fin —dijo Percy.
—Que desperdició de tiempo con ustedes —bufó Leo.
—Culpa a Jackson —dije levantándome y ayudando a Percy a pararse.
—Hicimos el desayuno —dijo Jason. ——Espero que no hayan hecho nada en mi cama —dije saliendo del armario, los 4 caminamos al comedor.
—De ninguna manera, en tu cama no —dijo Leo y Jason se sonrojo.
—Jason —amenazó Percy cruzando sus brazos.
—Tranquilo hermanito —dijo Leo subiendo a la espalda de Percy.
—Solo cuido de ti —dijo Percy y Leo se abrazo a él.

Después de un desayuno con ellos y que Percy casi muera ahogado al ver que Leo tenía una marca peculiar en su cuello, ambos salieron huyendo a mi habitación, yo solo podía reír mientras golpeaba la espalda de mi mejor amigo.

—Tranquilo Percy —dije y él me miro.
—Mataré a Jason —dijo Percy y su teléfono sonó, el contestó mientras levantaba los platos.
—Yo los lavo —susurre y él asintió, comence a lavar los platos que él me pasaba, luego colgó el teléfono.
—Nos vemos, ¿a qué hora?, tengo que ir al trabajo a solucionar algo en el área administrativa, mientras tu organizas todo —dijo Percy tomando las llaves de su carro.
—Yo te llamo, deberías cambiarte —dije y él miro las escaleras.
—Iré a casa, no quiero traumarme, nos vemos al rato —dijo sacudiendo mi cabello y salió de ahí.
—¿Saldrán? —dijo Leo que venía comiendo uno de mis helados.
—Sí —dije y los mire, Leo estaba arriba de la barda de la cocina y Jason entre sus piernas mirándome.
—Nosotros cuidamos el departamento —dijo Leo.
—¿Qué se supone que le gusta a Percy? Osea nunca he organizado algo romántico —dije alarmado, era como que todos los años conociendo a Percy se hubieran borrado.
—Ammm ¿la playa? —dijo Jason.
—Suena bien, pero no me convence —caminé a la sala buscando mi teléfono, tendría que llamar a las chicas.
—Pueden ir al cine y luego lo llevas a dar una vuelta por la playa y se quedan ahí a ver el atardecer o pueden surfear mientras el sol se oculta —opinó Leo, yo lo miré eso sonaba muy Percy.
—Creo que en ves del cine puedes rentar una cabaña y montas una sala de cine ahí —dijo Jason y yo me lo pensé.
—Tenemos que darnos prisa, si es que quiero alcanzar el atardecer —dije y corrí a mi habitación.

Cuando estuve listo, los tres corrimos al centro comercial para comprar lo necesario, Jason se adelanto a la playa a rentar una cabaña y equipo para surfear. Al llegar a la playa organizamos la cabaña, las chicas llegaron a ayudar para que sea más rápido todo.

—Bien lo tenemos —dijo Annabeth tachando todo lo de la lista.
—Llamaré a Percy —dije saliendo de la cabaña.
—Nico —dijo alguien tocando mi hombro al darme la vuelta, una mata de rizos rubios estaba frente de mi.
—¿Will? —dije mirandolo confundido.
—Quería disculparme por salir huyendo la otra vez, se qué fue de lo peor, quiero remediarlo —dijo Will yo lo mire aturdido mientras ignoraba la voz de mi mejor amigo en el teléfono.
—¿Todo bien? —dijo Jason saliendo de la cabaña con Leo.
—Amm sí —dije
—Puedo pasar por ti este sábado —dijo Will.
—Nico —llamó Percy desde el teléfono.
—Ammmm sí digo no, el concierto —dije y Will me miro confundido, no quería salir con él, pero mi cabeza estaba en todos lados. 
—Toma Will, es una entrada a nuetros concierto del sábado, ahora estamos algo ocupados —dijo Jason y Leo me jalo a la cabaña mientras Jason le daba a Will una entrada.
—¿Todo en orden? —dijo Percy y yo reaccioné.
—Estoy en la playa, te veo a las seis - dije y hubo un silencio, luego escuché que Percy cancelaba todas las reuniones que tenía.
—Te veo ahí —dijo y colgué.
—¿Quién era el rubio? —preguntó Leo.
—Will Solance —dije y camine a la maleta que se encontraba sobre la cama, tomando ropa adecuada.
—Bueno nosotros te dejamos —dijo Annabeth tomando su mochila.
—No le hagas nada a mi sirenito —amenazó Bianca mientras me apuntaba con su dedo.
—¿Desde cuándo es tuyo? —pregunté confundido, Bianca no solía ser cariñosa con nadie.
—Desde siempre di Angelo —dijo Bianca.
—Usen protección —grito Piper, a veces me preguntaba si ella solo pensaba en eso, tenía una obsesión con que Percy y yo estemos juntos... ¡en la cama!

Cuando los chicos se fueron pasaron unos minutos. Salí a la orilla del mar para esperar a Percy.

—¿Por qué la playa? —preguntó Percy llegando, su pelo estaba aún más desordenado por el viento.
—Es lo más cliché Jackson —dije dandole su ropa de surf.
—Pensé que eras malo en esto —dijo y yo ignore mis recuerdos de hace unas horas dónde Rachel y Bianca me enseñaron, creo que ambas no eran la combinación perfecta.
—Yo pensé que tú no bailabas, la cabaña 313 —le indique apuntando la cabaña, y él camino a ella.

Luego llegó e intenté concentrarme en lo aprendido. Una buena lección de vida, si quieres concentrarte, no dejes que Percy este sin camisa; él reía mientras surfeaba, yo decidí rendirme y recostarme en la tabla.

—Ven —dijo tomando mi mano. Me ayudo a pararme sobre la tabla y luego se subió conmigo. Esto saldría mal.

Después de un tiempo, comencé a divertirme pues Percy hacía todo el trabajo, las olas parecían amarlo como si fuera su rey, el sol descendió, y la piel de Percy se iluminaba de una manera preciosa su risa era cálida como la brisa marina.

Caminamos de regreso a la cabaña y él miro todo con asombro y una sonrisa. Percy dejó que yo me bañe primero y luego él, después nos acostamos en la cama, donde todo estaba perfectamente decorado como una función de cine. La película de la Sirenita se reproducio, al ver su enorme sonrisa supe que lo había conseguido, esto le gustaba. Al final no era tan malo ser cursi una que otra vez, no era malo si tenías como recompensa la sonrisa del sesos de alga.

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