01

93 14 17
                                    

----Mierda-- musitó. Se había quedado dormida encima de los libros de historia y física. Podía sentir un pequeño cosquilleo en su columna, y un leve dolor de cabeza, lanzó un bostezo y estiró su cuerpo tanto como pudo. Las últimas dos semanas había estado ocupada, con proyectos y los exámenes, pero hoy era viernes y sería su último día antes de las ansiadas vacaciones de verano.

----Mierda-- maldijo mientras veía el reloj que marcaba veinte antes de las siete. Voy atrasada- pensó

Agarró un skinny jean que estaba doblado en la mesita a lado de su cama, las llaves de la casa cayeron al suelo, el despertador sonó, le miró desconcertada, se acercó y vio que este llevaba una hora tarde.

Había olvidado cambiarle la batería y ya se empezaba a retrasar. Tomo las las llaves del suelo, abrió el armario y vio una camisa con el logo de Star Wars. ----Hoy es tu día-- sonrió.

Tomo los libros de historia y física, no entendía la necesidad de llevarlos pues nunca leía antes del examen, así que decidió llevar una riñonera con plumas, lápices y la calculadora. Recordó que la noche anterior había puesto su celular a cargar en la cocina.

Bajó rápidamente casi corriendo, en los dos últimos escalones dio un pequeño salto y en la cocina, estaba la señora Connor, al verla le sonrió y le ofreció una taza de té.

----Voy tarde, Margaret, lo siento-- dijo mientras desconectaba su celular. Al ver la hora quedo horrorizada, quedaban diez minutos. Caminó hacia la puerta, un par de milisegundos se quedó parada bajo el umbral, sintió los rayos del sol sobre su rostro y no pudo dejar de sonreír.

El instituto Hudson, estaba a quince minutos de la casa de los Connor, hecho tanta prisa como pudo, en la puerta estaba la inspectora Sully, una señora ya un poco viejita, pero comprensiva, le hizo un ademán y le permitió entrar.

----Es la última vez, Eva-- un poco irónico ya que era el último día.

La campana sonaba endiablada, corrió hacia el curso, en la puerta se topó con Ana, su mejor amiga, quien le señalaba un par de sillas al fondo, pero un par de idiotas se les adelantó, Tony y Matt, le lanzaron unas miradas y tuvieron que sentarse en las sillas de alado.

El señor Gordon era un hombre corpulento, medía un metro noventa y cinco, al entrar al curso se pudo sentir un bajón repentino de auras positivas, era el maestro de física, muy inteligente y dispuesto a obtener lo mejor de sus estudiantes.

----Acá tengo los exámenes-- sacudió unas hojas- tienen aproximadamente cincuenta minutos para culminar el examen, ni un segundo más ni menos.

Se acercó la pizarra, anotó la hora, siete y diez. Empezó a repartir las hojas, quienes estaban en las primeras filas se miraban entre ellos, y susurraban que eran exámenes diferentes.

Bajó la vista y lo miró directamente a Matt, quien ya estaba viéndola. El señor Gordon cortó sus miradas. ----Ahora veremos Matt, si eres capaz de copiar-- pensó.

Desde inicios de curso, Matt se había vuelto como una piedra en el zapato de Eva, en la segunda semana, le había tomado del brazo y en los exteriores de la cancha de baseball, le amenazó, contaría a toda la escuela que era una adoptada. La gran pregunta era, cómo un muchacho de diecisiete años se había enterado, pues este era su primer año con la familia Connor. ----Mi padre es el gestor de adopciones de la  ciudad-- obtuvo su respuesta sin necesidad de preguntas.

----Esta bien- estrecharon manos.

----Ayúdame, en los exámenes y tareas, cierto en todos los proyectos estaré en tu equipo-- su mirada perdida como si estuviese buscando algo que se le olvidaba de esta amenaza poco caballerosa. 

----¿Algo más?-- puso su mejor cara de fastidio y asco.

----No-- su voz se entrecortó.

Las preguntas no estaban tan difíciles, eran tres, así que quince minutos cada ejercicio podría culminar con tiempo suficiente para poder revisarlas.

Siempre estudiaba hasta tal punto de obtener excelentes calificaciones para su beca en la Universidad de Artes, un sueño que llevaba desde pequeña, ser una gran artista. Necesitaba una calificación de nueve para poder pedir un puesto de prácticas en la empresa Greenpeace, una de las más reconocidas en toda Bretaña.

Se le daba bien la termodinámica, y calcular velocidades. Miró su reloj, quedaban dos minutos y estaba revisando el último ejercicio, comprobando en su calculadora. Sonrió   satisfecha de haber logrado culminar tranquila uno de los exámenes más difíciles.

----Bueno estudiantes, pasaré recogiendo los examenes-- el señor Gordon tuvo que casi arrancar el examen de las manos, nadie había terminado.

Arreglo todos los exámenes en su mochila y se despidió con un mensaje corto y preciso. "Aprovechen mientras puedan."

Matt se levantó y le topo el hombro, sin que nadie se diera cuenta. Eva puso los ojos en blanco, tomo su riñonera, y le dijo a Ana que iba al baño.

----¿Porque no me ayudaste?-- preguntó dando un golpe ahogado en la pared. El cuerpo de Eva sintió una sensación de miedo.

Bajo la mirada, y vio que el puño de Matt empezaba a sangrar.

----Estas sangrando, vamos a la enfermería-- empezó a caminar pero Matt le tomó del brazo.

----Espero que en Historia me ayudes, yo puedo con esto-- dijo mostrando el puño ensangrentado.

Matt tenía esa facilidad de hacerla sentir culpable sin serlo. No era responsable que Matt no quisiese estudiar por su cuenta.

Soltó un suspiro, apenas se sentó, la señorita Fischer entró, una mujer joven pero con poca suerte en el amor según todas las historias que nos había contado.

----Chicos, el examen está súper fácil, les he preparado con mucho cariño, disfruten ya que es el último-- empezó a repartir las hojas.

Matt, apoyó su cuerpo el umbral y tocó la puerta con su mano izquierda.

----Oh, Matt pasa querido-- la señorita fischer le extendió una hoja.

Todas las preguntas eran opción múltiple, así que podía hacerle el examen a Matt. Alzó la mirada hacia la señorita fischer, quien estaba distraída leyendo un libro.

Le extendió la hoja e intercambiaron.

Volvió a resolver las preguntas y acabó con las justas. Puso su nombre y entregó.

Todos salieron presurosos hacia la cancha de baseball, tocaría una banda local y estaban muy emocionados de ser el primero.

Matt le alcanzó, justo antes de la puerta de salida. ----Gracias-- susurró y desapareció entre el tumulto de gente.

Cambio de parecer y fue hacia la oficina de la señora Sully para pedirle una recomendación.

----Querida, la hize con antelación, suerte en esta práctica tan importante, espero te contraten-- sonrió.

×Es mi primer capítulo espero les guste, subiré 3 capítulos por semana×
×Os quiero mucho×
Linternita verde.

Ojos de SerpienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora