Capítulo 2

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Germán

Llego al instituto y como siempre me quedo un rato con los chavales en la puerta a esperar que se fumen su cigarro. Yo no fumo, lo intenté pero casi me atraganto así que pasé del tema. Cuando llego el primero en verme es Lucas, mi mejor amigo de toda la vida y casi un hermano para mí. Aunque hubo una temporada en la que pensé que me gustaba, esa época fue un poco rara aunque él no notó nada. Todavía no he salido del armario, mis amigos son los típicos chulos de barrio así que no sé que pensarían. Sinceramente, no creo que ninguno de ellos me rechazara pero me da demasiado miedo.

-Tío, necesito que me digas que no había examen de economía hoy.-Lucas como siempre no sabe en que mundo vive.

-Yo lo tengo la semana que viene pero tú lo tienes a última así que ajo y agua listo.

-¿Hermano, en serio que no lo sabías?-Gabriel nos está escuchando y se está riendo a muerte.

Él va a dar una fiesta mañana por la tarde-noche, esta tarde vamos a ir a comprar todo el alcohol ya que Jose tiene los dieciocho. Gabriel y yo estamos en la misma clase así que vamos juntos a matemáticas. Se podría decir que es como mi crush, es demasiado guapo para la vista aunque no tengo ninguna posibilidad ya que está coladito hasta las trancas de Julia. Estoy bien bajo el anonimato, pienso salir del armario en la universidad, en el instituto por ahora ni de coña.

Por la tarde vamos a comprar todo el alcohol y pasamos el rato en casa de Jose ya que sus padres no están en casa. Nos pasamos todo el día con el FIFA y bebiendo unas cervezas que compramos de más. De paso pedimos unas pizzas.

Al día siguiente, el día de la fiesta, nos pasamos la mañana en casa de Gabriel para ayudarlo a organizar la fiesta y de paso nos quedamos a comer. Vuelvo a mi casa para ducharme ya que estoy sudoroso, cuando entro a mi casa mi madre no ha vuelto y mi padre está durmiendo en el sofá con una cerveza derramada en la alfombra. Lo despierto y lo ayudo a llegar a su habitación. Después intento limpiar el estropicio de la alfombra aunque sin mucho éxito y ya sí que sí, voy a arreglarme. Cuando termino voy en pie a la fiesta ya que vivo prácticamente al lado. Llego a la puerta y toco el timbre.

-Hombre tío, solo faltas tú.-Gabriel me pasa el brazo por los hombros y me arrastra hacia el interior de su casa que anteriormente habíamos decorado. No voy a negar que no me he puesto nervioso con el pedazo de brazo que tiene rodeándome. Parece que va un poco bebido pero es su cumple así que no se lo puedo reprochar. Se puede decir que yo soy la mamá del grupo.

Estamos bebiéndonos unas cervezas y pasándolo bomba. Un par de chicas han venido a ligar conmigo aunque hoy no tengo ganas de fingir así que las rechazo lo más amable posible.

-Tío enserio, ¿estás ciego o qué? Pero mira menudo par de...

-Hermano, hoy no estoy de humor.-paro a Lucas antes de que empiece a decir guarrerías. Sabe que tengo una situación mala en mi casa así que no dice nada más, solo me coge del brazo y me lleva aparte.

-Tío, si necesitas quedarte en casa...

-No te preocupes, cuando lo he dicho era porque no tenía ganas de liarme con ninguna.-le tranquilizo. Él suspira y me da un fuerte abrazo antes de volver con los demás. Me siento afortunado de tener a Lucas en mi vida, es más familia mía que mis padres. Además tampoco tengo hermanos.

Seguimos con la fiesta, e incluso nos ponemos a bailar haciendo el tonto. Gabriel en un momento se pone a perrear y hago todos mis esfuerzos de no mirarle el culo babeando. Aunque Julia sí que lo hace, lo cual me pone un poco de mala leche.

Ya cuando la noche va cayendo Jose se termina lo que queda de una botella de alcohol, la levanta y grita:

-¡Chavales vamos a jugar al juego de la botella!

Solo un besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora