Capítulo 7

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Luis

Ha pasado ya más de una semana desde la fiesta. El día en que volví de la fiesta lo primero que me preguntó mi hermano fue:

-¿Te has echado novio?-en la mano tenía su móvil, en el cual aparecía una foto de mi beso con Germán. Me puse muy colorado y le arranqué el teléfono de la mano. Al parecer la mayoría de mis compañeros de curso han puesto en su estado la dichosa foto. 

-Era el juego de la botella.-le expliqué a mi hermano y estaba tan cansado que me fui a mi cuarto a dormir la mona.

Volviendo al presente todos estamos súper agobiados con los exámenes. Yo no sé ni en qué día vivo, me levanto todos los días a las seis de la mañana y me acuesto a las una. No paro de estudiar. Mi sueño sería estudiar ADE en la universidad de Granada, además solo estaría a unas pocas horas de casa. Yo vivo en un pueblecito pequeño en la costa de Málaga.

Después de una semana repleta de exámenes por fin terminamos. No pienso parar de dormir hasta que sea lunes otra vez. En mis ratos libres para desconectar del estudio no he podido evitar pensar en el beso, me gustó un montón y ahora estoy muy celoso de todas las parejitas que veo. He intentado no hacerme ilusiones con ningún chico que me gustase ya que a mi edad si hay alguien gay en mi instituto todavía no ha salido del armario.

Ya solo queda una semana para las vacaciones de Navidad, mi festividad favorita. Solo hubo una Navidad mala, la de después de la muerte de mi madre. Pero para la siguiente mi padre se encargó de regalarnos una Navidad muy feliz llena de amor y cariño. Fuimos a ver a la familia de mi madre en Granada y la recordamos con añoranza pero con una sonrisa recordando sus mejores momentos.

Es lunes a primera hora, tengo francés. Cuando entro me siento en segunda fila, nadie se sienta a mi lado. De mis amigos soy el único que está en la clase avanzada por lo que desde que empezó el curso no me he sentado con nadie. Tampoco puedo decir que simpatice mucho con mis compañeros, son muy prepotentes y se creen demasiado inteligentes para este mundo. 

-Chicos quiero que hagáis un vídeo para dentro de un mes, pondré en el blog sobre lo que quiero que trate el vídeo. Y será obligatorio por parejas, no quiero ni tríos ni cuartetos. Y mucho menos a alguien solo.-todo el mundo malpiensa esa parte aunque no dicen nada. A mi lo que me preocupa es con quién me voy a poner, en esta clase creo que solo hay dos o tres personas que me caen bien, y eso no quiere decir que hable con ellas.

Muchos se quejan y empiezan a protestar, entre ellos Germán. No hemos hablado mucho desde la fiesta, creo que le molestó que la gente colgara nuestro beso en Instagram. A mi no me importó mucho, salvo el altercado con mi hermano. 

Me pongo a mirar a mis compañeros, para ver si alguien está solo para preguntarle si me puedo poner con él. No hay gente que parezca no tener pareja por lo que tendré que hablar con la profesora para ver si me deja hacerlo solo. Al acabar la clase, me acerco a la profesora para suplicarle que me deje hacer el trabajo solo, justificando que no quiero que mi nota dependa de nadie.

-Lo siento Luis, pero he contado a toda la clase y sois número par así que si te pones solo alguien tendrá que ponerse solo también. Habla con alguno a ver si alguien está libre. 

Salí del aula derrotado de la clase, no es mi fuerte socializar así que no sé como voy a conseguir pareja para el trabajo, el cual va a ser una buena parte de mi nota del segundo trimestre. 

Ya en el recreo, estoy comiendo y bromeando con mis amigos. Julia está más feliz que una perdiz, el sábado después de los exámenes quedó con Gabriel y al parecer están saliendo ahora. En el caso contrario está Carlos, al cuál se ve decaído. Jesús y yo estamos entre la espada y la pared, por una parte nos alegramos que Julia esté contenta pero por otro lado nos apenamos por nuestro amigo. Seguimos hablando e intento hacer chistes para que Carlos se anime un poco, al poco rato se le escapa una sonrisa y me sonríe agradecido.

La buena vibra se la lleva el grupo de Gabriel, el cual se acerca para besar a su novia. 

-Hola chicos.-nos saluda y le besa la frente a Julia, que está sonrojada. Nosotros le devolvemos el saludo, unos más amables que otros. Germán me mira y se acerca a mi. Yo me pongo nervioso al instante, a lo mejor dice algo de la fiesta.

-¿Te pones conmigo para el trabajo de francés?-me pregunta. Yo intento expulsar todo el aire que llevaba contenido sin que se de cuenta aunque sin mucho éxito ya que me mira entre extrañado y divertido.

-Sí, claro.-le respondo, ya tengo una cosa menos de la que preocuparme.

-Genial.

Me sonríe, se da la vuelta y vuelve con sus amigos, los cuales le están esperando con sonrisas burlescas. No sé porqué pero eso me sienta mal, la homosexualidad no se traspasa por el aire, hablar con alguien gay no va a hacer que cambie tu orientación sexual. Nadie nota lo molesto que estoy así que con la excusa de ir al baño me voy a la biblioteca para no cruzarme con nadie por el camino.


Solo un besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora