Lunes 07:28h
Los traqueteos del bus me sobresaltan mientras pretendo despejar mi mente y despertarme del todo. Mentiría si digo que anoche no pude dormir pero también es cierto que fue un sueño bastante intermitente. Eché de menos en demasía a Jack, saber que dormía cerca de mí. Pero no era lo único que irritaba mi mente hasta hacerme despertar repetidamente.
Seguía sin tener noticias de TaeHyung, había llegado el punto de preocupación extrema. Y Jennie; cuando el sábado llegamos a casa tan solo pude abrazarla hasta que se durmió y cuando desperté ayer por la mañana ya no estaba en mi cama conmigo. Se había marchado como escabullendo de mi posible interrogatorio. Ridículo, si no quiere contarme que le pasa está bien, soy su amigo no necesito explicaciones.
Solo hay una cosa que mis ambos mejores amigos deben saber, deberían dejarme estar con ellos y dejarme hacerles felices. Soy gafe, cuando mi vida empieza a encaminarse de un modo correcto la de la gente de mí alrededor, la de la gente que me importa, se desmorona y parece trágica.
Como es el caso de Kook, ¿qué tenía el sábado por la noche? El viernes parecía estar bien tras nuestra mutua decisión de ser amigos, algo debió de pasar esas horas que cambian de día para que su mirada cayera tan bajo, tan triste, tan desolada.
El bus se detiene en la parada que me deja a una calle escasa del instituto con un frenazo innecesario que hace que mi mochila, que reposaba hasta ahora sobre mis piernas, caiga al suelo estrepitosamente. Ruedo mis ojos con fastidio y me agacho hasta recogerla y encaminarme a salir justo a tiempo antes de que el bus cierre sus puertas.
Varios alumnos que compartían bus conmigo me miran sin poder evitar reírse por mi tropiezo al bajar el escalón del bus, yo tan solo puedo levantar mis hombros con indiferencia. No puedo hacer nada si soy torpe, por suerte creo que ninguno me sonríe con superioridad.
Un sentimiento de culpa me invade cuando recuerdo que el sábado antes de salir corriendo tras Jennie le había prometido a Kook que lo llamaría para hablar. Si se lo explico lo entenderá todo, seguro. Recoloco la gorra negra con las costuras rojas que Jack me regaló hace unos días comprándola de un mercadillo y que se había descolocado tras el traspié que acaba de dar.
Mientras abrocho hasta la mitad de mi pecho mi chaqueta de deporte gris el rugido de su coche invade por completo mis oídos. Levanto la vista y tras los chicos y chicas que entran al instituto lo veo salir del asiento del conductor. A cámara lenta, colocando su mochila sobre su hombro, peinando su pelo negro y colocando sus gafas de sol oscuras. Me bloquea, deja de gustarme por favor Kookie.
Echo a correr para alcanzarlo, sus pasos son pesados cuando cierra su coche aparcado en el párking. Mis pisadas tratan de alcanzarlo al otro lado de la valla de metal a rombos que separa las diversas entradas al centro. Lleva su típica sudadera Bangtan con su nombre resaltado en rojo, tal vez ahora empiece de nuevo a repartirla entre los chicos que se liga. Una marca de que has tenido una noche desenfrenada con un Bangtan es tener una de esas sudaderas. Tal vez yo debería tener una pues solo fui eso, un polvo al fin y al cabo.
-Jeon, espera. -Hablo alto pero sin gritar una vez estoy a dos pasos de él, ralentizo mi paso hasta volver a caminar.
-Hey. -Saluda cambiando su rostro de cansado a sonriente cuando inclina su cabeza para verme. -¿Qué tal todo? -Pregunta deslizando su mano izquierda por la verja como entretenimiento. Miro su mano parece algo morada y roja, ha golpeado a alguien.
-Bien. -Susurro copiando su juego de deslizar mis dedos, de mi mano derecha, por la verja sintiendo los golpes que dejan los huecos en mis yemas. -Jennie despareció ayer por la mañana antes de que pudiera si quiera hablar con ella. Y despedirme de Jack fue bastante trágico. Casi inundamos la casa entre todos.
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Gamer's (KookMin) Adaptación propia
FanfictionJimin se muda por diversas razones a Seúl (Corea del Sur) para vivir junto a su primo Hoseok, que lleva varios años trabajando allí y viviendo junto a su mejor amiga llamada Hyuna. Jimin se considera un jugador empedernido y sabe detectar por ello a...