Gamer's (KookMin) Adaptación propia

Capítulo 12~Siempre

NOTA:

Recuerdo que lo que está en cursiva está dicho en japonés y el resto en coreano. También aparecen mensajes de texto. Para diferenciarlos es tan sencillo como que el nombre de quien lo envía o para quien está dirigido está en negrita y el mensaje en sí está en cursiva. En este capítulo los mensajes están también en japonés.

Miércoles 10:03 h

-Hyuna Noona, preciosa compañera de piso que es un amor y a la cual adoro muchísimo. -Hablo al teléfono móvil nada más ella atiende la llamada.

-¿Qué quieres Minnie? -Su pregunta acompaña a una risa.

-Quiero ir a la nieve. -Miro de reojo a la ventana que hay detrás de mí. En ella veo a los chicos de Bangtan apoyados hablando de cualquier estupidez, Kook está en el centro y cuando dirige su mirada hacia mí me volteo de nuevo hacia mi casillero.

-Tengo un compromiso con unos amigos, vamos a preparar una fiesta sorpresa de bienvenida a uno de ellos que ha estado un tiempo fuera de la ciudad. -La voz de Hyuna suena con desilusión. -¿Le has preguntado a tu primo?

-Trabaja. -Respondo con fastidio sacando los libros de mi mochila para guardarlos en la taquilla. -No importa, puede que mañana todavía haya algo y pueda verla.

-Bueno. Nos vemos en casa. Adiós. -Se despide y sin más sujeto todos mis libros en mi mano izquierda para colgar la llamada. Mi estuche termina en mi boca mientras intento que nada se caiga al suelo de mis patosas manos.

Un mensaje llega a mi móvil, lo desbloqueo notando como el sabor de la tela de mi estuche empieza a impregnarse en mis dientes. Abro el mensaje sin mirar primero el remitente, un gran error.

Mamá:

Hijo, ¿cómo estás? Solo quería escribirte para saber como te iba en tu nueva vida. Por aquí se te echa de menos. Tus amigos aún siguen pasando por la puerta de casa, creo que esperan a que salgas en cualquier momento.

Ayer me llegó una carta de desahucio, ¿crees que podrías mandarme algo de dinero? Taeyang sigue sin encontrar trabajo, nadie lo quiere contratar por su rodilla.

Debes enviarme dinero, no puedes permitir que tu madre termine en la calle por tu culpa.

Te quiere, mamá.

¿Una madre? Por desgracia yo no tenía una, o al menos una normal. Odiaba cada parte de ella desde que la verdad se había descubierto. Y aún así tiene la desfachatez de reclamarme este tipo de cosas.

Levanto mi pierna izquierda hasta apoyar la rodilla en las taquillas para colgar de mi pie suspendido en el aire mi mochila, apoyo los libros haciendo equilibrio en la misma pierna (en mi muslo), aprieto más fuerte con mis dientes el estuche por la rabia que empiezo a sentir mientras comienzo a enviar el mensaje de respuesta con mis ojos comenzando a temblar.

Para mamá:

¿Enserio pretendes que te envíe dinero? ¿A ti? ¿A la mujer que nunca ha hecho nada por mí?...

No termino de escribir el mensaje, ni lo envío. Alguien ha pasado por detrás de mí empujándome. Haciendo que mi cabeza choque contra las taquillas, justo donde reposaba mi cicatriz ya descubierta, haciendo que mis libros caigan de golpe provocando un ruido sordo contra el suelo. Ha hecho que me tambalee como un idiota y que pise mi mochila.

Mi mano izquierda viaja directamente a mi frente rozando el foco del dolor, mi mano derecha lanza con rabia mi móvil dentro de mi taquilla y me giro hacia mi derecha buscando el causante de mi choque. Jeon. Cojo con mi mano derecha el estuche de mi boca.