Yo tenía una vida normal hasta q sucedió un grave accidente q llamó la atención de los q serían mis futuros amigos. Este desastre desembocó unos sentimientos por un ángel, un amigo de mis compañeros, el ángel Castiel.
Al despertar me fui a la cocina donde estaban Sam y Dean.
- Q te parece si hoy nos vamos de fiesta? - No somos un poco mayores para ir de borrachera? - Esta fiesta es para personas con nuestra edad. - En ese caso supongo q estaría bien. - Genial. Nos vamos por la tarde, a las 8.
A la hora de salida, todos me esperaban en la entrada, los tres iban medio arreglados, con camisa y pantalones vaqueros pero iban despeinados.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Q Cas? No dices nada? Me estaba poniendo roja por las insinuaciones de Dean. - Mejor vamonos ya, no quiero llegar tarde. Al llegar a la fiesta era casi como una discoteca. Había gentale bailando apelotonados, bebiendo y cantando, apenas podía escuchar mis pensamientos. Mientras Dean y Sam bailaban en la pista para ligar, perdí a Castiel de vista y me fui al bar. - Esto es más aburrido de lo q esperaba. Al cabo de un rato un chico de pelo negro se me acerco. - Hola preciosa. - Hola (?) - Bailas? - No, lo seieto, no me gusta bailar. - Y si mejor te hago compañía. Cogio una silla y se puso a mi lado, yo le ignore y dije mi vista en el cubata. De repente sentí como me tocaba el brazo y lo aparte rápidamente. - Creo q debería irme. - Tu tranquila. Me cogió de la cintura y me acerco a él. - Si fuese tu la soltaría y me iría. - Y quien eres tú? Castiel estaba a mi lado, se le notaba tenso y tenía los puños apretados. El chico me soltó y se acerco amenazante a Castiel el cual ni se inmutó. - Deberías irte. - Si no quiero? Castiel levanto el puño para pegarle pero le sujete la mano. - Cas, no.
Nos dimos la vuelta para irnos. -
Eso es "Cas" no te metas en problemas.
Me gire hacia el chico y le pegue un puñetazo haciendo q se cayese al suelo. - Vamonos. Cogi la mano de Castiel y nos fuimos fuera. El silencio era bastante incómodo. - Por q no me has dejado pegarle? - No merecía la pena. - Te ha hecho algo? - No, tranquilo. Oye Castiel, es cierto lo q dijo Dean el otro día? - El q? - Q tu y yo habíamos sido pareja. - Sí. - Y éramos felices? - Si. Le notaba un aire de melancolía en el rostro. - Y por q lo he olvidado todo? - Yo te borre la memoria. - Porq? - Era peligroso y tu eres humana. - Sam y Dean también lo son. - Yo no soportaría perderte. Cuando me quise dar cuenta estábamos separados por centímetros. Entonces se abrió la puerta y salieron Dean y Sam borrachos. - Cuanto habéis bebido? - Lo suficiente para cuestionarme la vida más de lo normal. - Pues yo he bebido taaaaanto q me quiero acostar contigo.
Cada tontería q decían era mayor q la anterior. - Será mejor llevarlos al coche. - Yo conduzco. - No, tu estás borracho. - Hazle un agujero a mi coche y te mato. - Claro Dean, ahora sube al coche. Cuando llegamos al bunquer los dos estaban dormidos. - Los llevaré a sus camas. - Puedes con los dos? - Claro. Cuando Castiel fue a cogerlos le sujete el brazo. - Espera, tengo una idea mejor. Me descargue un micrófono en el móvil. - BUENOS DÍAS! Los dos se levantaron de un susto. - Por el amor de Dios, no vuelvas a hacer eso. - Lo q tu digas Samy. Iros a la cama bebés grandotes. - Con la resaca q voy a pillar y el pitido de oído q me has dejado me muero mañana. - Claro, claro, te haremos un bonito funeral. Cuando todos se acostaron yo me fui a la cama con Castiel y me dormí pensando en el día siguiente, en como celebrar el año nuevo.