Sus ojos cafés

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*Pov Jonathan*

Han pasado dos semanas, muy largas y aburridas, dos semanas en las que no he visto al chico pelirrojo, me preocupa lo que haya hecho después de aquel día en que mostró sus sentimientos al mundo.

Me preocupa no tener noticias si esta vivo o muerto, no se nada sobre el, tal vez fue mala idea no disculparme con ese chico, si lo hubiera hecho nada de esto estuviera pasando.

No estaría preocupado por alguien que ni conozco, por una persona que se adueño de la mayoría de mis pensamientos, esa persona que no hizo nada después de la vergüenza que paso, espero que no me tenga rencor, no, es mejor que vaya a disculparme con el antes que pase algo que no quiero.

¡Jonathan vete ya o llegaras tarde!- era mi mamá, como siempre, ella siempre me grita para que nunca llegue tarde a cualquier lado, es muy exigente pero no tanto como mi padre, nunca fui feliz por ellos, siempre querían que fuera perfecto, y nunca se preocuparon por lo que sentía -¡Vamos Jonthan! ¡Rápido!- volvió a gritar pero esta vez abriendo la puerta de mi habitación para que saliera de ella.

Como siempre ella llevaba el mismo vestido y la misma actitud, parecía un robot, como era costumbre tenia que llegar temprano a la universidad y socializar con las personas que estaban a mi alrededor para parecer amigable pero al mismo tiempo tenia que ser frió, nunca entendí porque mis padres querían que fuera ese tipo de personas, si se les puede decir así, pero como un buen hijo me toco obedecer y tener una horrenda personalidad solo para complacer a dos monstruos que me dan de comer.

Después de que mi madre me obligara a irme a la universidad, me encuentro con un grupo de chicos que son mis "amigos", dos de ellos estaban con sus novias haciendo cosas que no diré, y los demás hablaban de fútbol o cosas sin sentido. 

Como de costumbre tenia que integrarme al grupo, por supuesto que no hablaba cosas sin sentido, la mayoría del tiempo escuchaba las tonterías que decían, todo aburrido hasta que apareció mi mejor amigo de la vida, el único que sabe la verdad de mi y mi familia, o bueno lo que se me es permitido decir .

¡Hola chicos!- saludo a lo lejos con un gesto- ¿De que hablan?- pregunto viendo como todos nos reíamos

¿De que no hablamos Alex?- le dije en un tono de burla, era mi mejor amigo, con el no tenia que fingir al 100%, el sabia un poco más de mi que los demás, es la persona en la que puedo confiar 

Bueno realmente no quiero especificar lo que hablamos, ya que como dije antes eran cosas sin importancia. Pasando a otro punto, después de unos ridículos chistes, vi mi reloj y ya casi empezaba la primera clase del día, no podía llegar tarde así que me despedí y con mi mejor amigo nos fuimos al salón de clases.


El profesor empezó a dar la clase, todo muy normal, hasta que tocan la puerta, al inicio no me importo pero cuando escucho al profesor regañando a alguien en  la entrada del salón, logre ver que a la persona que el profesor estaba regañando era el mismo chico pelirrojo con pecas.

Al inicio mi cara puso una sonrisa muy notable y mi mejor amigo me golpeo intencionalmente con su codo al ver mi sonrisa, al sentir ese golpe mi cara cambio dramáticamente, ya no estaba feliz estaba serio.

El chico se sentó al fondo del salón con la cabeza hundida en un libro; el profesor al ver como todos mirábamos a ese chico continuo con la clase, lo interesante fue que esta vez el profesor quería que hiciéramos grupos de tres.

Tenia planeado ir con Alex, pero el me miro con una mirada picara y luego me señalo al chico pelirrojo.

¡¿Qué?! ¿El pensaba que yo..?¡NO! Claro que no, jamas, solo me preocupa por el, no era nada más que eso, ni siquiera lo conozco, solo que..., pues..., solo olviden lo....

In a Heartbeat: El Principe de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora