Yellow | Jikook

Capítulo I

Canción: When Autumn Comes – Roy Kim.

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Quizá había sido un día demasiado inoportuno y ajetreado como para conocerlo. El sol apenas entraba por entre la tela de las cortinas así que había ido a abrirlas para dejar el sol acariciar las paredes de mi pequeño apartamento; entonces, finalmente vi habitado el apartamento del edificio contrario. Había estado vacío por mucho, mucho tiempo y siempre que me asomaba por la ventana, me recorría un escalofrío debido a su soledad. En parte llegaba a sentir miedo también.

La cortina anterior estaba tan desgarrada que le daba un aspecto tétrico. Ahora la cortina era blanca, alisada; estaba corrida a los lados y había luz, gracias a ello logré ver de espaldas a quien sería el nuevo inquilino.

Permanecí ahí unos segundos viéndole, y cuando finalmente logré mirar su rostro con la mirada distraída en su abrigo, fruncí el entrecejo al no reconocerle.

La alarma volvió a sonar y era hora de comenzar a apresurarme o llegaría tarde. Abandoné la ventana y el anhelante calor del sol pero definitivamente no lo había abandonado a él. Lo había estado pensando en todo lo que hacía.

Se invitó solo a permanecer en mi mente durante toda la rutina de mañana.

Intentaba recordar; tal vez era de la facultad pero ya me lo hubiese topado de frente por lo menos una vez. Navegué en lo más profundo de mis recuerdos pero era más que obvio que su rostro era totalmente ajeno a lo que estoy acostumbrado. Pero estaba esa parte insistente mía.

Saliendo del edificio, coloqué mis audífonos con una suave música de fondo y comencé a tomar rumbo a la universidad entre el camino con árboles desnudos de los cuales las hojas ya habían muerto y ahora descansaban sobre la banqueta.

En mi camino a la facultad, aún trataba e insistía en hacer memoria y verle en algún pasaje, pero nada conseguía.

La música suena en mis oídos, y quizá es lo que me distrae de concentrarme en pensar con claridad. A pesar de ello, me hace sentir tranquilo pero con esa pizca de inquietud y curiosidad aún.

El frío me cala hasta los huesos. Metí mis manos a los bolsillos del abrigo, intentando ganar calor. El sol estaba presente pero invierno estaba a la vuelta de la esquina, esperando a cruzarse con otoño y pasarse derecho; como dos desconocidos.

Los coches reducen su velocidad y el tráfico suena aterrador a dos calles lejos de donde yo estaba, tanto que he comenzado a agradecer vivir cerca de donde estudio.

Creo escuchar un llamado entre las letras de las canciones pero lo ignoro, seguro de que sería parte de mi propia imaginación al tener el volumen de la canción al máximo. Pero de nuevo estaba ahí, ahora con la compañía de alguien más a mi lado.

— Ya veo porque no te detuviste.— dijo justo cuando quité uno de mis audífonos. Le miré con extrañeza. Era él, el chico desconocido de hace unas horas.

— Tu eres...

— Jimin, ¿Y tú?

— Eres...

— Sí, el chico con el que topaste miradas a eso de las siete en punto de la mañana.— interrumpió terminando mi oración. Resoplo una risita, formando un vaho con mi aliento.

— No nos conocemos, eres nuevo. No logro dar con tu rostro en otra parte de mis memorias.

— Estabas pensando en mí toda la mañana, bingo.— divertido respondió.— Recién cambié de universidad, la misma que tú.