Canción: (midnight) – Lewis Watson
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Hacía más frío que otras mañanas, las sábanas estaban heladas al igual que mis pies y punta de la nariz. Me obligué a levantarme e ir a tomar un baño caliente, estaba a tiempo debido a que no tenía que desayunar esta vez.
Una sensación que me hizo cerrar los ojos llenó mi cuerpo cuando el agua caliente mojó mi cuerpo frío como el hielo. Me hizo recordar aquellos momentos cuando pequeño en que salía a la calle en medio de la lluvia y dejaba que las lágrimas del cielo me mojaran para después escuchar las reprimendas de mi madre, diciéndome que volviera a casa y que me obligara a tomar un baño.
Estaba ya frente al armario con una toalla atada a mi cintura; miraba mi ropa y de vez en cuando sacaba unas prendas y visualizaba como se veían juntas en el espejo. Sentía mi cuerpo tembloroso y un cosquilleo en el estómago. Me gusta pensar que me siento así por no tener ningún alimento en mi sistema en lugar de pensar que estaba nervioso por verlo.
Recordé de momento el cálido tacto de su mano en la mía y sus ojos bañados en estrellas mirándome con serenidad para luego caer rendido pensando en él.
Unos suaves toques se escucharon en mi puerta. Presencié el momento exacto en que dejé de respirar, de seguirle el ritmo a mi corazón alterado. Arreglé el cuello de mi chamarra negra antes de abrir y encontrarme con Jimin al otro lado, luciendo bien con el abrigo que vestía.
— Jungkook, ¿listo?
— Ah, sí, espera.
Le di la espalda por unos segundos en lo que me puse las botas para salir. El edificio estaba casi sin ruido de no ser por el sonido hueco de nuestros zapatos bajando las escaleras. Le esperé unos segundos afuera del edificio, metiendo mis manos a los bolsillos cuando sentí la fría ventisca. Susurró un "ven" mientras me miraba y comenzamos a caminar al sentido contrario del camino que siempre tomamos por las mañanas.
— ¿A dónde me llevas?— pregunté ansioso, buscando su rostro.
— Por un café y unos ricos panqueques. Perdón, ¿qué quieres comer tu?
— Está bien.— reí, mirando su rostro tornarse ligeramente rojo mientras reía, cubriéndose la boca con el dorso de su mano.
— ¿Seguro?
Preguntó y yo asentí. Tuve que detenerme rápidamente porque se había interpuesto en mi camino para abrir la puerta y dejarme entrar a un café, totalmente hogareño. Jamás había ido. Entré observando el lugar y las plantas verdes que adornaban el lugar. Deleité mi ser con el olor a café que inundaba las cuatro paredes combinándose con el olor a miel de maple que tanto amaba.
— Buenos días, aquí tienen.— dijo una señorita, poniendo un par de las tarjetas con los desayunos que ofrecían, hizo una reverencia y esperó atenta a que estuviéramos listos .
— Yo quiero un café con leche y unos panqueques con frutos rojos, ¿Y tu?
Me miró y proseguí a pedir lo mío: unos panqueques simples y un café cargado. La mesera se marchó, llevándose las cartas y una vez quedé solo con él, sentí nuevamente el cosquilleo en mi estómago. Tragué en seco y entrelacé mis manos sobre la mesa, mirando por la ventana.
— ¿Cómo...?
— ¿Qué...?
Dijimos al mismo tiempo y luego reímos, mirándonos a los ojos. Entre las risas, me señaló para que yo siguiera hablando.
— ¿Cómo fue vivir en España?
— Demasiado ajetreado...— guardó silencio cuando la misma chica volvió, esta vez con nuestros desayunos.

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Yellow | Jikook
RandomJimin, yo pude conocerlo en una mañana de otoño mientras iba caminando a la facultad. Desde el primer momento me dio la impresión de ser alguien interesante, quizá fue eso lo que me hizo dejarme llevar, conocí su lado amable, atento y entretenido, c...