- ¿Kaidan? –pregunte con incredulidad.
- ¿Te conozco? –preguntó confundido. Este chico es más imbécil de lo que creí,
-Soy Mackenzie, la hermana de Rose –le recordé, el me miro confundido por unos segundos, y luego sonrió.
-Claro…esta es la segunda vez que te lanzas encima de mí.
Lancé una risa sarcástica y pase mi mano derecha por mis ojos, secando mis lágrimas.
- ¿Estas bien? –preguntó mirando mis ojos, asentí y comencé a caminar para irme. Necesitaba estar sola.
- ¿Quieres que te lleve a casa?
-No gracias.
-Déjame que te lleve a casa, se está haciendo tarde, podrían violarte y tirar tu cuerpo a un río.
-Exagerado –le conteste, pero fue imposible que no se formara una sonrisa en mis labios.
-Uno nunca sabe…
-Ya basta, adiós y gracias de todas formas.
Seguí caminando, pensando en los acontecimientos del día. Nathan… ¿Algún día podré superarlo? Las lágrimas rápidamente comienzan a caer por mis mejillas.
El sonido de un teléfono me sobresalta. La gente que pasa por mi lado se me queda mirando raro, ¿Acaso nunca han visto a una chica llorar?, un tipo se me queda mirando.
- ¿Qué me miras imbécil?
-Tu teléfono suena idiota –me dice, luego sigue caminando como si nada hubiera pasado.
- ¡Ya lo sé, estúpido! –le grite, en realidad no me acordaba que había traído el teléfono. Y alguien (Lo más probable es que haya sido Anna) cambio la canción de llamada.
Lo saque y mire la pantalla, el nombre de Nathan y una foto mía besando su mejilla aparece en mi pantalla. Pulso el botón de ignorar.
¿Se creé que le voy a contestar? Seguí caminando, el teléfono vuelve a sonar.
- ¿Qué quieres?-respondo ya enojada, después de 20 veces, ¿Qué persona normal sigue insistiendo?
- ¿Dónde estás?
-No te importa, y deja de molestarme.
-Mackenzie dime donde mierda estás, te fuiste del restaurante hace como una hora.
-Jódete –y colgué.
Ya estaba llegando a mi casa, suspire de alivio.